Competencia Internacional: el primer documental

Durante el Festival Internacional de Cine se presenta la película basada en la vida de Cassandro, luchador de lucha libre mexicano, gay y extraordinario. La película volverá a proyectarse en el Teatro Auditorium.

(Fotos: prensa Festival Internacional de Cine de Mar del Plata)

“Cassandro, theexotico!” el título difícil, en dos lenguas, prefigura al personaje fuera de serie. El único documental que compite por el Astor de Oro en este 33° Festival Internacional de Cine sigue los pasos del fascinante Cassandro en sus inicios en Ciudad Juárez, recuerda su título mundial de lucha libre y una vida difícil, marcada por el abuso, los excesos, la homofobia y la religiosidad. Vale la pena verlo.

El camarín tiene un espejo muy grande. La mesa está ocupada, casi en su totalidad, por maquillajes. Unos pelos rubios, teñidos, enrulados, coronan una cara difícil de olvidar. El hombre termina de pintarse, pita un cigarrillo electrónico y se viste. Antes de salir a escena, se persigna: no es un acto maquinal, siente el contacto con lo divino. Cassandro está en el ring, el público enloquece. El cuerpo pequeño, pero ancho y fibroso, hace unas contorsiones irreales. Después de derrotar a dos oponentes más grandes que él, hace su pirueta final: corre de una punta a la otra, se propulsiona con las cuerdas de enfrente y, con la velocidad del envión, sale eyectado hacia el público. En esa escena inicial está representado el complejo personaje de Cassandro.

La lucha libre, en México, es una de las diversiones más populares. La gente sale de misa los domingos y va a ver el espectáculo en que hombres disfrazados vuelan por el ring. Es una lucha ensayada, una suerte de baile violento y divertido. Ese universo de músculos y virilidad tuvo que abrirle paso a un hombre pequeño, gay, glamoroso, con atuendo más parecido a un personaje de teatro de variedades que a la diversión de niños y adultos. Cassandro nació y comenzó a luchar en Ciudad Juárez. Esa ciudad infértil y asesina moldeó al ídolo.

Hoy Cassandro es famoso en su país y recorre el mundo. Pero no fue fácil el camino. Sufrió abuso sexual, fue alcohólico y drogadicto. Su cuerpo tuvo tres operaciones importantes, fue hospitalizado ocho veces por conmociones cerebrales, apenas puede mover los dedos. Los padecimientos personales y la resistencia del machistaque debió enfrentar, lograron la solidificación de este héroe disidente.

La directora francesa Marie Losier (formada en Estados Unidos) elije muy bien en qué detalles hacer foco y por qué aspectos interrogarlo. El idea y vuelta entre las imágenes de su desempeño espléndido en el ring, con la intimidad del hogar (en bata, mirando el mundial, junto a un gran oso de peluche y hablando con la boca llena) completan la construcción del personaje. Cassandro es profundamente religioso, en su casa tiene un altar de vírgenes. Otras dos mujeres son su referencia e inspiración (su madre muerta y Lady Di).Muy interesante documental.

Cassandro el martes por la mañana, en la Sala Piazzolla del teatro Auditorium, recibió un prolongado aplauso del público. Caminó lento hasta el centro del escenario, tenía puestos unos zapatos con taco aguja. Y en la mano izquierda, un pañuelo verde.