Octubre: Encuentro de Mujeres, quiebre y represión
Más de 65 mil mujeres se reunieron en Mar del Plata en busca de empoderar la lucha para conquistar sus derechos postergados y oprimidos. Los incidentes en la Catedral mancharon de violencia las jornadas de debate y la multitudinaria marcha por las calles.
Los incidentes que se generaron en las puertas de la Catedral la noche del 11 de octubre mancharon de violencia al 30º Encuentro Nacional de Mujeres que reunió en Mar del Plata a más de 65 mil mujeres. Pero eso no fue todo. El accionar de “grupos minoritarios” empañó solo parcialmente el saldo positivo que dejaron las jornadas con decenas de talleres, debates, una marcha verdaderamente multitudinaria y un punto de inflexión histórico en las batallas que hoy lideran las mujeres para conquistar la reinvindicación legal de sus derechos.
El segundo fin de semana de octubre inundó de lucha las calles marplatenses. Desde distintas provincias argentinas, de países limítrofes e incluso desde Kurdistán y otros rincones del mundo, miles emprendieron un largo viaje con destino a este Encuentro. Algunas por primera vez, otras para volver a estar presente.
Fue todo un año de organización. Unas 120 mujeres de Mar del Plata estuvieron a cargo de la misma con una consigna amplia, pero un objetivo claro: empoderar la lucha de un sector históricamente oprimido y relegado a un segundo plano.
La marcha que marcó el cierre de este punto de inflexión histórico en Mar del Plata se manchó de violencia con los incidentes que se generaron frente a la Iglesia Catedral: al menos seis personas heridas con balas de goma, tres mujeres demoradas ilegalmente dentro del Pasaje Catedral, la imagen de la reja del templo derrumbada, policías de civil que reprimieron, corridas, golpes, pintadas, gases lacrimógenos, bronca, impotencia, el líder de ultraderecha Carlos Pampillón entre la multitud con una evidente complicidad con un sector de las fuerzas de seguridad, casquillos de balas sobre las pintadas de las Abuelas de Plaza de Mayo y la consecuente judicialización de lo ocurrido, sin avances contundentes.
Pese a todo, a lo repudiable y lo que se comprende según dos marcados puntos de vista claramente opuestos, antes y después de la brutal represión, miles de mujeres, cientos de banderas.
