Jueves 28 de marzo | Mar del Plata
03/07/2016

Dos mujeres ayudan a personas y perros que viven en el basural

Hilen y Danila asisten con ropa y comida a las familias y animales que conviven en el predio más olvidado, insalubre y marginado. La solidaridad de las jóvenes compensa el anunciado saneamiento que el gobierno sigue sin concretar.

Dos mujeres ayudan a personas y perros que viven en el basural

Hilen y Danila se conocieron “por los perros”. Así lo explican. Tienen 25 y 33 años, y su amistad está atravesada por el hilo conductor de la solidaridad. Fueron primero los animales perdidos, los refugios, la búsqueda de un hogar para los que quedan abandonados. Fueron las castraciones, la asistencia, el alimento. “Compartimos horas y horas para salvar vidas”, cuentan. Esa tarea sin remuneración económica, a pulmón, superó los límites de la Mar del Plata urbanizada y las llevó al predio más olvidado, insalubre, marginado e infectado del partido de General Pueyrredon: el viejo basural.

En el tiempo que llevan visitando y asistiendo con ropa y comida a los hombres y mujeres que viven permanente o circunstancialmente en el basural, la “triste realidad” que el lugar expone no cambió en absoluto pese a los anuncios de gobierno, repetidos por cierto pero sin ninguna obra en marcha más que palabras en el aire.

“Hay entre 30 y 50 personas cada vez que vamos”, contó Hilen al compartir con QUÉ la tarea que junto a su amiga y gran cantidad de personas que colaboran con comida, ropa y materiales para la construcción, llevan adelante con apoyo de sus familias.

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Algunos grupos familiares viven dentro del basural en pequeñas casillas de madera, chapa y piso de tierra hecha barro por las reiteradas lluvias. Otros vienen de barrios aledaños como Parque Palermo, Belgrano, Santa Rosa de Lima y Monte Terrabusi, y se trasladan al viejo predio por varios días para revolver la basura y subsistir en base a una precaria tarea de reciclaje.

Hace casi un año y medio, gracias a participar de manera independiente de las jornadas de castración que dos veces por mes se hacen en los barrios de la zona, en el extremo sudoeste de Mar del Plata Hilen Elisci y Danila Colombo encontraron primero “una realidad terrible en los perros del lugar”.

“Vamos a hacer las castraciones y después nos encargamos del post operatorio”, continuó y detalló que “hay perros esqueléticos o con sarna que nosotras los recuperamos y les buscamos una familia, además de hacerle un seguimiento”.

A partir de ese contacto en el basural con la problemática de los perros sobre la que habitualmente trabajan, las jóvenes comenzaron a “buscar la manera de darle ayuda a las personas más necesitadas” que concurren al basural.

Lograron obtener el permiso para ingresar a la planta municipal y así, además de la asistencia a perros, comenzaron e llevar donaciones de ropa y alimentos no perecederos a las familias que viven o concurren diariamente a sacar de las sobras del resto de la sociedad, su sustento básico de vida.

VIVIR EN LA BASURA

Entre cachorros a los que literalmente “se los comen las ratas”, fogatas con “lo que hay” para sobrellevar el frío y camiones que descargan alimentos vencidos y sobras de restaurantes, varias casillas extremadamente precarias se erigen en el basural de Mar del Plata

“Lo que más te piden es ropa y es lo que le llevamos. Pero también materiales para la construcción para arreglar las casillas, además de colchones, frazadas y alimentos”, contó Hilen.

En un sector a cierta distancia de las casillas se encuentra el “Mercado”. Se trata del espacio en el que los camiones descargan la comida que no sirve.

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“Ahí van a buscar platos que tiran de los restaurantes, comida que se vence en los mayortistas, supermercados o almacenes, y la gente va corriendo a ver qué puede rescatar de ahí”, contó Hilen.

“Vemos a mucha gente que vive ahí, pero también vecinos de barrios de la zona que se instalan una semana en el basural para poder reciclar plásticos, metales y todo lo que se pueda reutilizar”, agregó.

CADENA SOLIDARIA

Hilen y Danila reciben un “fuerte agradecimiento” cada vez que llevan donaciones al predio. Ellas mismas se encargan de reunirlas y llegan principalmente a una cadena solidaria que construyeron a través de las redes sociales.

Publicamos en Facebook lo que vemos que necesitan y la gente nos acerca lo que puede para ayudarlos”, contaron.

¿CÓMO AYUDAR?
Si bien en el último tiempo se reunió una importante cantidad de ropa, piden abrigo y sobre todo alimentos no perecederos, además de materiales para la construcción, para asistir a quienes están en esta extrema situación de marginalidad. A su vez, necesitan comida para los perros que viven “en condiciones terribles” en el basural.

En este sentido informaron que las donaciones pueden confirmarse a través de su perfil de Facebook o bien telefónicamente al 2236638446.  

SANEAMIENTO: EL MISMO ANUNCIO, POCOS AVANCES

El 25 de junio del año pasado el por entonces intendente Gustavo Pulti y el ministro de Turismo de la Nación, Enrique Meyer, anunciaron el llamado a licitación pública internacional para el saneamiento del viejo basural.

Con el aval de todas las fuerzas, en septiembre el Concejo Deliberante aprobó sobre tablas el proyecto de ordenanza presentado por el Ejecutivo para crear el Programa Social del Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (Girsu), iniciativa orientada a erradicar el trabajo infantil en el predio de disposición final de residuos y a integrar a un sector vulnerable y excluido como es el de los cartoneros.

Llamativamente, en enero de este año Mauricio Macri en su llegada a la ciudad volvió a anunciar lo mismo, en el marco de un breve acto que contó con la presencia de la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal y del intendente Carlos Arroyo. Durante la actividad oficial no se dieron mayores precisiones y las autoridades evitaron hablar con la prensa.

Entre los distintos aspectos establecidos en la ordenanza, se contempla el pago de una beca mensual de $1500 a los niños y adolescentes que realizan tareas de recupero de residuos. En la normativa se aclara que el plazo máximo de recepción del beneficio será de un año y que de acuerdo a la situación de cada menor se podrían llegar a otorgar hasta $4500 por cabeza, en casos de “de emergencia social”.

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A cambio de la beca, el beneficiario debe asistir por lo menos tres veces por semana al Centro Socio Educativo ubicado en la Asociación Mutual de Ex Agentes de YPF (calle 485 entre Antártida Argentina y 10 de Febrero) “encontrándose expresamente prohibida su concurrencia al predio de disposición final de residuos para el desarrollo de tarea alguna”.

A su vez, en octubre del año pasado, el Ente de Servicios Urbanos firmó un acuerdo con la Asociación Conciencia en el marco de la ordenanza aprobada por el Concejo Deliberante para la creación de un programa social con el objetivo de erradicar el trabajo infantil en el basural.

Pese a la merma de menores que concurren al viejo basural de Mar del Plata, la promesa del saneamiento de este predio olvidado, insalubre, marginado e infectado continúa siendo eso, una promesa, o varias. La ausencia del Estado en el lugar se compensa hoy con la solidaridad de mujeres como Hilen y Danila, quienes el único rédito que obtienen por la noble tarea que realizan es nada menos que la gratificación de ayudar a salvar vidas.

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03/07/2016