Revista Ajo: un anuario como reflejo del trabajo colectivo
El medio autogestionado presenta su primer anuario, una selección de los mejores trabajos publicados en este año de vida. La iniciativa es el puntapié de la otra pata del proyecto: Ajo editora, una editorial para publicaciones locales.
La realidad, muchas veces, supera las expectativas. Aquello que uno imagina y proyecta puede -si hay ganas, un poco de suerte y mucho empuje- transformarse en algo concreto, tangible. Para quienes llevan adelante el proyecto de Revista Ajo, la presentación de su primer anuario es mucho más que un evento: es la prueba de que el periodismo está vigente, de que la gente sí quiere leer y de que el camino de la autogestión, no hay ninguna duda, es la mejor opción.
“Nos decían que la gente no lee mucho y que las notas extensas ya no van. Que mensual mejor no, que del papel olvidate. Y un día, nos dimos cuenta que la gente sí lee notas largas. Y fuimos aprendiendo que Ajo puede ser todo lo que seamos capaces de imaginar. Entonces, entramos a imprenta. Una selección de algunas de las notas que circularon durante los primeros 12 meses de Revista Ajo, concentradas en un libro”.
La síntesis la elaboraron los propios impulsores de Ajo para darle vida al evento que este sábado desde las 19, en Chacabuco 3639, será el escenario de presentación del primer anuario de la revista, de una primera experiencia volcada en papel y de una iniciativa que, además, es el puntapié para lo que será la otra pata del proyecto: Ajo editora, una editorial para publicaciones locales. Más allá del evento de hoy, los anuarios estarán disponibles y a la venta en distintos puntos de la ciudad a partir de la semana próxima.
Federico Polleri, periodista e integrante de la cooperativa que gestiona Revista Ajo, se refirió al balance trazado a poco más de un año de lanzado el proyecto y de la evolución de la propuesta. “Cuando arrancamos teníamos expectativas moderadas. Y en ese sentido fue bastante sorprendente ver la respuesta, porque el proyecto nació como respuesta a una crisis en los medios de comunicación”, sostuvo.
En ese sentido, Polleri recordó aquel fantasma de que “los lectores ya no leen” y dijo que contra todo pronóstico insistieron con la idea de hacer periodismo de largo aliento, lo que implica “tomarnos tiempo para escribir, leer, reportear y chequear”, según expuso. Y la respuesta, a su parecer, fue más que positiva.
“Nos sorprendimos gratamente pero desde arranque. Y que eso se haya sostenido en el tiempo es importante, porque uno piensa que por ahí la novedad genera curiosidad, pero cuando se sostiene en el tiempo, quiere decir que gusta, que era un espacio que hacía falta y era necesario”, reflexionó.
LARGO ALIENTO Y COYUNTURA
Consultado respecto a cómo fue el traspaso del medio digital al papel, para el periodista se trató de un proceso “difícil, pero muy importante”. “La revista digital es una pata del proyecto, porque Ajo editora es otra pata, y ahora tenemos el anuario como para arrancar, porque queremos empezar a pensar en otro tipo de publicaciones, otro tipo de libros”, sostuvo, respecto a lo que, a futuro, será otro aspecto de este proyecto colectivo.
El anuario de Revista Ajo, listo para salir. (Foto: Revista Ajo)
En cuanto a la selección de los trabajos incluidos en el anuario, que tiene unas 150 páginas e incluye alrededor de 15 publicaciones, la misma representó todo un desafío. “Elegir fue difícil, había mucho material. Estábamos muy conformes con todo y trabajamos colectivamente siempre para cada número. Lo cierto es que nos encariñamos con la mayor parte del material publicado”, admitió.
Y respecto al contenido del primer anuario, en el mismo hay una selección variada, pero no solo de publicaciones, sino también de “temas, géneros periodísticos, imágenes”. “Quisimos hacer una selección variada, una buena muestra de lo que fue el año”, consideró.
Por otro lado, y en relación al impacto y la llegada que tienen las publicaciones, para Polleri aquellos temas que cruzan “el largo aliento con la coyuntura son explosivos”. “El largo aliento permite una profundidad que la noticia caliente no. Pero ese tiempo nos deja un poco por fuera de la coyuntura. Así que cuando nuestros temas coinciden con algún acontecimiento vemos que la recepción y la respuesta es explosiva”, consideró.
EL MUNDO COOPERATIVO
Por supuesto que, más allá del proyecto en sí, la idea de llevar adelante un medio autogestionado le aporta una cuota extra a cualquier iniciativa. Y eso, para el colectivo que le da vida a Revista Ajo no es algo menor.
“Hoy somos ocho integrantes en la cooperativa y la verdad es que es un proceso maravilloso el de la autogestión, porque da una libertad absoluta y permite asumir riesgos”, entendió Federico Polleri, al tiempo que apuntó: “Las dificultades al lado de lo que ofrece este camino son menores; lo cierto es que hay que trabajar mucho para sostener y hacer sustentable un proyecto cooperativo”.
Y justamente en este último punto, los integrantes de Revista Ajo consideran que la idea de un anuario es también una manera de vincularse con el lector y de que ellos puedan aportar. “Comprando el anuario uno dice ‘quiero que un medio como Ajo se sostenga, crezca y se consolide’; nos negamos a que nos intervengan la línea editorial, pero sí muchos lectores deciden aportar y una de las formas de sumarse es con la compra de un anuario”, completó Polleri.
