La escuelita de Cadetes, un semillero con compromiso social
Con la apertura de una nueva sede e inscripción online, Cadetes sigue apostando a los más chicos. “Los aleja de un montón de otras cosas que no están buenas y comparten cosas con otros chicos”, dicen desde el club.
Un club, los compañeros de equipo y las relaciones que se generan allí, pueden hacer la diferencia en contextos sociales adversos y de exclusión. Cadetes no queda al margen de esta función social de los clubes y, con su escuelita, además de nuevos talentos, sigue apostando a contener y facilitar el acceso de los más chicos a una actividad física. En ese sentido, ya son tres las escuelitas que abrió en distintos puntos de la ciudad.
“Sabemos que a los chicos los aleja de un montón de otras cosas que no están buenas y comparten cosas con otros chicos, desde lo deportivo y lo social”, así relata Fabián Menéndez, coordinador general de la escuela de fútbol de Cadetes, uno de los tantos motivos por los cuales un club es tan necesario en cualquier esquema social.
Importante es captar chicos, contenerlos, y también que permanezcan. Por eso, Cadetes no sólo los recibe con clases en su sede social de San Juan 2762, sino que también dispone de otros dos salones donde decenas de chicos se divierten, aprenden y generan vínculos, como Monacchi (Moreno 3545) y, el recientemente inaugurado, La Meca (Juan B. Justo 5279). Distintas opciones para una ciudad de las proporciones de Mar del Plata, y además con la comodidad que representa el poder realizar la inscripción vía internet.
“Tratamos de ser un club organizado en todo lo que podemos y tenemos claro en cómo hacerlo. Tenemos una parte social bien marcada. Cuando vienen chicos con ciertas problemáticas, sea de práctica, de horarios o traslado, siempre, aunque afecte un poco a nuestra organización, somos flexibles para encontrarle una solución”, comentó sobre los esfuerzos para que los chicos puedan tener acceso al deporte.
Los chicos de Cadetes escuchando atentamente Feuillassier, surgido en el club y hoy en el Real Madrid.
“Hacemos nuestro trabajo para que los chicos puedan hacer deporte, para nosotros es lo más importante. Cuando llegan a edades en los cuales no tenemos tanta oferta para que sigan viniendo, tratamos que de alguna forma puedan seguir porque sabemos lo difícil y caro es mantenerse en actividad”, agregó.
“Trabajamos con la idea general de la formación de los chicos y tratamos que cada espacio responda a la demanda social de los chicos que vienen a aprender fútbol. La escuela es iniciación, los primeros contactos. A medida que vayan aprendiendo y progresando, tratamos que tengan la posibilidad de llegar a instancias donde se compite un poco más. Hacemos dos clases por semana y salidas cada 15 días”,
La edad tentativa de inicio es de 5 o 6 años, pero no es excluyente ya que depende de cómo cada chico o chica se desenvuelva en la clase. Se trabaja con ellos hasta que puedan pasar a pasto en preliga o al futsal del club, reciente campeón de Primera División de la Liga Marplatense de Fútbol. “Previamente les pedimos que hagan dos clases a prueba, para ver si los compañeros de clase y el manejo institucional les gusta y es acorde a lo que ellos quieren, porque es lo más importante para nosotros”, contó Fabián.
Así, Cadetes, además de sus resultados como semillero del cual surgieron futbolistas como Francisco Feuillassier, Santiago Rosales o Ezequiel Bonifacio, entre otros, refuerza una vez más su rol social en el inicio de un nuevo año y con la intención de que se sigan sumando chicos al proyecto del club.
