Arroyo y el patrimonio: “Yo negocio, hago mi trabajo”
El intendente se refirió a los polémicos proyectos que autorizan la construcción de torres en inmediaciones de chalets históricos. “Si no les gusta, rechácenlos”, desafió y sostuvo que “hay que pensar en los obreros que van a trabajar o no”.
Luego de las críticas generadas a partir de dos proyectos -uno ya aprobado y el otro en trámite- por medio de los cuales el gobierno busca autorizar la construcción de torres en las inmediaciones de chalets declarados de interés histórico o patrimonial, el intendente Carlos Arroyo salió a responder sobre el tema: “Hay que tomar una decisión: pierdo el elemento o negocio. Yo negocio, hago mi trabajo”, definió para luego desafiar a instancias del Concejo Deliberante: “Si no les gusta, rechácenlo”.
La respuesta de Arroyo llegó en medio de la conferencia de prensa a la que llamó en las últimas horas para “demostrar gestión” y se dio luego de las declaraciones del defensor del Pueblo Fernando Rizzi, quien criticó la postura adoptada por el gobierno y afirmó que “el Municipio carece de una política de preservación patrimonial”.
“Le voy a contestar directamente, porque hay cosas que me molestan“, apuntó en primer término el intendente, y siguió: “Mar del Plata no tuvo nunca en su historia una política de preservación de monumentos, ni siquiera hay una historia de los monumentos, y en las plazas hay monumentos con más de cien años. Nosotros hoy tenemos una restauradora con título y estamos restaurando todos los monumentos, ese es un tema no menor”.
Por otro lado, señaló “haber tratado de compatibilizar permanentemente” junto al titular de Obras y Planeamiento Urbano, Guillermo de Paz, “las necesidades de trabajo, porque tenemos que traer inversiones y trabajo, y el cuidado estético y cultural”.
En ese sentido, mencionó el proyecto respecto al chalet de Mariano Mores, ubicado en Alem y Gascón que ya fue aprobado por el Concejo, pero encuentra oposición en diversos sectores. “¿Esa casa qué valor histórico puede tener? No tiene valor. Si yo tuviera el manto sagrado acá, ¿cuánto valdría? No tendría precio. Mariano Mores viviendo haría una, nosotros no tenemos un peso para comprarla, pero se hizo un trabajo hasta que logramos quedarnos con esa casas, sin costos“, apuntó.
En ese sentido, señaló que en su llegada al gobierno encontró una importante deuda económica y se refirió al futuro, ya que advirtió que cuando su gestión termine dejará créditos. “El que me siga va a tener la casa de Mariano Mores, va a tener un museo, un valor incalculable y ni siquiera nos va a costar una moneda”, sostuvo.
Consultado respecto a las críticas en torno a la decisión de levantar torres en las inmediaciones de esa casa al igual que la de Dardo Rocha -proyecto que ingresó esta semana al Concejo-, Arroyo respondió: “El problema es que hay que tomar una decisión: pierdo el elemento o negocio. Yo negocio, hago mi trabajo”.
En esa línea ahondó: “Mi trabajo no es impedir sino facilitar. Ahora se planteó con la casa de Dardo Rocha. Yo mismo personalmente cuando hacía campaña he pegado afiches cerca y veía como se acumulaba basura. Un día alguien la compró y la limpió, funcionó como un café. Después desapareció. No tengo idea ni me interesa quiénes eran. Pero en definitiva hablamos de mantener las fachadas, que es lo que se hace en Europa”.
Por último, y en un tono ya desafiante, el jefe comunal remarcó que más allá de su intención, todas estas iniciativas son avaladas o no por el Concejo, y así apuntó: “Si no les gusta, rechácenlo, yo no soy la ley, no soy el único que decide lo que se hace o no se hace. Hay que pensar en la cantidad de obreros que van a trabajar o no. Ese es el tema”.
