Jueves 18 de abril | Mar del Plata
10/02/2015

Improvisa2, ese raro concepto con doce temporadas en la ciudad

Tomás Cutler, Mariana “Cumbi” Bustinza y Gabriel Gávila llevan más de una década presentando en la ciudad un espectáculo de improvisación que se renueva cada noche. “La improvisación no tiene límites”, explican.

Improvisa2, ese raro concepto con doce temporadas en la ciudad

Improvisa2 es un fenómeno extraño que lleva doce temporadas en Mar del Plata. El espectáculo de improvisación de Tomás Cutler, Mariana Cumbi Bustinza y Gabriel Gávila ofrece 80 estilos diferentes que marcan las historias que nacen desde la propuesta del público. Domingo, lunes y martes a las 23.30 se presentan en la sala Melany del Teatro Radiocity y los miércoles y jueves, en la misma sala, realizan el desafío Improplay. “Nos mantiene jóvenes hacer lo que nos gusta” dice Tomás. “La improvisación no tiene límites”, explica Cumbi.

En una función de Improvisa2 puede pasar cualquier cosa. Realmente cualquier cosa, desde un holocausto hasta un bosque encantado; desde un joven tartamudo que viaja en el tiempo hasta un castillo con fantasmas ninjas. Cualquier cosa. Músicos en vivo, que improvisan melodías, ayudan a crear la fantasía.

Tomás, Mariana y Gabriel hacen cantidad de personajes por noche. Sin cambio de vestuario, solo un gesto, un acento, una manera de hablar y pasan de un pibe que escucha cumbia hasta un aristócrata, un asesino, una mujer, un nene o un animal.

-Llevan 12 temporadas en la ciudad ¿cómo hacen para continuar frescos en el escenario?

Tomás Cutler: Tomamos cocaína por kilo (risas). Nos mantiene jóvenes hacer lo que nos gusta. Amamos lo que hacemos.

Mariana Bustinza: También hacemos otros espectáculos para que no siempre tenga que ser Improvisa2. La última semana de febrero traemos tres espectáculos nuevos: el unipersonal de Tomi, Mocumental, el mío, Cumbi Impro, y Cubo de sangre, que lo presenta otro chico y es una competencia callejera en la que se exprime al improvisador al mango hasta que le salga todo mal.

TC: Y creo que también, durante el año hacemos distintas actividades que nos nutren para seguir renovando técnicas en el escenario: como clown, danza, canto.

MB: Ahora Gaby (Gávila) se va a Canadá a hacer un seminario con Keith Johnstone, quien inventó la improvisación y seguramente traerá cosas nuevas. Yo escribí una obra y la dirigí, Tomi dio clases de stand up en las villas. Hacemos un montón de cosas que nos mantienen incentivados. La impro nos mantiene divertidos y felices.

-¿Tomi, cómo fue la experiencia de dar esas clases?

TC: Surgió a raíz de una charla que di de inserción laboral, porque todo el mundo piensa que los actores son todos millonarios y que nacieron de una cuna especial. Armé una charla para los chicos de La Cava de San Isidro para que vean lo que es trabajar de actor sin ser famoso, sin ir a lo de Rial. A partir de esa charla armé otra de impro y de stand up. Armamos un grupito de stand up para salir a trabajar y ya se hicieron dos funciones. Una la hicimos para el Concejo Deliberante de San Isidro, en el concejo. Fue muy loco, porque donde se discuten las layes para que los chicos tengan un mejor pasar se hizo la función, hicieron su stand up y contaron su manera de vida, que es un poco alejado de lo que se discute ahí. Fue muy simbólico hacerlo ahí.

-¿Con qué tipo de personaje se sienten más cómodos?

MB: Me gustan los personajes más freaks, más tipo los de Tim Burton. Defectuosos. También me gustan los personajes de hombre. Me siento cómoda en esa composición.

TC: No sé si tengo de un personaje puntual. Sí me gusta cuando la propuesta viene desde el personaje. Como que el personaje tiene una característica y la historia vaya por otro lado.

LA TÉCNICA DE LA IMPROVISACIÓN

-¿Lo mejor y peor a la hora de improvisar?

TC: Improvisar para mí no tiene contra, la improvisación como técnica es aceptar y una contra que aceptás deja de ser contra. Pero como artista, donde te puede llegar a desconcertar es cuando vos no estás trabajando en grupo. Cuando dejás de trabajar en grupo deja de funcionar la propuesta de la impro y sí se te puede jugar en contra.

MB: Lo peor de la impro es la ignorancia de la gente que no la conoce, no por el público, porque el público viene. Pero hay gente que todavía no entiende las dimensiones de la improvisación y la preparación que eso tiene. He escuchado cosas como: “Bueno, otra vez hacen Improvisa2”. Y sí, Improvisa2 es ese show y es siempre distinto, puede durar hasta que tengamos 80 años. No entienden la improvisación.

TC: Lo que tiene la improvisación en contra como proyecto artístico es que necesitás verlo varias veces para entenderlo, no al show que lo entendés la primera vez, sino a la impro en general.

-¿Más que una contra al hacer la técnica, hay una contra en la mirada de los demás hacia el estilo?

MB: Claro, el año pasado hicimos el Comedy Club que es con sketch escrito.

TC: ¡Cuántos personajes hacen en tan poco tiempo! Tal vez en una charla me ponía dos cosas y era otro personaje. En Improvisa2 hacemos doscientos en una noche y en uno se evalúa más y en otro no. Y no por la calidad, sino porque se instala visualmente que si uno se cambió de ropa es otro personaje.

-¿Es una cuestión de concepto?

MB: La gente todavía no entiende el concepto. Improvisa2 es cambiar todo el tiempo.

TC: El concepto de Improvisa2 se entiende, pero creo que se tarda un tiempo. En una función entendés el concepto de improvisar, pero no de Improvisa2. Ayer hubo gente que era la sexta vez que nos veía en la temporada y vinieron en busca de otra cosa.

-Entonces ¿se entiende o no se entiende?

TC: La impro tampoco es tan popular. La gente se la confunde con el stand up que es un furor. La propuesta del stand up es más concreta, más popular, mucho más cercana a lo que estamos acostumbrados en un teatro.

MB: La improvisación no tiene límites.

T: El concepto de Improvisa2 es que vos vuelvas. Por eso la entrada es económica, para que uno pueda volver. La idea es que sea un concepto distinto de ver teatro, desde la raíz.

-¿Cómo hacen para renovar Improvisa2, un show que ya dijeron que es cambio constante?

TC: ¿Cómo te das cuenta de que no estás estancado? Si por ejemplo nosotros tuviéramos 5 estilos haríamos solo eso desde hace 12 años. Nosotros tenemos más de 80 estilos.

MB: Hace poco estrenemos un estilo, que no recuerdo el nombre, pero que es como de películas de ciencia ficción juvenil, del estilo Juegos del Hambre.

TC: Cuando venimos a diciembre ya tenemos todos los estilos programados para que no se repitan.

IMPROPLAY Y LOS RITUALES

-¿Cómo es Improplay?

TC: Improplay nace de un montón de estilos de improvisación que como en Improvisa2 estamos buscando una teatralidad más fuerte quedaban afuera. Son estilos que son más como desafías.

MB: Es como más cortado, hay un timbre, tiempo para hacerlo, un freno. Es más tipo Supermatch.

TC: Es más televisivo y más deportivo. Es una competencia donde el público elige al ganador. Hay un juez que marca errores, estrategias y maneja la votación. Es un desprendimiento de Improvisa2, pero es distinto. Este jueves estrenaremos un juego que se llama “Sonido”, donde sube gente al escenario que tiene que hacer los sonidos de la impro. Eso es arriesgar y mantiene todo en movimiento.

¿Tienen algún ritual antes de empezar a improvisar?

TC: Hay seis millones de cábalas.

MB: La cábala del sahumerio. Prendo un sahumerio y lo llevo al escenario y al camarín. Después hacemos “Yo toro”, que es unir todos las manos y gritar todos “Yo toro”. Después de nuevo en el camarín cinco veces “Yo toro” entre nosotros, saltando y dándonos energía.

Improvisa2, entonces, es más o menos esto: un quilombo teatral, de canciones, humor, bailes raros e historias desopilantes, hechas por tres personas que improvisan a raíz de lo que el público propone. La mejor explicación, de todas maneras, es verlos.

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10/02/2015