Estafas en el Procrear: condenan a seis años de prisión a Aquino
Se trata del constructor que fue juzgado por 50 hechos de los que resultaron víctimas más de cien personas. Su pareja fue absuelta.
El constructor Pablo Aquino fue condenado a seis años de prisión por el delito de estafas en 50 hechos de los que resultaron víctimas más de cien personas que construían sus viviendas entre marzo del 2014 y enero de 2015 luego de haber sido beneficiadas en el marco del Programa de Crédito Argentino (Procrear). Su pareja, por su parte, resultó absuelta.
Aquino y Natalia Vaccaro llegaron imputados al juicio -que se inició el pasado 20 de marzo- como autor y partícipe necesario -respectivamente- por las estafas cometidas a beneficiarios del Procrear. Por el Juzgado en lo Correccional Nº 5, a cargo del juez Leonardo Celsi, pasaron a declarar alrededor de 80 testigos.
Días atrás se realizaron los alegatos en los que el fiscal de delitos económicos, Javier Pizzo, solicitó que a Aquino se lo condene a la pena de siete años de prisión mientras que para Vaccaro pidió que se le imponga una pena de tres años de prisión.
Finalmente, este viernes el juez dio a conocer la sentencia en la que se condenó a Aquino a seis años de prisión y se absolvió a la mujer por considerar que no se encontraba acreditado el dolo en su accionar.
Tras haber escuchado la sentencia, el fiscal Pizzo mostró su conformidad teniendo en cuenta que le fue impuesta a Aquino una de las máximas penas por el tipo de delito en cuestión y adelantó que evaluarán en las próximas horas si apelarán la absolución de Vaccaro.
EL CASO
De acuerdo a la hipótesis que sostuvo el Ministerio Público Fiscal a lo largo del proceso, entre marzo del 2014 y enero de 2015, Aquino -mediante el ardid consistente en aparentar una empresa y simular la existencia de una organización destinada a la construcción de viviendas denominada “Modularq Empresa Constructora”- concretó 52 estafas a quienes, de buena fe, contrataron sus servicios.
En cuanto al modus operandi, el constructor publicitaba su falsa empresa a través de Internet y la hacía responsable “civil, laboral y penalmente por las contingencias que pudieren surgir de los contratos” para cuya pantalla además instaló oficinas que mudó en diversas oportunidades.
En ese marco también, y según consta en la el expediente, Aquino aseguró en muchas oportunidades “poseer influencias para contratar cooperativas municipales con el fin de abaratar costos de construcción en razón de su condición de empleado municipal -ya que, además, en ese momento trabajaba para el Ente de Obras y Servicios Urbanos–, a sabiendas que no poseía solvencia ni infraestructura suficiente y por ello no cumpliría lo que pactaba en el contrato que suscribía”.
Sobre esto último, para los fiscales Javier Pizzo y David Bruna, Aquino hizo incurrir en error a distintas personas, todas ellas beneficiarias del Procrear, “quienes firmaron con la inexistente empresa un contrato y abonaron grandes sumas de dinero, habiendo sido perjudicados, según el caso, desde el pilar de luz hasta el 30% de la obra”.
