Barro y mucha desidia: así se vive en Parque Independencia
Las calles intransitables se multiplican, y hay alambres, chapas y restos de electrodomésticos que intentan servir de apoyo. A unos metros, el lujo de los barrios privados. Crónica y fotos de una zona abandonada, a la que ahora llaman “el barrio de las botas”.
En Mar del Plata hace siete días que no llueve. Pero en Parque Independencia es como si el agua no parara de caer y el barro se acumulara cada vez más. Hay hombres, mujeres y chicos desesperados, pero muchos también resignados: necesitan poder salir de sus casas y transitar sin problema, pero no pueden. El estado de las calles hace imposible la circulación, y las respuestas oficiales no aparecen. Los vecinos, con los mismos ojos que ven cada día su realidad, ven la que se da a unos pocos metros en los barrios privados. La diferencia es abismal. Tanto de un lado, tan poco del otro. Del lujo, a una realidad cruda, con necesidades, con urgencias. Tras dos intensas jornadas de corte de la avenida Jorge Newbery los vecinos esperan que al menos alguna autoridad se acerque.
Viernes, 15 horas. Avenida Jorge Newbery y Bahía Thetis. De un lado de la avenida, Parque Independencia. Del otro, Jardín de Stella Maris. Un grupo de vecinos se junta por segundo día consecutivo para realizar un corte total y sólo dejar pasar colectivos y ambulancias. Cada tanto, se registra algún momento de tensión con quienes quieren pasar. Reclaman y exigen que algún funcionario se digne a ver su realidad y mande a arreglar las calles para así poder salir tranquilos de sus casas. No piden otra cosa: solo piden poder salir de sus casas sin problemas para desplazarse.
Ante la llegada de cada medio de comunicación, el deseo de contar, de mostrar, de denunciar, de que alguien alguna vez por fin los escuche. El jueves el corte empezó al mediodía y lo levantaron a las 21. Este viernes la historia se repitió. Quieren respuestas concretas. El funcionario más cercano para ellos es el delegado del Distrito Viaja Usina, Luis Ignoto. Si nadie brinda soluciones, dicen, este sábado volverán a manifestarse.
REALIDAD URGENTE
Parque Independencia está ubicado sobre la avenida Jorge Newbery, al sur de la avenida de Circunvalación Mario Bravo. Según los datos del censo 2010, es un barrio de 1390 habitantes, distribuidos con una densidad poblacional muy baja en un territorio con gran cantidad de terrenos y espacios sin construcción, según se describió en 2015 en el Índice de Vulnerabilidad Delictual creado por la Municipalidad.
La calle Bahía Thetis es el límite que divide Parque Independencia con los barrios privados que se suceden, como Arenas del Sur y Rumencó. Esa calle, entonces, es la única en buenas condiciones. Claro, el barrio privado así lo necesita y así se cumple. La división se da con tres alambrados, uno de ellos electrificado.
Mientras algunos vecinos caminan con QUÉ por Bahía Thetis para mostrar cómo se vive en Mar del Plata en el año 2017, adentro del barrio privado se ve cómo cortan el pasto que queda desparramado sobre impecables calles internas de asfalto. Tanta diferencia apabulla: tanto de un lado, tan poco del otro.
Los vecinos advierten que hace tres años no se hacen trabajos “en serio” sobre las calles del barrio. Más allá de Bahía Thetis, no pareciera haber ninguna calle que esté en buen estado. Todas tienen problemas y por otras, directamente, ya no se puede pasar ni caminando.
“Las calles son de granza y en épocas de lluvias se dificulta el traslado de los vecinos debido a frecuentes anegaciones. Es un barrio alejado del centro de la ciudad y solo tiene algunas líneas de transporte público que posibilitan su conexión con el resto de la ciudad. Las unidades de transporte público transitan solo por la avenida Jorge Newbery, y por avenida Mario Bravo, cuestión que condiciona la movilidad de sus vecinos en momentos de inundaciones”, describe el Índice de Vulnerabilidad y es exactamente lo mismo que relatan los vecinos. En aquel estudio, la dimensión social lo ubicó como el noveno barrio más vulnerable de General Pueyrredon.
DAR PELEA
Carlos trabaja en el procesado de pescado. Cada día sale a las 3 de la madrugada y vuelve a las 4 de la tarde. Tiene un auto, y hace semanas que no lo puede acercar a su casa porque es imposible intentar entrar y salir. Solo a pie, esquivando charcos y barro, logra atravesar el desastre.
– ¿Eh, van a arreglar las calles de una vez?, le preguntan mientras le muestra a QUÉ la zona de su casa.
– Estamos tratando, le contesta, con algo de esperanza de que el reclamo sirva para algo.
En la tarde de este jueves hubo vecinos haciendo zanjas, tratando de arreglar un poco el barrial que presenta buena parte de las calles. Para colmo de males, una pérdida de agua en una de las arterias complica más el panorama.
Mientras el hombre muestra el desafío que implica llegar a su casa cada día, una mujer que hace siete meses se mudó al barrio sale para tomar un colectivo. Hace equilibrio para pasar entre el barro y caminar unas diez cuadras en busca del transporte público, que no entra al barrio, ni ahora que las calles son intransitables, ni nunca.
La mujer dice que no se puede seguir así, que es un desastre, que nadie hace nada. Cuenta que hace unos días, intentando llegar a su casa, se cayó en el barro, como tantos otros.
“Parque Independencia pasó a ser el barrio de las botas”, resume Carlos mientras atraviesa calles intransitables en las que hay alambres, chapas y pedazos de electrodomésticos viejos que intentan servir de apoyo para superar el barro.
Mientras tanto, un taxi hace maniobras para intentar pasar por una esquina, se da por vencido y pega la vuelta.
Casi en paralelo, en el corte de la avenida, un camión de servicio de recolección de basura privado intenta pasar. Dice que es el camión de la basura y lo dejan avanzar. Pero alguien advierte que no es el camión normal. Es el que le da el servicio a los barrios privados. Entonces, la orden de que vuelva para atrás y un grito que se escuchar: “Andá a llevarle la basura a Arroyo así se entera y viene a arreglar las calles”.
