El temporal para los que menos tienen
El barrio El Martillo fue uno de los más afectados: casillas habitadas y otras precarias sin terminar se vieron sumamente dañadas. Cómo es el centro de evacuados de la zona, con 80 personas y quejas por falta de ayuda oficial.
En el corazón del barrio El Martillo el viento también pegó fuerte: casillas habitadas y algunas casitas en construcción fueron destruidas por las fuertes ráfagas y, con ello, familias que quedaron a la deriva, sin nada. A unos pocos metros, la apertura de un centro de evacuados, en el Centro Integrador Comunitario (CIC), ayudó a paliar al menos un poco una situación que, aunque se repite en muchos barrios, sigue siendo preocupante: cómo y adónde van a volver los que perdieron todo.
Marta y Patricio son dos de los coordinadores del centro de evacuados organizado en el CIC de El Martillo. Forman parte de Patria Grande-Los Sin Techo, organización que, al igual que otras, se puso al frente de las necesidades de los vecinos de barrios periféricos que tuvieron que abandonar sus casas o casillas e incluso en algunos casos perdieron todo. Este miércoles al mediodía en el lugar había 80 personas, entre ellos, 50 chicos.
Allí empezaron a llegar en las primeras horas de la tarde de este martes cuando el temporal empezaba a golpear de manera intensa. Ya desde las 9 de la mañana integrantes de Patria Grande se habían acercado hasta el CIC para avisar que de ser necesario usarían ese lugar para agrupar a los evacuados. Hoy están convencidos de que de no haber forzado la apertura de ese lugar no se habría instalado un centro para evacuados en la zona.
Hasta ahí llegaron familias de Las Heras, Parque Palermo, SOIP, Villa Evita, General Pueyrredon y Santa Rita además del propio El Martillo, donde a pocos metros el estado en que quedaron algunas de las casillas ubicadas sobre la calle Gutemberg bis permiten entender la magnitud de la problemática habitacional existente que se expone violentamente ante temporales como el que se atraviesa por estas horas Mar del Plata.
Según cuentan Marta y Patricio, su situación alguna vez fue la misma que la de quienes hoy están evacuados en un lugar amplio, donde la cocina no para y donde se evidencia un alto nivel de solidaridad en las donaciones que se apilan en un pasillo. Así y todo, siempre falta más. Los militantes sostienen que el aporte de la Municipalidad fue escaso, principalmente durante todo el martes: ayudaron con colchones y frazadas, pero con muy pocos alimentos.
La asistencia de salud del Municipio también es muy criticada por los coordinadores de un centro de evacuados que está lleno de chicos, mirando televisión, jugando, corriendo. Es que aseguran que pese a que este miércoles enviaron profesionales para atender a quienes lo necesitan, el martes por la noche no tuvieron respuestas y ninguna ambulancia llegó. Entonces, por ejemplo, los dirigentes tuvieron que cargar a una mujer en un auto particular y trasladarla al Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) porque sufría de asma, y todavía se mantiene internada.
El malestar por la falta de atención a la salud se incrementó cuando en un momento del martes llegó el secretario de Salud, Gustavo Blanco, hasta el lugar y, según sostienen, sólo dejó dos tabletas de Ibuprofeno para adultos. Para ese entonces, cuentan, varios chicos necesitaban asistencia.
En el barrio, los problemas con la luz y el agua también fueron una constante. Por eso el lugar contó con un generador de energía y con un camión cisterna de Obras Sanitarias para el aporte de energía y agua.
VOLVER, SIEMPRE EL PROBLEMA
Ante cada temporal, de lluvia o de viento, el problema para los evacuados siempre es el mismo: cómo volver tras perder todo o buena parte de la casa. “La gente ahora se va y vuelve a lo mismo”, se lamenta Marta, pero rápidamente sostiene: “Queremos que la gente se vaya al menos con un techo, si no es lo mismo”. Es que algunas de las familias que están en el CIC no tienen adonde volver, como una mujer con cinco chicos: de su casilla sólo quedaron cuatro paredes, el resto no existe más.
CÓMO AYUDAR
Lo que hoy hace falta, principalmente, en el centro de evacuados de El Martillo es mercadería, frazadas y medicamentos. Quienes puedan colaborar pueden acercarse al Galpón de los Sin Techo en William Morris 7300, al Centro Cultural América Libre, en 20 de Septiembre y San Martín, o al propio CIC, ubicado en Gutemberg y Coronel Vidal.
