Adicciones: “La modalidad va al compás de la variable social”
Desde Posada del Inti se refirieron a los pacientes que reciben, muchos de ellos en conflicto con la ley penal. “Muchas veces el abuso de sustancias es un recurso para afrontar una realidad constantemente agresiva”, apuntaron.
Para los responsables del centro de abordaje terapéutico de adicciones Posada del Inti, resulta imposible -en este Siglo XXI- comprender la naturaleza de una persona adicta sin tener en cuenta el entorno. En ese marco, y en lo que hace a la evolución de la modalidad de consumo con el correr de los años, los especialistas aseguraron que “las modalidades (de consumo) van al compás de otras variables sociales”.
“El uso de sustancias acompaña al hombre desde épocas milenarias”, graficó Leandro González, director terapéutico de Posada del Inti, en relación a las características y el perfil de los pacientes con los que trabajan en la actualidad. En ese sentido -y teniendo en cuenta que Posada del Inti trabaja, en su mayoría, con pacientes con exclusión social o marginalidad en general-, el profesional destacó la importancia de comprender que lo que cambia no es la droga que se usa o está de moda “sino las formas subjetivas de consumo, las modalidades y la noción de sujeto”.
“No es lo mismo un pibe en los años ’60 en Estados Unidos que uno en Mar del Plata en 2016”, expuso, respecto al impacto del entorno en la problemática individual. Y en esa misma línea, para Sánchez es importante entender que “las modalidades (de consumo) van al compás de otras variables sociales” como son los contextos políticos, sociales, culturales y económicos.
A modo de ejemplo, el director terapéutico de Posad del Inti recordó que la entidad fue fundada en 2001 “en medio de la crisis”. “Y lo que se observó en ese entonces fue un recrudecer del consumo, con edades de inicio cada vez más precoces que respondían a un síntoma social”, consideró, antes de referirse al presente.
LA DROGA COMO RECURSO PARA ENFRENTAR LA REALIDAD
“Posada del Inti aborda un perfil de pacientes con exclusión social o marginalidad en general y eso nos posiciona ante una determinada estrategia; con los jóvenes con los que trabajamos -de 15, 16 o 17 años- el abuso de sustancias es el segundo o tercer problema: antes está el conflicto con la ley penal o los contextos familiares agresivos o disfuncionales”, advirtió.
Sobre este último, desde Posada del Inti hablaron de la necesidad, ante estas situaciones, de jerarquizar los problemas para lograr un abordaje completo, multidisciplinario y efectivo. “Muchas veces el abuso de sustancias es el recurso que un pibe tiene para afrontar una realidad constantemente agresiva para él; eso lo deteriora más pero es una estrategia para enfrentar ese mundo que se vuelve intolerable”, señalaron.
