Jueves 28 de marzo | Mar del Plata
07/08/2016

“El índice de desocupación es significativamente alto”

El obispo de Mar del Plata, Antonio Marino encabezó la misa central por San Cayetano, frente a la parroquia ubicada en Moreno al 6700. Como cada 7 de agosto, miles de fieles se concentraron en el lugar.

“El índice de desocupación es significativamente alto”
(Fotos: QUÉ Digital)

Como cada 7 de agosto, el santuario de San Cayetano ubicado en Moreno al 6700 es en Mar del Plata el punto de la masiva concentración de fieles que se acercan a realizar sus pedidos o agradecimiento al “patrono del pan y del trabajo”. El obispo Antonio Marino encabezó la misa central frente a la Parroquia, y allí señaló una realidad bien conocida en la ciudad: “El índice de desocupación es significativamente alto”. Por eso, pidió que “quienes nos representan abran sus corazones”.

Decenas de miles de fieles se acercaron a la celebración de San Cayetano desde las últimas horas del sábado, aunque el momento de mayor convocatoria fue, como de costumbre, en la misa que llevó adelante el máximo referente de la Iglesia católica de Mar del Plata, quien pidió “dignidad y trabajo”.

“Estamos ante circunstancias en las que muchos hermanos carecen de lo necesario para vivir dignamente”, señaló Marino y marcó que “hay hogares en los que escasea el pan y son muchos quienes no pueden experimentar el derecho y la dignidad de ganarlo para sí y su familia mediante el trabajo”.

El Obispo le habló a los “simples ciudadanos” y también a “los funcionarios responsables del bien común”, y señaló que “si queremos que Dios nos ayude debemos colaborar con él en los problemas de nuestra vida personal y en las necesidades de los demás”.

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En otro tramo de la misa central de San Cayetano ante una plaza llena con miles de fieles, Marino expresó: “Cuando no se puede dar satisfacción a requerimientos primarios nos interrogamos qué significa para nosotros como creyentes en Cristo este abandono confiado en la divina providencia y la invitación de Jesús de no inquietarnos por el mañana“.

“Lejos de enfriar nuestro entusiasmo -continuó- por volver más humana nuestra vida y la de los demás, despierta en nosotros las energías de la esperanza y reaviva la llama del compromiso de estar con un mundo más conforme con la vocación del hombre y con la gloria de Dios”.

Sobre el final de la homilía, el obispo de Mar del Plata cerró su reflexión con una cita del Papa Francisco: “El pan soluciona una parte del problema pero a medias, porque ese pan no es el que ganas con tu trabajo. Una cosa es tener pan para comer en casa, y otra es llevarlo a casa como fruto del trabajo. Y esto es lo que confiere dignidad”.

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07/08/2016