Martes 16 de abril | Mar del Plata
10/06/2015

Crimen de Laura Iglesias: los testimonios que apuntan a Cuello

En la tercera jornada del juicio por el homicidio de la trabajadora social prestaron declaración las dos personas que vincularon al joven de 21 años con el hecho. Este jueves serán los alegatos.

Crimen de Laura Iglesias: los testimonios que apuntan a Cuello
Una de las testigos en la tercera jornada del juicio (Foto: QUÉ Digital) ©

En lo que fue la tercera jornada del juicio a Esteban Cuello, único imputado por el homicidio de Laura Iglesias, prestaron declaración tres testigos, dos de los cuales aportaron datos claves en cuanto a la vinculación del joven de 21 años con el asesinato. Las partes entendieron que la prueba incorporada durante todo el debate fue suficiente por lo que este jueves se darán a conocer los alegatos.

En primer término dio su testimonio Silvia Zarvania, vecina  y amiga de Laura, y una de las personas que vio a la trabajadora social por última vez antes de su muerte. Tras relatar cómo fue la jornada del 29 de mayo de 2013, la testigo se refirió a cómo la policía, al momento de la desaparición, mencionó insistentemente  la posibilidad de que se tratara de un suicidio a causa de una enfermedad terminal, algo que fue desmentido.

“La policía vino a mi casa a la madrugada y me insistió con eso; me trataron muy mal y no eran los efectivos habituales”, señaló y luego se refirió a cómo vio a su amiga en los días previos a su asesinato. Sobre eso mencionó que había hablado con Laura, que la había notado perseguida y que incluso “alguien la llamaba insistentemente y estaba nerviosa” la noche anterior a lo ocurrido.

En ese sentido, la testigo dijo haber escuchado, sobre esas conversaciones telefónicas, que Laura se refería a cuestiones laborales, aunque nunca le confesó de qué se trataba. “Sé que quería hacer algún tipo de denuncia contra el Estado, pero nunca me dijo mucho más”, afirmó y reparó en que su amiga “sabía manejarse muy bien con personas violentas y en situaciones de conflicto”.

Luego fue el turno de la declaración de Lucrecia Piri, familiar política de Esteban Cuello y quien al momento del homicidio vivía en la casa principal del terreno donde residía el joven. Respecto a lo que sucedió aquel día, Piri relató que estuvo con Cuello durante la mañana, contexto en el que el acusado vio el auto de Laura encajado en la tierra. Recién volvió a verlo pasadas las 19, cuando el joven arribó al domicilio en cuestión, “pero estaba como perdido, drogado”.

“Mi marido lo echó y le dijo que así no podía estar, porque estaban los nenes adentro”, indicó y luego mencionó, respecto al auto varado en la calle, que cuando el 29 de mayo volvía a su domicilio vio que del lado de la puerta del conductor había una persona masculina con un buzo negro y un pantalón gris, pero no logró reconocer a nadie. Justamente, esa era la vestimenta que Cuello tenía puesta ese día, según sus propias palabras.

En al día posterior al hallazgo del cuerpo de Laura, Piri señaló que Cuello estaba tranquilo, pero que cuando vio el operativo que se realizaba en la zona del auto deslizó: “Le voy a decir a mi rancho Raúl que se esconda”. Raúl es Raúl López, amigo de Cuello y a quien frecuentaba junto a otros jóvenes.

Respecto a eso, tanto el Ministerio Público Fiscal como el particular damnificado ahondaron en la posible vinculación del crimen con otros imputados. Precisamente, la testigo reparó en que uno de los jóvenes que formaba parte de ese grupo se habría suicidado “por no poder aguantar la culpa de lo que había hecho”. Sin embargo, la carta en la que estaría plasmada esa declaración habría sido quemada por el hermano del hombre.

Finalmente fue el turno de Alejandro Alteff, el testigo que afirmó haber visto y reconocido a Cuello merodeando el auto de Laura. El hombre, que vive sobre una loma en inmediaciones del barrio, recordó que tras ordeñar sus vacas se dirigió a la casa de una vecina y allí fue donde vio a Cuello, a quien conocía porque un amigo de él lo había señalado como “una plaga”. Respecto a lo que estaba haciendo el joven, Alteff confirmó que lo vio agachado en la puerta del lado del conductor y que llevaba consigo un estéreo.

Después, continuó el testigo, cerca de las 17 vio pasar a Cuello por la puerta de su casa y tenía en su poder un celular negro, con el que escuchaba música sin auriculares y “mandaba mensajes”. Según dijo, llevaba un buzo negro y un pantalón roto a la altura de la rodilla.

Tras las declaraciones de los testigos, las partes involucradas coincidieron en que la prueba aportada durante el debate fue suficiente, por lo que se dispuso que este jueves se desarrollen los alegatos, tal y como estaba previsto. La semana próxima, en tanto, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) Nº 3 dará a conocer su veredicto.

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10/06/2015