Viernes 19 de abril | Mar del Plata
31/07/2016

Comedores barriales: combatir la pobreza desde la humildad

Stella y su familia formaron hace cuatro meses en el barrio Libertad “Estrellita Fugaz”, uno de los 27 espacios que coordina el movimiento Barrios de Pie. Una historia de distintas generaciones que se encargan de asistir a los que menos tienen.

La devaluación, los tarifazos y el desempleo, se sabe, impactan de lleno siempre en las clases más bajas. Una de las repercusiones inmediatas ha sido, históricamente, el crecimiento de comedores barriales para contener el hambre de los más chicos. En Mar del Plata durante los primeros meses del año la cantidad de personas que asiste a comedores y merenderos se duplicó y sus responsables detectan a cada vez más mayores en busca de asistencia.

Stella vive en Paraguay 367, en el barrio Libertad, hace 35 años. Hace cuatro meses, después de pensarlo un tiempo, decidió abrir el merendero en su casa, que funciona miércoles y viernes. A unas pocas cuadras, su hija abrió otro. En total, ya asisten a 22 familias con 47 chicos. Ellas no lo saben, pero, por ejemplo, a unas diez cuadras de allí funciona otro merendero de otro espacio político, que contiene a 30 chicos.

Stella forma parte del movimiento social Barrios de Pie, que coordina actualmente en la ciudad 27 comedores, algunos de los cuales abrieron hace pocas semanas o meses. En total, incluyendo la asistencia particular a familias necesitadas y a beneficiarios de tarjetas mensuales de alimentos, la agrupación barrial contiene las necesidades de unas 1500 personas.

Otro dato que emerge de la realidad barrial, según establecen desde Barrios de Pie, es que en los comedores aparecen cada vez más hombres pidiendo ayuda, y lo atribuyen a la pulverización de las changas que se ha generado en los últimos meses.

Para lograr un funcionamiento regular de todos los espacios barriales Barrios de Pie necesita unos 10 mil kilos de alimentos por mes. ¿Qué pasa en la actualidad?  Los aportes que recibe de la Nación y el Municipio están por debajo de los 5 mil kilos. Para el resto, depende de donaciones o de pequeños emprendimientos de los integrantes del espacio.

“Nosotros empezamos a partir de la necesidad de hacer algo por el barrio, y lo primero siempre son los chicos”, señala Stella y remarca cómo en los primeros meses del año la realidad de muchas familias se vio atravesada por la crisis.

En ese sentido, el coordinador de Barrios de Pie en Mar del Plata, Rodrigo Hernández, grafica que durante la última semana se abrió un nuevo comedor y que la demanda crece. De todas maneras, no deja de advertir: “Cada vez que abrimos un comedor esperamos el día en que lo tengamos que cerrar”.

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31/07/2016