Viernes 29 de marzo | Mar del Plata
16/04/2017

“Hay que sacar a la Policía como centralidad de la seguridad”

Tras ser nombrado secretario de Seguridad, Fernando Telpuk traza un balance y sostiene que existe “una suerte de mito de que sociedades menos inclusivas son más violentas”. Entiende que “hay una relación, pero no es directamente proporcional”.

“Hay que sacar a la Policía como centralidad de la seguridad”
(Foto: archivo / QUÉ Digital)

Fernando Telpuk es le jefe de la Policía local desde que salió a la calle en 2015. Por aquel entonces, en los últimos cuatro meses de gestión de Gustavo Pulti fue nombrado también como secretario de Seguridad, y el cambio de gobierno lo desplazó de ese cargo, pero lo mantuvo al frente de la fuerza. Pasado el tiempo, el intendente Carlos Arroyo decidió que ahora vuelva a estar al mando de la Secretaría -acéfala desde los primeros días de gobierno-, y Telpuk remarca tras el nombramiento la continuidad lograda en el trabajo ya que buena parte de aquel equipo que terminó la gestión anterior en el área hoy sigue estando en sus puestos.

Luego el nombramiento, llegó la presentación de un “plan trianual de seguridad”, y tras ello, en una entrevista con QUÉ, en la radio, Telpuk trazó distintas definiciones de lo trabajado y de lo proyectado: “Estamos intentando profundizar algunas políticas que ya veníamos aplicando”; “Hay que sacar a la Policía como la centralidad del problema de la seguridad o de la inseguridad”; “En 2019 me imagino una ciudad con mucho menos delito de lo que hay ahora”; y “Hay una suerte de mito en esto de que sociedades menos inclusivas son más violentas. Hay una relación, pero no es directamente proporcional, pueden ir por caminos distintos”.

– ¿Desde qué punto de partida se inicia esta nueva gestión al frente de la Secretaría de Seguridad?

– Desde la secretaría estamos intentando profundizar algunas políticas que ya veníamos aplicando, y como cosa diferencial lo que nosotros entendemos es que hay que sacar a la Policía como la centralidad del problema de la seguridad o del problema de la inseguridad. Entendemos que la Policía es una herramienta más dentro de las políticas de seguridad, y el uso de esas herramientas comprometen a todos los sectores del Estado. Entonces, en principio lo que queremos hacer es eso: lograr que los distintos actores del Estado trabajen en cuestiones que son previas al delito.

– Entonces se plantea una mirada más acercada al contexto social…

– A veces cuando un habla de seguridad o de inseguridad únicamente piensa en el delito o toma al delito como único problema. Nosotros no creemos que el delito sea el problema, creemos que el delito es el emergente de problemas previos, que es en situaciones previas en las que hay que trabajar para que el individuo no se incorpore en el mundo del delito, que no delinca, y si está delinquiendo que se lo pueda poner a disposición de la Justicia. Pero hay circunstancias que desde el Estado se pueden modificar en lo previo al delito para lograr sociedades más inclusivas, más justas, con mejor nivel de educación. Y con eso entendemos que vamos a evitar que más gente se incorpore al mundo del delito y paulatinamente vamos a ir generando una sociedad más justa.

– En la presentación de programa de seguridad para los próximos tres años hablaste mucho de una “continuidad” de las políticas realizadas desde 2015.

– Esa es la realidad. El equipo de seguridad que hoy por hoy está trabajando en el Municipio es el mismo que viene trabajando desde 2014, y las herramientas, como el Centro de Operaciones y Monitoreo, no fue un diseño que se haya comenzado en esta gestión, pero sí en esta gestión se decidió continuarlo, reflotar una deuda que había pendiente, profundizar ese sistema, y así con el resto de las políticas. En seguridad -pero yo creo que en todos los órdenes de la vida- hay que tener continuidad para poder plantearse objetivos a largo plazo y trabajar en el corto plazo para poder llegar a ese objetivo. Y es lo que intentamos plasmar con este plan de seguridad a tres años. Queremos discutir qué ciudad queremos en materia de seguridad en tres años. Obvio, que para eso tengo que tomar medidas hoy y trabajamos en la medida del hoy, pero la medida tiene que ser parte de un plan porque si no son cosas esporádicas. Si yo no planifico no sé qué es lo que tengo que hacer hoy.

– ¿Qué proyecciones se hacen hacia 2019?

– Me imagino una ciudad con mucho menos delito de lo que hay ahora, con el tránsito mucho más ordenado, con muchos menos accidentes, donde el vecino se sienta mucho más confiado en el Estado y en la fuerza policial. Y ese es el camino que venimos transitando hace al menos dos años. Los resultados en términos de gestión de seguridad nos van acompañando, entendemos que son políticas acertadas, pero que si nosotros estuviéramos sujetos a un cambio de timón en un mes es imposible, habría que empezar todo de nuevo y me parece que es el costo que venimos pagando los argentinos como sociedad, esto de empezar de nuevo todo el tiempo.

– Uno de los trabajos destacados del área tiene que ver con la elaboración de un Índice de Vulnerabilidad Delictual por barrios ¿De dónde surgió?

– Nosotros cuando hicimos el índice de vulnerabilidad barrial que lo que se hizo fue rankear los 22 barrios en los que el vecinos es más vulnerable por el sólo hecho de vivir en ese barrio, y esto tiene que ver con el entorno, con cómo el entorno puede modificar la calidad de vida, tomamos distintas variables. Una que es el delito, las llamadas al 911 y la situación propia de inseguridad, pero las zonas más vulnerables tienen que ver con el acceso a la salud, con los medios de transporte, con la calidad edilicia, el nivel educativo, si se trabaja o no se trabaja, montones de cosas que hacen a este cuadro social y que aparte de lo delictual nos genera una radiografía de un barrio. Y cuando hicimos ese ránking tuvimos un par de barrios que salían muy vulnerables por  cuestiones de seguridad y ahí lo que nosotros hacemos es direccionar los recursos de seguridad para atacar aquellos factores que influyen y actuamos rápidamente para sacarlos de ese umbral de peligrosidad. Ahora, no solamente tiene que ir la Policía: ahí tiene que haber otros efectores que con políticas distintas generen un mejoramiento muy claro en la condición de vida de esos vecinos. Y en ese sentido, la ciudad tiene una geografía dispersa, distintas realidades. A veces no hace falta un patrullero, quizás que hace falta una ambulancia.

– ¿Se ve una relación directa entre la vulnerabilidad social y el delito?

– Hay también algunos mitos que con un buen análisis se pueden derribar: uno de ellos es que la sociedad más vulnerable tiene más delitos o que la situación social impacta directamente sobre el delito. Y acá hay una cosa que es interesante: socialmente no hubo durante 2016 grandes mejoras, es decir, no hubo más trabajo en Mar del Plata… Sin embargo logramos un gran mejoramiento en materia de hechos delictivos. O sea, bajamos a la mitad los homicidios del año 2016 y no hubo otras variables sociales que hayan mejorado como para decir que como mejoró el ingreso per capital o como bajó la inflación o aumentó la cantidad de trabajo, hay menos homicidios. Entonces, hay también una suerte de mito en esto de que sociedades menos inclusivas son más violentas. Hay una relación, pero no es directamente proporcional, pueden ir por caminos distintos. Obviamente, mientras tengamos sociedades más justas vamos a tener sociedades más seguras, pero también en sociedades con problemas de inclusión se puede trabajar en mejorar las variables de seguridad, y eso lo hemos demostrado.

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16/04/2017