Jueves 28 de marzo | Mar del Plata
19/12/2016

Arroyo y un gabinete en baja: más de 20 renuncias en un año

Con cargos que no fueron cubiertos, el intendente firmó desvinculaciones en 11 áreas de gobierno. La mayoría solo fue anunciada por Twitter y algunas ni siquiera se comunicaron. “Si no hacen el cambio que pido se van”, justificó.

Arroyo y un gabinete en baja: más de 20 renuncias en un año
(Fotos: QUÉ Digital)

Entre secretarios, subsecretarios, directores, titulares de entes del Estado municipal y funcionarios de menor jerarquía, el gobierno de Carlos Arroyo ya expone más de 20 renuncias en su primer año de gobierno.

Si bien buena parte de las renuncias y “desplazamientos” fueron comunicados por la Municipalidad solo a través de su cuenta de Twitter, las últimas bajas en el gobierno de Arroyo no fueron notificadas oficialmente ni siquiera a través de las redes sociales, aunque sí fueron confirmadas por funcionarios del gabinete.

La primera baja la sufrió en las primeras horas de gobierno, en diciembre de 2015, y la más reciente a principios de noviembre de 2016, entre las dificultades para consolidar el equipo de gestión de Cambiemos y la desprolijidad para comunicar -entre otras cosas- los cambios en el gabinete.

 LAS RENUNCIAS, UNA POR UNA  

El abogado Julio Razona fue el primero en abandonar la gestión, pocos días después de haber sido nombrado -en diciembre- por el intendente como secretario de Seguridad de su gobierno. Renunciaron junto a él también Alejandra Rubianes, Eustaquio Masachesi y Fernando García López.

JULIO RAZONA

A 11 meses de la salida de Razona, la secretaría de Seguridad del Municipio continúa sin un funcionario a cargo.

Luego, el 24 de febrero, Arroyo le pidió la renuncia al entonces presidente del Ente de Vialidad y Alumbrado (Emvial), Miguel Ángel Guzmán, en el medio de una fuerte polémica desatada por un viaje del funcionario a San Luis en un auto oficial que no fue informado y que terminó con el vehículo volcado en un accidente.

Emiliano Giri protagonizó la baja más escandalosa del gobierno de Carlos Arroyo. El entonces presidente del Ente Municipal de Turismo (Emtur) fue detenido el 8 de marzo en su domicilio, en el marco de la causa del Astillero Río Santiago por la cual fue fuertemente investigado hasta que recién a fines de septiembre fue sobreseído por la Justicia.

Giri dijo que no renunciaría a la política y el propio Arroyo, tras la liberación, no descartó que pueda regresar a su gabinete.

EMILIANO GIRI Y CARLOS ARROYO

El empresario cercano al PRO fue reemplazado en el cargo en el Emtur por Mario Marchioli, quien poco tiempo de haber asumido fue también desplazado del cargo -el 13 de septiembre- sin motivos claros, para ubicar en su lugar a la contadora Gabriela Magnoler, cercana a la gobernadora María Eugenia Vidal.

La Secretaría de Cultura también protagonizó otra de las renuncias del gabinete de Arroyo con la partida de Sebastián Puglisi, el 28 de marzo. Si bien no hubo ningún pronunciamiento que confirmara su renuncia, trascendió que se debió a diferencias con el entonces secretario de Hacienda, José Cano, por el dinero destinado a su área.

Un mes y medio después, Cano también renunciaría a la Secretaría de Hacienda -el 2 de mayo- para volver a ocupar su banca en el Concejo Deliberante, desde donde prometió ser crítico con la gestión de Arroyo. Sin embargo, el 20 octubre también decidió bajarse del bloque oficialista y tras su salida, el intendente dijo no querer mezclar “la política con la amistad” y redobló la apuesta: “Yo no compré a nadie, el que está conmigo está si quiere”.

JOSE CANO

El 30 de marzo, tan solo horas después de la renuncia de Puglisi en Cultura, el gabinete de Carlos Arroyo sufrió otras dos bajas en solo 24 horas.

Primero Héctor Flores, que había sido convocado desde Buenos Aires para desempeñarse en un área de microemprendimientos y economía social, pero su tarea quedó reducida a la de la Secretaría de Desarrollo Productivo y finalmente renunció y regresó a Capital.

Ese mismo día también quedaba desvinculado Julio Tussedo, por entonces director del Centro de Especialidades Médicas Ambulatorias (CEMA), quien 20 días antes había puesto su renuncia a disposición del intendente y del secretario de Salud, Gustavo Blanco, a partir de una serie de “irregularidades administrativas” en la entrega de turnos.

El radical Eduardo Abud, con algo de suspenso, le puso punto final el 4 de agosto a su cargo de presidente del entonces Ente Municipal de Obras y Servicios Urbanos (Enosur), lo que derivó en su vuelta a la banca del Concejo Deliberante -también con “una postura crítica” hacia el jefe comunal- y la consecuente eliminación del área de Obras del ente -hoy Emsur-, lo que de antemano había molestado al funcionario. Eduardo Leitao fue nombrado provisoriamente a cargo del área.

ABUD HCD (5)

A través de Twitter, el gobierno municipal confirmó el pedido y la aceptación de la renuncia de Abud y de otros cuatro funcionarios del ente: Guillermo Abud –hijo de Eduardo-, Marcelo López, Juan Carlos Szpyrnal y Gustavo Alfano.

El área que enfrentó las siguientes bajas fue la Secretaría de Desarrollo de Gestión y Tecnologías. El 21 de octubre, a poco más de seis meses de haber llegado desde Capital Federal, Agustín Cinto renunció al cargo de secretario y regresó a Buenos Aires.

Recién pasadas las 23,30 de ese día, el gobierno municipal confirmó la renuncia del exsecretario de Coordinación de Gestión y Modernización a través de su cuenta de Twitter pese a que hasta unas pocas horas antes algunos funcionarios del Ejecutivo no estaban enterados de la salida de Cinto.

CINTO BLANCO VOLPONI

Más recientemente, el 2 de noviembre, el intendente Carlos Arroyo tomó la decisión de desvincular a otro funcionario del mismo sector: Fernando Unzué, ahora exsubsecretario de Gestión y Tecnología, quien había llegado a la gestión semanas después de Agustín Cinto.

“Cuando se fue Agustín Cinto, el intendente se tomó unos días para hablar con él (por Unzué) y quedó desvinculado. Unzué vino con Cinto y se fue con él”, explicó al respecto el secretario de Gobierno, Alejandro Vicente, quien confirmó que Unzué sería reemplazado por el ingeniero Rodolfo Castillo, aunque no habría nadie elegido hasta el momento para ocupar el cargo que dejó Agustín Cinto.

El último funcionario que fue desvinculado por el propio Arroyo fue Miguel Ángel Capilla, quien durante unos pocos meses se desempeñó en el cargo de director coordinador de la Laguna de los Padres, aunque “no cumplió con las expectativas y el intendente le pidió la renuncia”, según comentó a QUÉ una fuente del gobierno.

La salida de Capilla tampoco tuvo notificación oficial e incluso se habría concretado varios días antes de que trascendiera públicamente a través de los medios de comunicación de la ciudad.

La última baja, a principios de noviembre, fue la de Adrián Coali, que abandonó el cargo de titular de Inspección General. Una vez más, el gobierno eligió comunicar la información a través de Twitter sin mayores detalles. A cargo del área quedó el anterior responsable del Registro de Bebidas Alcohólicas (Reba), Emilio Sucar Grau.

Durante sus meses de gestión, Coali mostró su malestar por el congelamiento de las horas extras que, según sostenía, dificultaba el trabajo de inspectores de su área. Llamativamente en algunas ocasiones principales que fueron comunicadas por el gobierno como los operativos de control por los festejos del Día del Estudiante o controles en la Peatonal San Martín por la presencia de manteros, Coali no aparecía y sí lo hacían otros funcionarios.

Tras presentar la renuncia a pedido del intendente, Coali, según informaron desde el Municipio, “regresó a su función de carrera en ingeniería de Tránsito”.

PLAZA ROCHA RECLAMO VENDEDORES INSPECCION GENERAL ADRIAN COALLI  (5)

 

ARROYO: 'ESTO SE HACE ASÍ O SE VAN'

Luego de Adrián Coali renunciara, el intendente Carlos Arroyo habló del triste récord en desvinculaciones, comparó a su gabinete con “una partida de ajedrez”, dijo que “a medida que pasan los tiempos hay que ir cambiando las piezas para ganar la partida” y advirtió: “Si no hacen el cambio que pido se van”.

Aclaró en este sentido que “hay funcionarios que se avienen rápidamente a realizar los cambios que uno les solicita”, mientras que “otros son más complicados” y entonces “si son difíciles de producir el cambio uno tiene la posibilidad de cambiarlos: esto se hace así o se van”.

A pesar del escenario de conflicto, Arroyo decidió abrir su segundo año de gobierno con el polémico mensaje de que irá en busca de un segundo mandato: “Me quedan todavía tres años y después otros cuatro”. No descartó que pueda haber nuevos movimientos en su gabinete ni confirmó quiénes ocuparán las áreas que continúan acéfalas desde hace meses.

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