Jueves 28 de marzo | Mar del Plata
03/11/2018

Mar del Plata recortada

Resumen de la semana | QUÉ, en la radio

Mar del Plata recortada

Señores pasajeros, tengan muy buenos días, sepan disculpar la molestia, voy a requerir tres minutos de su atención. Mi nombre es Mar del Plata, soy madre de miles de hijos, me quedé sin trabajo y vengo en busca de su colaboración. Para el bolsillo del caballero o la cartera de la dama vengo a ofrecer estas lapiceras, pañuelos descartables y pastillas de menta que voy a pasar a entregar.

Con la cabeza en 45 grados hacia la ventanilla solo unos pocos pasajeros miraron al frente. La imagen afuera, en la calle, parecía más interesante. “¡Otra vez protesta!”, se quejó uno desde el fondo al ver a los docentes municipales manifestándose en la avenida con carteles contra el ajuste de sus salarios.

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“Estaban cobrando de más, señor, ¿qué quieren, educar a nuestros hijos y encima ganar bien? Está perfecto el recorte”, les gritó el chofer y frenó en la siguiente parada. “Y el boleto desde hoy me lo pagan más caro”, retrucó.

Mar del Plata ya había repartido las lapiceras, los pañuelos y las mentas entre todos los pasajeros. Les pidió una colaboración a voluntad, les contó cómo perdió el trabajo y reconoció no sentir vergüenza de salir a rebuscársela, en lugar de ir a robar.

El colectivo se detuvo y subieron dos pasajeros y un inspector de lentes oscuros y piloto largo azul. Saludó con un apretón fuerte al chofer y sacó una desgastada tijera de uno de sus grandes bolsillos. “Boletos, por favor”, pidió fuerte. Mar del Plata se dio vuelta para mirarlo y le señaló que los boletos ya no se imprimen, aunque deberían. “¡Boletos por favor!”, insistió.

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El chofer lanzó una risa burlona a través del espejo retrovisor. “¿De qué se ríe?”, le preguntó un pasajero al conductor. “¿Y por qué usa una sábana blanca en vez de camisa?”, indagó otro. Mar del Plata les explicó que era un chofer fantasma amigo del inspector y en ese instante supo que no vendería ninguna lapicera, ni pañuelo ni pastilla.

El inspector atravesó el colectivo con una tijera. Le recortó a la mitad el plástico de la tarjeta SUBE a una pasajera; le recortó la tarifa social a una jubilada. Le recortó el pase a un estudiante y le terminó recortando el pelo a un joven de pelo largo. “Las mujeres pueden dedicarle 4 horas a la cabeza, pero el hombre debe tener el cabello corto”, desafió el inspector. Les dijo que venía de recortarles el salario a los docentes y que no le temblaría la mano de seguir empleando la tijera ya desafilada.

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Mar del Plata volvió a guardar todos los elementos en el bolso. El chofer se rió al confirmar que no había vendido nada. El inspector le hizo señas con la tijera. Los pasajeros siguieron cabeceando contras las ventanillas.

“Págueme lo que me debe”, le dijo de pronto Mar del Plata al inspector. Tijera en mano, el hombre de piloto esquivó el reproche. “Usted me compró lapiceras y nunca me las pagó”, acusó Mar del Plata. El inspector le hizo otra seña al chofer para que frenara en la próxima parada y éste pese a la sábana blanca que lo cubría comprendió y detuvo de golpe su marcha.

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Poco entendieron los pasajeros en esos últimos segundos. El inspector esquivó la deuda que le reclamó Mar del Plata y arrimó a bajar los escalones. “No se preocupe, esto es para usted”, le dijo Mar del Plata. Le dio lapiceras para que tome nota de lo que debe y le entregó un paquete de pañuelos descartables. “Es por si se engripa o alguna vez tiene remordimiento de conciencia por tanto usar la tijera”, le explicó.

El inspector no entendió pero antes de bajar guardó los pañuelos y las lapiceras en su bolsillo junto a la tijera oxidada. Sin embargo encontró también que Mar del Plata le había dado otro pequeño paquete. “¿Y esto?”, preguntó sorprendido el inspector. Los pasajeros ahora sí se enfocaron en la escena y el chofer giró la cabeza. Mar del Plata le explicó que eran pastillas de menta para el mal aliento porque “tanto usar la tijera le debe provocar indigestión, por lo menos nos la provoca a diario a todos los que estamos siendo recortados en su inspección”.

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03/11/2018