Empleo: objetivos incumplidos, realidades que se agudizan
Mar del Plata es la ciudad con mayor índice de desempleo según las estadísticas oficiales: el 12.1% de la población activa está sin trabajo. Al asumir, el gobierno había asegurado que para esta época la tendencia se habría revertido.
“De acuerdo a lo que nosotros estamos planificando, creemos que a mitad de año o a fines de este año se estaría revirtiendo la situación”. La frase la decía, hace unos diez meses, el por entonces secretario de Desarrollo Productivo, Héctor Toty Flores al referirse a la situación local, ya que desde hace años el índice de desempleo ubica siempre a la ciudad por encima de la media nacional.
Los meses pasaron, los nombres hoy son otros, pero la realidad es que el desempleo continúa en alza, aunque no hace falta que un número lo diga: semana a semana, las constantes manifestaciones de organizaciones sociales y políticas marcan a las claras que las dificultades para subsistir, algo directamente ligado a la imposibilidad de encontrar empleo -lejos de disminuir- se agudizan.
Cuando asumía en el cargo –tras las idas y vueltas y la renuncia del cuestionado Toty Flores-el actual secretario de Desarrollo Productivo, Ricardo De Rosa, se mostraba optimista y coincidía con el diagnóstico de su antecesor. “Soy optimista por naturaleza por algo llegué a donde estoy. Creo que se pude revertir. Recién empiezo, pero creo que se puede”, había respondido a la consulta.
Los números hoy hablan de que en Mar del Plata, con una población económicamente activa de 283 mil habitantes, unas 34 mil personas – la cifra más alta de los últimos años- no tienen trabajo. Las cifras muestran una pérdida de empleo real en Mar del Plata en los últimos meses ya que el anterior estudio del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) marcaba que la desocupación era del 11.6% y afectaba a 33.000 personas.
De las cifras se desprende –entonces- que unos 133 mil marplatenses, es decir el 47.2% de la población activa, tienen problemas laborales ya sea porque no consiguen trabajo; porque tienen empleo, pero buscan más ingresos o porque están subocupados por insuficiencia de horas y de salarios.
En este marco, y a pocos meses de que efectivamente finalice este 2016 -primer año de la gestión Cambiemos no solo en la ciudad sino en la Provincia y el país- el diagnóstico estadístico llega para reafirmar una realidad que desde hace meses está presente, pero en las calles: la de la falta de empleo, la precarización laboral, el ajuste, el impacto de los aumentos en los servicios básicos y la caída del poder adquisitivo.
Sin ir más lejos -y a nivel nacional no así en la ciudad- el reclamo por la ley de emergencia social – y tras el acuerdo que implica el compromiso para sancionar antes de fin de año la norma, gracias a la presión de las organizaciones políticas, sociales y gremiales-no es otra cosa que el reflejo de esa realidad: la exigencias de y acciones y respuestas al Estado ante las consecuencias de la situación económica desfavorable (y reconocida por el propio gobierno).
