Conflicto en la Policía local: “Se está desmembrando la fuerza”
Un grupo de exintegrantes de la fuerza le envió una nota al intendente para manifestar su “preocupación y disconformidad” a raíz de bajas “arbitrarias”. “De un día para el otro nos transformamos en oficiales no aptos”, dijeron.
Un grupo de exintegrantes de la Policía local de Mar del Plata le envió en los últimos días una carta al intendente Carlos Arroyo para expresar su “preocupación y disconformidad” a raíz de una serie de bajas dentro de la fuerza, que fueron calificadas como “arbitrarias”. “De un día para el otro nos transformamos en oficiales no aptos”, denunciaron y cuestionaron la inacción del Municipio. “Se está desmembrando una fuerza que colabora con respeto, idoneidad, convicción y pasión”.
Según expusieron los exintegrantes de la Policía local, desde mediados de mayo y hasta la actualidad “se han producido un derrotero de arbitrariedades en contra de la policía de la ciudad de Mar del Plata, sin antecedentes en la fuerza”. Es que, de acuerdo a su relato, en septiembre del año pasado los integrantes de la fuerza comenzaron a ser convocados por el Ministerio de Seguridad bonaerense para una evaluación psicofísica, en el marco de una serie de entrevistas que duraban “en promedio de unos siete a nueve minutos”.
“El resultado de estos exámenes fue declararnos ‘no aptos’ para desempeñar tareas propias del subescalafones generales por presentar un perfil psicológico inadecuado para dichas funciones”, señalaron y cuestionaron la metodología de evaluación al afirmar: “En síntesis, luego de evaluarnos en promedio 10 minutos de modo global y luego de venir desempeñándonos en la fuerza de manera intachable, de un día para el otro y al cabo de ese resultado, nos transformamos en oficiales no aptos para desempeñar tareas del servicio de policía local”.
Al respecto, quienes elevaron la carta a Carlos Arroyo advirtieron que en el transcurso de su desempeño dentro de la fuerza local nunca se les había detectado “inaptitud alguna de ninguna índole”, teniendo en cuenta que durante su paso por la Policía atravesaron “las evaluaciones psicofísicas de civil a cadete y de cadete a oficial de la policía”.
Sobre esto último, los expolicías criticaron la falta de respuestas por parte de las autoridades tanto provinciales como locales, teniendo en cuenta que si bien no los dieron de baja inmediatamente, al intentar apelar la “ineptitud” se encontraron con que la Secretaría Legal y Técnica del Ministerio de Seguridad no hizo lugar a las apelaciones, “sin perjuicio de haberse presentado en tiempo y forma”.
Ante este escenario, quienes se desempeñaron en la fuerza local consideraron que “con revisaciones deficientes, profesionales con un obrar negligente y una decisión política tomada hace tiempo nos declaran no aptos, como vía preparatoria para justificar una baja de la fuerza que es ilegítima y arbitraria”. Justamente en el marco de esta serie de denuncias -que no solo se registraron en la fuerza de Mar del Plata sino también en otros puntos de la provincia de Buenos Aires-, los exintegrantes de la Policía local dijeron haberse sometidos a nuevas pericias psicológicas particulares cuyo resultado fue “la absoluta aptitud psicológica de las personas firmantes”.
“Y allí es donde la maniobra llevada adelante por el Ministerio de Seguridad quedó en descubierto”, criticaron y apuntaron contra la “pasividad” del propio Arroyo al advertir que con este tipo de acciones “se está desmembrando una fuerza que colabora con respeto, idoneidad, convicción y pasión con la seguridad de todos los ciudadanos, marplatenses y batanenses”.
Por eso, le exigieron al jefe comunal que tome intervención “para que no se sigan violando los derechos de los ciudadanos que vivimos en la ciudad y para que no sigan dejando sin trabajo, de modo indiscriminado e injustificado, solo para satisfacer egos políticos a personas que pusimos, ponemos y seguiremos poniendo en riesgo nuestra vida por este Municipio”.
