Alvarado sufrió pero logró la clasificación en el final

Alvarado revirtió dos resultados en contra y, en una de las últimas del partido, se quedó con una sufrida victoria por 3 a 1 ante Chaco For Ever, lo que le permitió dar vuelta el resultado de la ida y quedarse con la sufrida clasificación a la siguiente instancia de playoffs del Torneo Federal A.

El partido empezó como el tiempo para Alvarado, lluvioso, pero poco a poco la llovizna empezó a cesar y la noche empezó a sonreírle al local: empezó abajo en el marcador, un penal de Susvielles antes del final del primer tiempo lo dejó con vida y en el segundo tiempo lo liquidó con un bombazo de Molina y la agónica aparición de Wilson Albarracín, con la que evitaron los penales y sacaron pasaje directo a la siguiente instancia.

En los primeros minutos, donde sorpresivamente el equipo visitante se paró de igual a igual en la cancha, lejos de refugiarse para cuidar la ventaja conseguida en la ida, la primera fue para Alvarado. Llegó a los 9’, con una buena pelota en cortada de Erviti para Molina, que no pudo llegar antes que el arquero Canuto rechace al córner.

Minutos después, Alvarado empezó a tomar el protagonismo, aunque casi sin llegadas de peligro verdadero, como a los 18’ con un remate débil de Molina desde lejos y, a los 25, de Litre.

Al poco fuego ofensivo de Alvarado, en gran parte mérito de Chaco, el equipo visitante le sumó efectividad y un baldazo de agua fría para Alvarado: a los 31’ Diego Magno recibió en el lateral derecho, y tiró rápidamente el centro, y entre los centrales apareció Lucas Rivero para poner el 1 a 0 y la impaciencia floreció en la hinchada local. Así, en la primera que llegó, el visitante obligó a Alvarado a hacer dos goles para forzar los penales.

El Torito intentó una reacción rápida, y casi lo logra en dos minutos: primero con una individual de Litre que definió ante la salida del arquero y se la sacaron en la línea. Después, con un cabezazo y un mano a mano de Erviti. Tanta presión surtió su efecto y, tras un córner a los 37’, el árbitro vio una mano dentro del área y cobró el penal que Joaquín Susvielles cambió por gol y devolvió un poco de tranquilidad a su gente antes del final del primer tiempo.

En el inicio del complemento, el ingreso de Albarracín, que se preveía como una de las opciones desde el arranque, le sumó más gente en ofensiva pero obligó a que Erviti pase a jugar unos metros más retrasado. El cambio casi le da resultado rápidamente, cuando el Fantasma recibió un pelotazo largo, controló frente al arquero pero no pudo definir. Pero a los 11’, esta vez el cambio se hizo efectivo: Albarracín bajó un centro de manera excepcional en el área, con una pisada desconcertó al defensor que lo marcaba, remató y, aunque el arquero lo sacó de manera increíble, en el rebote la agarró Molina y, con un bombazo puso el 2 a 1.

Después de gol, el empuje de Alvarado no cesó y al rival empezó a simpatizarle la idea de aguantar el resultado, para al menos llegar a los penales y no arriesgarse a que el Torito se lleve la clasificación en los 90’. No obstante, en las pocas oportunidades en las que el visitante llegó con peligro, ahí apareció Rago para mantener la tranquilidad.

A minutos del final llegó la alegría para el equipo local: después de tanto sufrir y empujar, finalmente un tiro cruzado desde la izquierda de Susvielles al corazón del área llegó a Albarracín en el área chica, el Fantasma remató al cuerpo del arquero, en el rebote se repitió la fortuna del uno, y en el tercer intento, la puso al rincón, pegado al palo derecho del arquero.

Así, de manera agónica, el gran caudal de público que llegó al Minella explotó de felicidad con el 3 a 1, la euforia de los minutos finales llegó hasta el campo de juego donde, después del pitazo de Nasier, los jugadores empezaron un festejo alocado junto a la hinchada.

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