“Está bueno confundir al espectador”
Científicos del Palo se prepara para entrar a grabar su nuevo disco, a poco más de un año de la edición de La Histeria Argentina. Este sábado se presentarán en Gap con Luzparís y Zoot.
– En Mar del Plata no ha habido históricamente una sola banda que convoque a 1500 personas. Calculo que será principalmente culpa de nosotros los músicos.
– El público también tiene lo suyo…
– Si, se puede dar esa combinación pero hay que entender que en vez de quejarse, hay que evitar eso. Yo ya lo pasé hasta que nos dimos cuenta que hay que ensayar más, hacer mejores canciones, tocar con mejor sonido, hacer mejores cosas.
Científicos del Palo es una de las pocas bandas de la ciudad que puede hacer un recital en Gap y que “la capacidad se la banque”. Eso se dio después de muchos años de prueba y error, de discos grabados en mejores y peores condiciones, de canciones, ensayos y mucho trabajo.
Un clave: no quedarse quietos. Eso mantiene la banda y quiere potenciarlo en esta etapa. A poco más de un año de haber editado su último disco La Histeria Argentina, están a punto de entrar a grabar el sucesor. Ese material implicará un cambio de concepto, en parte con el objetivo de “molestar al expectador”, a decir de su cantante Pepo San Martín. De esa manera nació El Maravilloso Mundo Animal (EMMA), un disco amoldado a una idea de José Larralde y dedicado a la hija de Pepo, Emma.
Este sábado Científicos del Palo se presentará en Gap en el marco de la Fiesta Club con las bandas Luzparís y Zoot. En la previa Pepo, habló con QUÉ sobre pasado, presente y futuro de la banda.
– ¿Qué relación tienen con las bandas de Mar del Plata?
– La verdad es que yo particularmente soy medio ermitaño. Pero tratamos de generar relación con mayor cantidad de músicos que podamos incluso con músicos que uno no escucharía en su casa. Tener relación entre los músicos hace que la escena crezca porque desde ese roce entre artistas surgen cosas interesantes. Es esencial para que mejore todo el “movimiento local”.
– ¿Qué ves de este “movimiento local”?
– La verdad que a mí siempre me gustaron las bandas de Mar del Plata. El nivel desde ya que no tiene nada que envidiarle a ninguna otra ciudad. De hecho con estas dos bandas con que tocamos, Luzparís y Zoot, son de las que más me gustan. Son proyectos que podés ponerlos en cualquier parte del país y van a funcionar.
Por otro lado, no ha habido históricamente una sola banda que lleve a 1500 personas, no pasa eso acá. Calculo que será principalmente culpa de nosotros los músicos. Nosotros recién ahora después de muchos años de remar podemos tocar en Gap y que esté bueno, que la capacidad se la banque. Es dura esta ciudad para lo que hacemos nosotros. Y creo que la mayor culpa la debe tener el músico.
-Igual el público también tiene lo suyo…
– Si, se puede dar esa combinación pero hay que entender que en vez de quejarse, hay que evitar eso. Yo ya lo pasé hasta que nos dimos cuenta que hay que ensayar más, hacer mejores canciones, tocar con mejor sonido, hacer mejores cosas.
UN DISCO PARA GENERAR “CONFUSIÓN”
Luego de haber editado hace poco más de un año el disco conceptual, La Histeria Argentina, la banda se prepara para lanzar en 2015 su quinto trabajo: El Maravilloso Mundo Animal, que implicará un cambio de rumbo en la composición. “Esta bueno correr la temática e ir por otra cosa. Está bueno confundir, molestar al expectador, que no se sienta cómodo”, define Pepo.
-Teníamos ganas de que ni bien saliera La Histeria Argentina empezar a hacer otra cosa. Surgió así. Aprendimos bastante tarde en cómo hacer y producir un disco. Imagínate que La Histeria fue el cuarto y recién es el primero que tiene un audio trabajado, en el que se invirtió dinero. A veces eso es cruel para el músico, a veces la situación te lleva a grabar en un estudio peor simplemente por una cuestión económica. Nosotros nos despertamos recién ahora y nos gustó tanto que dijimos ‘bueno vamos a grabar otro ahora en otro estudio mejor’.
– La proyección es de un material muy distinto a La Histeria…
– No queríamos quedar pegados como que éramos una banda didáctica, que enseñábamos cosas. Este disco es para mi hija que se llama Emma y entonces usé esas letras para hacer El Maraviloso Mundo Animal. También es como un homenaje a mi abuelo que me había regalado Herencia para un Hijo Gaucho de José Larralde cuando me fui vivir solo a La Plata y la verdad que nunca lo escuché. Y lo escuché hace poco y me rompió el cerebro. Me gustó esa idea de hacer una especie de guía para la subsistencia en el mundo, en la sociedad. Y pensé en hacer lo mismo, con menos talento, para mi hija.
