La Vela Puerca, 20 años llenos de magia
La banda uruguaya festejó sus dos décadas en el estreno rockero de Arena MDQ y presentó su cerveza artesanal La Puerca. 2 horas de show, más de 30 canciones y la convicción que la única manera es festejar para sobrevivir.
La Vela Puerca festejó sus 20 años en Mar del Plata, con presentación de su cerveza artesanal La Puerca, y la alegría desbordó el Arena MDQ en una noche que estaba todo dado para pasarla bien: una banda, cerveza, patio de comida y la certeza de que la felicidad es el valor agregado que hace falta en estos tiempos.
Pasan los años y la dupla de los cantantes de La Vela sobre el escenario funciona cada vez mejor; el Enano Teysera tiene los matices, genera los climas, conduce el viaje y el Cebolla Cebreiro es la sobredosis de vida, de adrenalina, de agite necesario.
El show está ajustadísimo, sin casi descanso entre tema y tema. La Vela vence al tiempo, rompe los relojes. El comienzo fue con un video cronológico, un repaso de los momentos, de los discos de una banda de botijas uruguayos que empezaron en escenarios muy chicos y conquistaron América con ese punto de inflexión en forma de disco que se llama De Bichos y Flores, de 2001.
La banda decidió empezar por el final. Primero con los temas de Érase, su último disco. Canciones de tinte introspectivo que exhiben una madurez, el punto actual de un proceso que les llevó a encontrar que al final, antes de putear al mundo porque no cambia, primero hay que cambiar y entenderse uno mismo.
Mientras el show avanzaba La Vela retrocedía en tiempo, en discos, en épocas. Una pantalla que aportó visuales para sostener canciones que se sostienen solas por la banda, por el público. El Enano pasó a la guitarra acústica, a la eléctrica, a la boina. El Cebolla que interpretó las canciones sin cantar como si audicionara para ser mimo. Con unos vientos que cuando los sueltan llenan todo el espacio y una banda que suena, se comporta y se siente como una banda de amigos.
La Vela Puerca cuando toca contagia alegría. Reírse del mundo por más absurdo, ridículo e injusto. Disfrutar de uno, de los amigos, brindar con desconocidos y hacer pogo hasta que duela, porque en el dolor también está la vida.
El show pudo haber terminado con ese himno que se llama “Por la ciudad” que el corazón ya estaba lleno, pero tuvo lugar para dos tandas de bises: el primero rescató canciones de Deskarado (1998) y en vez de con el Enano, el Cebolla cantó los primeros temas con Manolo, uno de los plomos con alma de bufón.
El segundo bis fue el necesario, el obligado, el de la presentación formal de La Puerca, “una cerveza negrita hermosa”, según el Enano, quien aprovechó el momento para cantar “Mi semilla“, tema dedicado a otro producto “artesanal”.
El final del show fue el que el público quería, el que necesitaba. El final fue con una tanda invencible de canciones de De Bichos y Flores: “Haciéndose pasar por luz“, “El viejo“, “El profeta” y el cierre íntimo con “José Sabía“.
La banda lo dejó todo en los festejos por sus dos décadas. Dos horas de show, 32 canciones, rock, candombe, ska, momentos acústicos e íntimos. Letras directas, contundentes, que llegan al hueso de las personas, al corazón, al alma si es que existe.
Pasaron 20 años y estamos todos en el mismo lugar, pero distintos. Pasaron 20 años de canciones, de risas, de alegría, de amigos, sobre todo amigos. Pasaron 20 años, crecimos y también creció La Vela en este mundo que queríamos incendiar y al final se volvió nuestra casa, y si bien no lo pudimos cambiar, todavía no nos conformamos, todavía no somos unos cagones.
Soldado de plomo
Buenas mascotas
La calle adicción
¿Ves?
Sobre la sien
Todo el karma
La teoría
Polidoro
Para no verme más
Clones
Frágil
Colabore
La sin razón
Llenos de magia
Escobas
Caldo precoz
Va a escampar
Zafar
El huracan
Burbujas
Por dentro
Por la ciudad
BIS
Paren hoy
Madre resistencia
Vuelan palos
Alta magia
BIS
Mi semilla
Haciéndose pasar por luz
El viejo
El profeta
José sabía