Al Ver Verás: de la inseguridad a pagar diez mil pesos de luz
El club de Parque Palermo, que hace un año amagó con cerrar sus puertas y logró que el Estado se fije en el barrio, ahora está en jaque por la economía. “Aunque todos los clubes sufren lo mismo, a nosotros se nos multiplica”, aseguró su presidente.
Un año atrás, el presidente de Al Ver Verás, Carlos De Los Reyes, alzaba la voz para que de una vez por todas el Estado pose sus ojos, no sólo en el club, sino también en el resto del barrio Parque Palermo. Movió cielo y tierra, logró la atención que buscaba, pero ahora también lo atacan los tarifazos, que en los últimos meses colocaron al club entre la economía y la pared.
En un contexto local y nacional desfavorable para los clubes de barrio, que dan sostén a los sectores más postergados de la sociedad, el Duende de Parque Palermo no se mantiene al margen. “De $1000 pesos que pagábamos de luz por bimestre, pasamos a pagar $10000, además de que los gastos que se han multiplicado” aseguró De Los Reyes, en diálogo con QUÉ Digital.
Las dificultades económicas del verdirrojo se agudizaron en los últimos cuatro meses: “Mes a mes fue aumentando”, comentó el presidente y aclaró que, si bien el problema económico y social ya lo tenían, “se agrava cada vez más”.
Al tratarse de un club de barrio, instalado en la periferia de la ciudad, da cobijo a alrededor de 150 personas que asisten diariamente al club y que encuentran en él la vía de escape, al menos por un momento, de un complejo entramado social. Es por eso que, pese al servicio que brinda y a diferencia de otros clubes, no puede solventar sus gastos cobrando cuotas de socio.
“Nosotros tenemos la suerte que tenemos partidos domingo a domingo, pero empeoró la situación porque hubo muchas fechas que se suspendieron y no recaudamos para nada ¿De dónde vamos a sacar la guita? Esa la única manera. Nosotros no cobramos cuota de socio: a los chicos le cobramos 5 pesos para el seguro y a gatas lo podrían pagar”, comentó.
LAS AYUDAS LLEGARON, EL PROBLEMA DE FONDO CONTINÚA
Con respecto al petitorio que hicieron el año pasado a las autoridades municipales en medio del momento más difícil del club, que incluía luminaria y presencia policial para reducir la inseguridad en los alrededores, De Los Reyes aseguró que las luminarias llegaron, pero ya tienen la mitad de ellas rotas. “No tenían la protección necesaria, estaban los focos solos y los rompieron”.
En cuanto a la seguridad, se instaló un módulo policial en la 47 y Tetamanti, lejos de la zona de cobertura que habían pedido abarcar desde el club: “Lo pusieron fuera de lugar. Nosotros queríamos que lo pusieran por la calle Mario Bravo, no sólo por nosotros sino por el corredor que hay entre los clubes Argentinos del Sud, Talleres y Urquiza. El domingo fuimos a jugar a Argentinos: encañonaron a un pibe y le robaron el celular; todos los domingos pasa lo mismo”.
“ACÁ LA GENTE ESTÁ CAGADA DE HAMBRE”
El entramado social de la periferia del Partido de General Pueyrredon -particularmente la que rodea a los barrios Parque Palermo, Parque Hermoso y Las Heras que abastecen de chicos al club- es muy complejo y se agudiza día a día. “Acá la gente está cagada de hambre. Te dan ganas de disparar de acá, porque vos te das cuenta en la situación que están los chicos, la gente grande, todos y es impresionante”, relató.
Sin embargo, De Los Reyes siempre destaca con orgullo el rol social que ocupan los clubes y el suyo en particular y dice que, pese al contexto, no va a bajar los brazos: “Tenemos que seguir. La gente tiene que aprender a luchar, tiene que movilizarse. Sino, con tantos años de marginalidad acá, va a ser difícil salir, porque además la educación es muy pobre”, enfatizó.
“Yo vivo preocupado en ver si podemos dejar alguna enseñanza. Todo esto ya viene de muchos años atrás y los problemas se están agudizando porque con el modelo están tratando de volver 50 años para atrás. Nosotros lo que tenemos que intentar hacer en el club es dejar una enseñanza para que los chicos aprendan a luchar, y que sean felices”, completó.
