La caravana del campeón: la fiesta en las calles
Miles de personas acompañaron al plantel de Aldosivi desde la entrada a Mar del Plata hasta el predio del Puerto. El ascenso, en las calles, tuvo un festejo de Primera División.
Tal y como sucedió hace algo más de cuatro años, una eterna fila de hinchas recibió al plantel de Aldosivi que anoche logró el ascenso en Sarandí, y luego lo acompañó en una multitudinaria caravana por las calles del centro hacia el predio de Punta Mogotes.
El equipo marplatense, los campeones del Torneo Nacional B 2017/8, apareció por el horizonte de la Ruta 2 alrededor de las 13, pasado el mediodía. De este lado, en la rotonda de avenida Constitución, ya los esperaba un “mar” de gente.
Miles de personas con sus banderas, camisetas, cánticos, en autos, camiones, bicicletas y motos, todos fueron a la par del plantel y pintaron de verde y amarillo los más de 17 kilómetros que separan a la rotonda del predio del club en Punta Mogotes. Con una camioneta abriendo el paso y musicalizando la jornada, y bajo la atenta mirada de la Policía Bonaerense -a cargo de la custodia- este sábado todo fue celebración en Mar del Plata.
En el interior del micro en que trasladaron al plantel, la fiesta de los jugadores contagiaba todo el tiempo a lo que ocurría en las calles. El grito de felicidad del plantel desde el micro descapotado, alternó entre dos canciones cantadas como nunca en las últimas horas: el “dale campeón” y el inmortalizado “el Verde es de primera, que la cuenten como quieran”.
Con el correr de las cuadras, cada vez más gente se fue sumando a la caravana; los cientos de hinchas que se acercaron a la Ruta 2 se transformaron en miles, hubo una cola interminable de autos, colapsó la costa desde Constitución hasta el centro y la avenida Independencia se convirtió, durante algunos minutos, en una arteria de única dirección, una arteria que se vio invadida por los colores verde y amarillo y la euforia y el calor de la hinchada.
Alrededor de las 17, la caravana llegó al Puerto, a la zona sur, donde el predio del equipo marplatense dio cobijo a los miles de personas que acompañaron hasta el fin, como una procesión de la fe futbolera, esta vez, con la copa del Nacional B como principal objeto de adoración.
