Sábado 20 de abril | Mar del Plata
26/09/2015

Mal de Parkinson: el punk también evoluciona

La banda presentará nuevas canciones esta noche en Casa Rock, luego de un año sin pisar los escenarios de la ciudad. “Queremos que se escuche algo evolucionado, pero que no pierda la agresividad”, resumen.

Mal de Parkinson: el punk también evoluciona
(Foto: Mal de Parkinson / María Ruth)

Después de 22 años a puro punk, Mal de Parkinson habla de evolución, de buscar siempre un poco más. Habla de un desafío concreto y para nada simple: “Mejorar musicalmente y no perder la agresividad y el hambre de tocar”.

Bajo esa premisa, Mal de Parkinson se presentará este sábado en Casa Rock –Córdoba 2580-. Será una especie de regreso porque hace aproximadamente un año que no tocan en la ciudad, aunque sus seguidores ya se acostumbraron. De todas maneras, reconocen que pisar el escenario solo una vez al año “suena a poco” por lo que buscarán hacerlo más continuo en lo que viene. En el medio, canciones nuevas y listas para ser grabadas.

Adrián González Rodríguez -bajo y voz- y Sebastián Adamini -batería y coros- cuentan que hace dos semanas tocaron en Neuquén y que la poca actividad arriba del escenario tiene que ver puntualmente con estar en plena preparación de nuevas canciones para un futuro disco, que todavía no tiene fecha aproximada.

“Ya hace un par de años que venimos con el material, pero con los tiempo que tenemos cada uno por los laburos y por el hecho de querer que salga todo bien y prolijo, nos lleva más tiempo. Entonces la idea era no tocar hasta tener material nuevo. Pero bueno, ya pasó un año, y no grabamos y dijimos ‘bueno, hay que tocar’”, resume Adrián.

Así es que en este regreso a los escenarios de la ciudad, Mal de Parkinson tiene previsto presentar varios temas nuevos que en un futuro formarán parte de un material, cuando la “parte económica” así lo permita. “Estamos en la etapa de composición y producción. Tenemos un 70% de las canciones ya están listas para tocar. Y el otro 30% están para terminar de ensayarlas un poco y retocarlas”, explica Sebastián.

A esas canciones les dan forma en los ensayos para los que incorporaron un sistema que les permite trabajar sobre los detalles. “Trajimos un aparato de afuera que nos permite enchufarnos todos ahí y sonar en auriculares. Muchas veces el ensayo no te permite afinar algunos detalles, como las voces o de los instrumentos. Entonces, eso nos permite una cierta prolijidad”, cuenta Adrián.

Y rápidamente, suma: “Quizas con eso algunos van a decir ‘eh, pero es punk rock, córtate una remera, no te pongas musculosa’. Sí, pero el mundo no se hizo con una tijera. Entonces uno pretende siempre un poco más. Es evolucionar: evoluciona o muere es la cuestión, y nosotros estamos evolucionando”.

– ¿Esa evolución es un proceso natural por el paso del tiempo?

A: – Claro. Hoy queremos que se escuche algo evolucionado, algo mejor, más armonioso, pero que no pierda la agresividad de Mal de Parkinson. Ese es el punto que tratamos de lograr. El desafío es ese: mejorar musicalmente y no perder la agresividad y el hambre de tocar que tenemos.

– ¿Cómo es para la actividad de la banda ajustarse a los tiempos de la vida de cada uno?

A: – Como lo haría cada uno que no quiere cansarse y lo quiere disfrutar. Los cuatro estamos en una misma situación. Entonces eso nos permite que todos conectemos. Es decir ‘hoy no se puede ensayar y la semana que viene nos vemos’. No tenemos esa obligación, entonces lo disfrutamos mucho. Si podemos tocar, tocamos. Si podemos ensayar, ensayamos. Si podemos traer el tema terminado para el ensayo bien y si no también buenísimo.

– Para eso es fundamental que todos estén en la misma sintonía.

A: – Claro,  disfrutar, poder tocar bien, que ese es el punto al que queremos llegar: poder tocar para que suene como queremos que suene la banda. Y relejados, no tenemos ningún objetivo en particular a corto plazo ni a largo plazo. La cuestión es seguir haciendo los temas, seguir cantando lo que nos gusta, seguir diciendo lo que queremos y tocando lo que queremos. Entonces no hay presiones. No hay ninguno que esté en otro plan, que quiera vivir de la música mañana, pasado o en un año.

S:- Coincidimos mucho. Lo importante es coincidir con lo rutinario de la vida de cada uno, y estamos bastante similares en ese aspecto.

– ¿En algún momento tuvieron el objetivo a largo plazo de vivir de la música y solamente dedicarse a eso?

A: – Hace muchos años, quizás. Siempre está eso. Y hoy te puedo decir: sí, pero no. Yo no quiero tocar todos los fines de semana, perderme cosas en mi familia, y no disfrutar. Quiero que toquemos cuando lo necesitemos. Hay muy pocas bandas que tocan tres veces al año y ya con eso alcanza. Es jodido pintar un cuadro todos los fines de semana porque a veces no tenés la inspiración para eso todos los fines de semana, o a veces todos los días. Y no está bueno eso. A veces el público no se detiene a pensar qué pasa arriba del escenario.

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26/09/2015