El drama de los preservativos
Editorial QUÉ, en la radio
El sexo libre y seguro no tiene que ser un lujo, no puede estar privatizado, no puede ser para los pocos que puedan pagarlo. El sexo, y no por hacerle publicidad a Freud, es poderoso, de lo más poderoso que tiene el ser humano.
Contra el sexo no pueden ir los gobiernos, hay guerras religiosas, hay debates y debates y debates. Y hay sexo, sobre todo hay sexo.
El sexo libre y seguro tiene que tener al alcance preservativos y anticonceptivos. No tiene que haber excusas al respecto: el Estado tiene que proveer forros y no solo en la política, sino también preservativos, para ser usados, prevenir enfermedades, y luego ser desechados. Como a veces también pasa en la política, aunque nunca haya escasez de forros en ese lugar.