Jueves 25 de abril | Mar del Plata
09/01/2016

Pigna y Sztajnszrajber: divulgadores de conocimiento

Estuvieron juntos en una exposición de lujo en el marco de Verano Planeta. En una charla con QUÉ hablaron de sus libros, la divulgación del saber, el canal Encuentro y la identidad en años del kirchnerismo.  

Pigna y Sztajnszrajber: divulgadores de conocimiento
(Fotos: QUÉ Digital)

Felipe Pigna escribió Los Mitos I y fue un éxito, el gran hit de la historia en el siglo XXI. Después, Mario Pergolini lo invitó para que fuera columnista en el prime time de la Rock & Pop y la historia o la manera de interpelar la historia de Pigna se volvió masiva. Darío Sztajnszrajber desde un primer momento entendió que la docencia era lo suyo, enseñar filosofía, movilizar a otros desde la filosofía. Vio Algo habrán hecho y se dijo que por ese camino quería llevar la filosofía. Después apareció Clemente Cancela y lo llevó a Gente Sexy, programa de Rock & Pop, y si antes la historia se había vuelto masiva, la filosofía al estilo Darío Z era contracultural, cool y hasta seductora.

Felipe Pigna y Darío Sztajnszrajber son divulgadores de la historia, de la filosofía, del conocimiento. Ambos comparten una pasión por enseñar y por quitarle solemnidad al conocimiento sin quitarle importancia. Se puede hablar de Nietzsche con una remera de The Ramones, se puede decirle “tipo” a cualquier prócer sin faltarle el respeto.

En este enero, estuvieron juntos en una charla dentro del marco de Verano Planeta. Si la idea de tenerlos juntos hubiese sido de la editorial, diríamos que Felipe Pigna tenía que promocionar La voz del gran jefe, el libro boom de ventas sobre un San Martín humano, amado y odiado, y que que Darío Z tenía que confirmar en una charla ese éxito que se extendió hasta México de ¿Para qué sirve la filosofía?, su último libro en el que la filosofía aparece más viva que nunca en las calles porteñas. Pero esta charla no fue una mera idea editorial.

—Soñamos —dice Darío Z—. Se me apareció Felipe mientras caminaba. Nietzsche dice eso cuando escribió el Zaratustra. Estaba paseando por Suiza y dice: “Me asaltó el Zaratustra”.  A mí me asaltó Felipe.

—Cada uno —interrumpe Felipe— tiene su programa en Radio Universitaria. Cuando se presentó este proyecto, nos convocaron a los dos en Córdoba para dar una charla juntos y, lamentablemente, yo no pude llegar porque había un paro de controladores aéreos. Nos quedaron las ganas y lo hicimos en el Konex, y ahí arrancó el proyecto de hacer cosas juntos.

—Ya hicimos tres eventos juntos cuyo tema era la identidad —agrega el filósofo—. Felipe trabajaba distintos momentos de la historia argentina con relación a la construcción de la identidad a raíz de la exclusión de otro. Cosa que a mí me permitía hacer una reflexión filosófica sobre la identidad y la otredad.

—Historia y filosofía son dos disciplinas muy interdependientes —aclara el historiador—. Nacieron juntas prácticamente y hay una lógica interconexión. La filosofía está marcada por la historia y la historia por la historia del pensamiento. El producto más importante de la historia es el pensamiento y cómo se fue dando en cada momento.

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La charla de Dario Z y Felipa Pigna en Mar del Plata fue un lujo en un lujoso Costa Galana más preocupado por modelos y comidas con la señora Legrand que en historia y filosofía. Entre los dos repasaron la historia occidental: desde la Antigua Grecia hasta los años contemporáneos. Cada época con un filósofo, cada filósofo con su tiempo, contexto y pensamiento.

—Explicamos al pensador en su tiempo —explica Darío— y a la historia la explicamos en función de los conceptos que la atraviesa.

—Todos estos períodos son fascinantes —asegura Felipe—. Pero la etapa de Descartes, siglo XVI y XVII es fascinante, es el cambio de mente, por eso que los europeos se niegan a aceptar que se llama a América. Se acaban los límites del mundo, se acaba el imperio de la autoridad establecida, se acaba todo. América le rompe la cabeza a la gente y eso es algo que nunca van a reconocer los europeos.

—Elegimos de algún modo los cinco filósofos que más nos erotizan —reflexiona, siempre reflexiona, Z—. En mi caso particular Nietzsche, que representa también mi acercamiento a la filosofía. El primer libro de filosofía que leo fue Humano demasiado humano. Tenía 16 años y una bibliotecaria me dio el libro y me dijo: “Vos tenés que leer filosofía”. Y me dio ese libro de Nietzsche. Ese día tomé el subte y empecé a leer y no entendía nada, pero me encantaba y esa sensación de no entender lo que leía, pero que sin embargo me atravesaba.

—Hay algo estético en el saber que creo que la divulgación trata de recuperar —continúa Z—. No es una experiencia solo racional, es una experiencia estética también. Nosotros jugamos con la palabra, tratamos de que la palabra poetice. Que no solo se comprenda, sino que movilice.

LA EXCUSA DE DOS LIBROS

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La voz del gran jefe tuvo buena repercusión y se percibe a lo largo del país todo eso que genera San Martín, que sigue generando San Martín”, dice Felipe Pigna, sanmartiniano confeso, sobre el libro que le dedico al Libertador San Martín y agrega: “El sentimiento por San Martín es uniforme, es una pasión y un interés muy parejo en el personaje”.

—¿Qué sentís que aportó este libro a la historia de San Martín?

—El libro trajo cosas muy novedosas que interesaron mucho, sobre todo en cuanto a sus enemigos que siempre quedaban ocultos. Que son nada más y nada menos que Rivadavia y Alvear, dos próceres del liberalismo argentino. Además aparece ese texto inédito de Alvear. Ese apócrifo de una supuesta autobiografía de San Martín, pero escrita por Alvear, que estuvo oculta por 200 años.

—¿Con qué San Martín te encontrás después de leer el libro?

—Un San Martín bastante real, más cercano a la realidad. Un hombre completo, que le interesaba el arte, la música, el pensamiento, la filosofía, la literatura. Un fanático del Quijote que hace muchas analogías y parábolas con ese texto. Y sorprende porque nos han hablado siempre de un San Martín casi exclusivamente militar.

—Después de escribir el libro, de tanta investigación ¿sentís que agotaste a San Martín como tema?

—No me cansa San Martín. Hay gente que después de biografiar a alguien le agarra una saturación. A mí no me pasa, es un tipo del que sigo enganchado. No se agota, sigue el debate, la gente que llega a San Martín y hace preguntas distintas. Ni a mí me agota ni se agota.

—Habría que preguntarle —aporta Dario Z— a instituciones o equipos de fútbol que se llaman San Martín, si expresan algo.

—Yo creo —le responde Pigna— que hay una disociación fuerte y lo noté al hablar de la Copa Libertadores. La gente no hace conexión entre San Martín y Bolivar, que es a quienes se homenajea con esa copa. Hay una disociación muy grande, el tipo que vive en Avellaneda, no vincula ese lugar con Nicolás Avellaneda. Incluso el que vive en San Martín. Hay una disociación muy fuerte entre lo nominal de un lugar o una copa.

—Lo importante de la Copa Libertadores es que Independiente la ganó siete veces —interrumpe el periodista.

—Independiente que es toda una referencia histórica —agrega el historiador.

—Estaría bueno —dice el filósofo— que los dos, como hinchas de Independiente, reflexionen de la independencia que tiene realmente en este momento Independiente.

Parece que el tramo de la charla lo ganó el filósofo, aunque es de Estudiante de La Plata.

Por su parte, Darío Sztajnszrajber sobre ¿Para qué sirve la filosofía? dice que es un libro que “se sostuvo en el tiempo”. “No terminó su momento cuando se publicó, sino que tiene una venta periódica que hace que se mantenga a mediano plazo”, explica.

“El libro empezó a tener muchísima llegada a otros países latinoamericanos”, cuenta Darío y agrega que hace pocos meses se editó en México. Que el libro se edite en otros países invita a otra reflexión del filósofo: “Esto es interesantísimo, cómo este género, que es el de la divulgación filosófica, con un libro escrito en un lenguaje bastante porteño tiene tanto enganche en México, Colombia y otros países. Evidentemente hay algo universal en la filosofía que atraviesa esa frontera.

DIVULGACIÓN DEL SABER

Felipe Pigna y Daría Z popularizaron el conocimiento. Cada uno a su manera y en su área logró que muchas personas se interesaran por querer saber, por pensar, por dudar, por interpelar, por reflexionar.

—Tiene que haber una predisposición —asegura Sztajnszrajber—. No es que lo que hacemos llega a cualquiera porque sí. Tenés que venir con la idea de abrirte, tanto a la inquisición de la filosofía como a la interpelación de la historia. Porque no es un espectáculo que te entretiene, acá tiene que haber una apertura. El saber necesita de una apertura, para que el lenguaje, el género llegue de algún modo. La filosofía es un trabajo, una profesión y la divulgación es una herencia de mi trabajo docente.

—No fue algo buscado, es mi forma de expresarme. No busqué escribir un libro de masas como fue Mitos I. Era la forma que yo entendía tenía que escribirse la historia, contarse. Fue un libro muy humilde, de 3 mil ejemplares. Fue todo muy explosivo, las colunmnas con Mario tuvieron mucha masividad. Fue algo inédito que la historia tuviera tanta masividad.

ENCUENTRO, UN CANAL DE INCERTIDUMBRES

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Tanto Felipe Pigna como Darío Sztajnszrajber tienen programas en Canal Encuentro, el canal educativo del Estado que fue creado en 2007 por el gobierno kirchnerista. “Canal Encuentro para muchos de mi generación es clave. Es una política cultural que apostó a la divulgación como política”, dice el filósofo y asiente el historiador.

—¿Cómo ven el futuro del canal y sus programas?

—Por ahora no hay grandes definiciones, no hay noticias ni novedades —admite Darío—. Hipotetizar no tiene sentido. Hubo declaraciones de Lombardi muy en la línea del arribo de las nuevas autoridades, de revisar lo que había, pero no tuvimos ninguna noticia.

—Los dos tenemos proyectos en marcha —agrega Felipe—, no se nos dijo que se quedaban suspendidos, que no seguían o que continuaban.

—¿Canal Encuentro debería ser y seguir independientemente al gobierno?

—Debería serlo, es un canal con una dinámica propia —cuenta Pigna—. Absolutamente instalado y creo yo imprescindible. Es un canal orientado a lo pedagógico donde hay un insumo importante para la educación pública y privada. No debería cambiar, ya es algo establecido Encuentro. Un logro.

—Aunque todo depende —agrega Sztajnszrajber— cuáles sean las políticas educativas, culturales y comunicacionales del nuevo gobierno.

—Ahora —abre interrogante Felipe—si la pregunta es si nosotros trabajaríamos en Encuentro con este nuevo gobierno, por supuesto que sí. Porque es la defensa de un espacio donde cada uno sabe lo que tiene que hacer y no haríamos otra cosa que lo que hacemos. Creo que hay que defender ese canal y seguir aportando lo que puede aportar en ese canal.

—Para mí —aclara Darío— mientras que el tipo de programas que hacemos se pueda hacer tal como lo hacemos, sí. Lo que pasa es que hay que ver qué política educativa se genera desde ahora.

—Sí —concuerda el historiador— porque el canal dependió hasta ahora del Ministerio de Educación.

—¿Pero qué es lo que ustedes creen que pueda pasar?

—Hay una idea educativa que si el nuevo gobierno las continúa el programa seguirá —dice Darío Z, sobre su programa Mentira la verdad—. En la medida que decidan de hacer de su política educativa otra cosa no. Hoy no se sabe nada.

—Encuentro es un lujo —dice orgulloso Felipe, creador del programa Ver la historia—. Lo he hablado con extranjeros que estudian medios y quedan fascinados. Hay pocos lugares que tengan un canal como Encuentro.

IDENTIDAD EN TIEMPOS DEL KIRCHNERISMO

—¿Se puede, con tan poco tiempo pasado, pensar en una identidad en tiempo del kirchnerismo?

—Podríamos hacer un análisis más conceptual de cuáles fueron las transformaciones, sobre todo desde el punto de vista del lenguaje, el relato —piensa en voz alta el filósofo—. De lo identitario tomando la famosa frase “la patria es el otro”. De cómo se repensó la patria, la nación. 12 años son muchos años y hay hitos simbólicos y prácticas políticas concretas en la reformulación en la relación entre el Estado y el mercado en donde uno puede hacer un análisis. Después hay una cuestión periodística que nos excede. No hacemos periodismo, hacemos una reflexión. Siempre es difícil hacer historia sobre el pasado reciente. ¿O no Felipe?

—Sobre todo en un tema como la identidad que requiere un análisis tan preciso —contesta el historiador—. Si la pregunta es si lo podemos hacer, sí, lo podemos hacer perfectamente, pero no estuvo en el plan cuando hicimos las charlas.

Felipe Pigna y Darío Sztajnszrajber dieron una charla de lujo en Mar del Plata y la charla con ellos se da en cualquier momento, en sus libros, en la radio, en una entrevista y en sus programas en Canal Encuentro, un lujo que no se puede perder, no importa el gobierno que esté al frente.

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09/01/2016