Sábado 20 de abril | Mar del Plata
24/11/2018

Cruz Roja: denuncian al titular de la filial por acoso sexual y laboral

La presentación fue radicada en la institución hace más de un año, pero aún no hubo resolución. Unas 28 personas aportaron sus testimonios contra el accionar de Fernando Picardi.

Cruz Roja: denuncian al titular de la filial por acoso sexual y laboral
(Fotos: QUÉ Digital)

Tras un año de espera, y ante la falta de avances concretos, un grupo de voluntarios, voluntarias y personas afines a  la Cruz Roja Mar del Plata decidió hacer pública la situación que se vive en la institución: desde hace un año existe un sumario en curso contra el presidente de la filial local, Fernando Picardi, a raíz de 28 denuncias de acoso sexual y laboral.

Pese a que la denuncia formal fue presentada en octubre de 2017 ante el Tribunal de Ética y Garantías de la Cruz Roja Argentina, la información recién tomó estado público esta semana luego de una nota publicada por el diario Página 12 bajo el título “Un año de acusaciones silenciadas”.

En ese marco, QUÉ Digital pudo acceder a las presentaciones efectuadas por los y las denunciantes y al testimonio de una de ellas, Indiana Santillán, de 25 años, quien fue voluntaria en la filial local durante unos seis años.

En cuanto al contenido de la denuncia, las 28 personas que forman parte del expediente coincidieron al hablar del “inadecuado e inaceptable accionar de Picardi” como presidente de la entidad. En ese sentido, se enumeran situaciones en las que el hombre -“utilizando los datos personales que la gente brindaba confidencialmente a la institución”- les enviaba a las mujeres mensajes por Facebook o Whatsapp en horario nocturno, con un “sesgo acosador” y utilizando un “lenguaje inapropiado en algunos de sus mensajes, trasmitiendo ideas o preferencias sexuales sin el expreso consentimiento de quien lo recibe”.

Según se expone en la presentación, Picardi parecía tener un trato “distinto” o “de preferencia” con algunas voluntarias mujeres y además había restringido el contacto entre los integrantes de la Cruz Roja con el argumento falaz de que los hombres intentarían “crear un vínculo extrainstitucional” con las mujeres. Además, se denuncia que el hombre habría tenido “el atrevimiento de contactar de manera inadecuada, desubicada, fuera de hora y con argumentos objetables” a hijas y otras familiares de voluntarios activos.

En su respuesta formal, en noviembre del año pasado, ante las acusaciones y la apertura del sumario, el titular de la Cruz Roja Mar del Plata negó el contenido de la denuncia, habló de “expresiones falaces, mendaces e infundadas”, dijo sentirse “sorprendido, indignado y con mucho dolor” y aseguró que se trató de una presentación “armada”. Por ese motivo, pidió la desestimación de la denuncia “por improcedente, falaz y agraviante”.

 TESTIMONIOS, MENSAJES DE WHATSAPP Y DE FACEBOOK 

Indiana Santillán es una de las denunciantes y quien habló con QUÉ Digital, a la espera de los avances concretos en el marco del sumario. “Cuando rompimos la confidencialidad, cada cual lo empezó a hablar, a compartir en redes sociales y ahí nos enteramos de más casos similares al mío e incluso que lo sigue haciendo. Algunos relatos son del mes pasado”, apuntó Santillán, respecto a la necesidad de sacar a la luz la denuncia.

Según consta en su relato, Indiana ingresó a la Cruz Roja a sus 18 años como voluntaria, tras un verano como promotora, luego de conocer a Picardi en circunstancias, cuanto menos, atípicas.

“En 2011 fui a bailar a Sobremonte y Fernando Picardi estaba a cargo de la enfermería de ese lugar; esa noche habían entrado mis amigas y yo me había quedado afuera porque me había olvidado el documento. Él estaba en la puerta, mucha gente de Mar del Plata lo conoce porque se hacia el langa en la entrada de Sobremonte, me llama aparte y me ayuda a entrar sin conocerme, era la primera vez que lo veía en mi vida”, relató.

En esa misma línea, la joven expuso cuál fue la estrategia de Picardi: le ofreció ayuda, dijo que podía conseguirle un trabajo y le dio una tarjeta con sus datos para que ella se pusiera en contacto con él. “Nunca me animé a llamarlo así que lo agregué al Facebook; lo agrego y me habla primero diciéndome ‘te salvé la noche’, ‘me debés un favor’ e ‘igualmente te voy a ayudar’ y cuando le pregunté si tenía trabajo para una amiga también, me dijo: ‘Solo tengo para vos porque me conmoviste. Te vi algo a vos especial’”, recordó.

FACEBOOK 2

Tras referirse a cómo fue su ingreso a la institución ubicada en Rivadavia y Funes -detalló, por ejemplo, que Picardi la citó un día fuera del horario de apertura del lugar- Indiana puntualizó: “En ese momento me hablaba todas las noches, ahí no me daba cuenta de lo malo, siempre con esto de que me había encontrado el trabajo, que le debía favores, de la noche que me salvó porque si no me iba a quedar sola, que era mi amigo y que podía contar con él”.

Al igual que consta en los testimonios de muchas de las denunciantes, durante años la joven voluntaria recibió los mismos mensajes, de madrugada, por parte de Picardi; incluso con el correr del tiempo el titular de la Cruz Roja se fue animando a más: “Me preguntaba  si mi novio era celoso, me decía que si me hacía algo le tenía que avisar, que le debía una cena, que me podía pasar a buscar. Una vez me contó que se iba de viaje y le pregunté a dónde, y me dijo si me quería ir con él, me preguntó si mi papá me iba a dejar”.

Durante el período de tiempo en el que las y los denunciantes participaron activamente de la Cruz Roja Mar del Plata, por la institución pasaron infinidad de voluntarias y voluntarios, en su mayoría mujeres que se anotan en el curso de primeros auxilios o en otras capacitaciones y son contactadas inicialmente por Picardi.

“Él te ofrece si querés anotarte como voluntario y después depende de él si te vuelven a llamar o no. En general si sos hombre no te vuelven a llamar, si sos mujer te llaman y si no le das bola te descarta. Deja de llamar para que hagas el voluntariado y lógicamente dejas de ir”, graficó Indiana, quien dijo que durante su voluntariado en la entidad “pasaban mujeres, chicas menores que estaban un tiempo enganchadas, las veías 24 horas ahí adentro y de un día para el otro dejaban de ir”.

 DEL “CONTACTO RESTRINGIDO” A LA UNIDAD EN LA DENUNCIA 

En junio del año pasado, un grupo de exvoluntarias se contactó con Indiana y allí comenzó a tomar forma lo que luego se convertiría en una denuncia formal dentro de la institución: “Nos encontramos y nos empiezan a decir que las habían contactado de la misma forma que a nosotras, las razones por las que dejaron de ir (a la Cruz Roja) y que hacía un año venían recolectando testimonios porque habían notado cosas raras”.

“Fui una de las últimas en sumarme a las denuncias, tenía miedo porque en ese momento me lo cruzaba seguido”, admitió la joven quien destacó que desde ese momento “todo se decidió grupalmente”. Así fue cómo se preparó la denuncia por acoso sexual y laboral que fue presentada en octubre de 2017 ante el Tribunal de Ética en la sede central de la Cruz Roja.

Desde ese momento, fue un proceso por demás burocrático y exhaustivo: por fuera de la presentación inicial, se aportó prueba -entre ella los mensajes vía Whatsapp o Facebook entre Picardi y las voluntarias- y en enero de este año se concretaron dos audiencias en las que los y las denunciantes prestaron declaración ante el Tribunal y dieron detalles de las conductas inapropiadas que habrían soportado durante años.

“Tuvimos que declarar en la filial con la presencia de él y dos testigos que son dos chicas que son empleadas de él.  Después de eso, nunca nos informaron si él presentó  su declaración. Y a partir de ese momento y hasta agosto dejaron de comunicarse”, evidenció en relación al accionar del Tribunal, que durante todo el año que pasó optó por mantener la confidencialidad del caso.

De la denuncia forman parte mujeres y varones; algunos figuran como denunciantes y otros como testigos: “Hay un hombre de 40 años que está en la denuncia junto con su mujer, porque un día le preguntó a sus dos hijas que participaban como voluntarias y una recibía los mismos mensajes”. Además otros varones denuncian maltrato laboral ya que, según expuso Indiana, “Picardi hace abuso de poder, a los hombres los trata muy mal, es muy despectivo”.

CÓMO SIGUE LA INVESTIGACIÓN INTERNA

En cuanto a los pasos a seguir luego de que les informaran que el juez de Santiago del Estero y presidente del Tribunal de Ética y Garantías de la Cruz Roja Argentina, Alejandro Scarano, decidió excusarse de la causa- el grupo de denunciantes aguarda una resolución de la cuestión de fondo, ya que al día de hoy Fernando Picardi continúa en su cargo al frente de la filial local.

“De enero hasta mitad de año solo se comunicaron para informar que el juez se mostró conmovido con nuestros relatos y la forma en que lo hicimos porque muchas chicas salían llorando. Sin embargo, luego de que se apartara, nunca nos informaron quién iba a continuar con el caso y hasta agosto mantuvimos el acuerdo de confidencialidad”, expuso.

A raíz de esta situación, y ante la falta de respuestas, a mediados de este año los y las denunciantes redactaron un mail  para advertir que “al cumplirse diez meses de la denuncia” se disponían a romper la confidencialidad, ante la falta de avances.

“Ese mail nunca fue respondido”, se lamentó Indiana, quien expuso que fue a partir de esta situación que decidió contactase con la periodista de Página 12, Mariana Carbajal, ya que hace unos meses la profesional había publicado una nota sobre una denuncia penal por un caso de acoso sexual que apunta al presidente de la Cruz Roja en Santa Fe, Diego Tipping.

CRUZ ROJA ARGENTINA  (4)

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24/11/2018