Palabras, solo palabras
Editorial QUÉ, en la radio
La palabra tiene fuerza, tiene potencia, tiene poder. Uno puede comprender lo que sucede cuando lo nombra, lo nombra porque sucede. La palabra define el mundo y mientras más palabras, más grande el mundo, más interesante, más rico, más intenso.
Y ese mundo de la semántica no sólo refiere al significado de las cosas: las crea, las inventa, les da lugar para que pasen a la acción, pero hay que acompañar la semántica con la acción.
Y la palabra es repudio. Repudio a los ataques neonazis. El discurso era repudio a los ataques neonazis. La acción era repudiar de manera taxativa los ataques neonazis. Sin embargo la acción pasó y en centro de la democracia el oficialismo electo no repudió una práctica fascista.
Y las palabras tienen poder, tienen fuerza, tienen potencia. Con la palabra “femicidio” pasa lo mismo. Con las palabras “violencia de género” también. La política las dice, las menciona, pero en la ciudad la Dirección de la Mujer sigue sin coordinación. Palabras y acción.
Las palabras tienen poder, poder de cambiar al mundo, de definirlo y redefinirlo. La palabra que sigue es acción, aunque los políticos no la quieren decir ni escuchar.
