Jueves 18 de abril | Mar del Plata
12/03/2016

“Hergo me quería meter en un contenedor y tirarme”

Damián Campos sufrió un accidente laboral en noviembre. Dice que desde enero la ART le deposita su sueldo a la firma, pero que él no lo cobra. El joven está con lesiones, perdió su casa y quedó a merced de la desidia empresarial y sindical.

“Hergo me quería meter en un contenedor y tirarme”
(Foto: QUÉ Digital)

Damián Campos sufrió un accidente laboral en noviembre que le imposibilita seguir trabajando hasta que se pueda recuperar. Pero Damián no se siente víctima de ese accidente en el que cayó doce metros en el mayorista Hergo, se siente víctima de un sistema que mira para otro lado mientras los empresarios lo tenían con casi todo su sueldo en negro, víctima de la desidia de un sindicato que no hace nada por sus derechos y se siente víctima de médicos de una ART que recién a los dos meses del hecho notaron que tenía un tobillo fracturado, que por una mala rehabilitación le dañaron más el codo hasta que se le fracturó la cúpula radial.

Damián tiene 30 años y perdió el cuarto que alquilaba en el Centenario porque desde enero Hergo –el nombre de fantasía de un mayorista que es administrado por cuatro sociedades anónimas en las que figura Omar Hernández- no le paga el sueldo que le cubre la ART mientras se rehabilita luego del accidente que sufrió. Un sueldo que ni siquiera es lo que él cobraba, ya que solo la ART le cubre su salario en blanco.

Damián trabaja en Hergo desde 2010 en el área de mantenimiento y desde 2014 es el encargado, luego de que el anterior encargado fuera despedido por discutir con los jefes. Su sueldo es de 12500 pesos mensuales, de los cuales solo tiene “blanqueados” unos 2500, que le pagaban cada 15 días.

Con esos 1200 pesos por quincena aunque sea me alcanzaría para moverme, para los médicos. Al menos eso. No es lo que corresponde, pero me ayuda”, dice Damián y cuenta que en diciembre, el mes siguiente al accidente, sí le pagaron el sueldo, pero después nunca más recibió nada.

El abogado de Campos, Marcos Romero, explica que le enviaron una carta documento a la ART y a Abel Hernández –hermano de Omar Herández y el responsable en Hergo de haberlo contratado-, ya que, según pudieron averiguar, todos los meses la ART le deposita a Hernández el dinero que le corresponde a Campos. “A Hernández se lo intima para que le pague los fondos que recibió de la ART y a la ART para que explique por qué no le pagan a Campos directamente ellos”, explica el letrado.

“Me llevo un dolor en el alma con esto, no tanto por lo que me pasó, sino por las acciones que tuvieron. Uno dejaba todo por dar lo mejor en el trabajo y que te paguen así… Un dolor en el alma inmenso”, dice Damián.

 VÍCTIMA DEL TRABAJO EN NEGRO 

Recibo en negro HERGO

Recibo que le entregaban a Damián Campos por la plata que recibía en negro.

Damián trabajaba en Hergo de lunes a sábado en el área de mantenimiento durante turnos de 8 horas que se extendían a 12 o 16. Empezó en el mayorista en 2010, estuvo unos 6 o 7 meses trabajando en negro hasta que finalmente, en 2011, lo blanquearon en parte.

“Supuestamente me iban a blanquear con el 100%, pero me di cuenta que no y ante mi situación económica no me daba otra que laburar. Además me retenían los recibos de sueldo por meses, no sabía bien cómo estaba”, dice Damián, que después del accidente descubrió que tenía recibos en los que figuraba como que había ingresado a trabajar para Hernández en 2011 y en otros tenía fecha de ingreso en 2014.

Recibos HERGO

Arriba se ve un recibo de sueldo con fecha de ingreso en 2011 y abajo un recibo de sueldo con fecha de ingreso en 2014.

 

En Hergo hay muchos en negro”, dice Damián y cuenta que cuando la AFIP iba al mayorista, era común que los encargados escondieran a los empleados, que los mandaran a otro lugar, a un cuartito en alguna parte.

El 25 de noviembre pasado, Damián estaba haciendo pinturas en la calle, pintando una sendas peatonales cuando su encargado, “a las apuradas”, le ordenó que dejara lo que estaba haciendo y lo obligó a subir a un techo, a 12 metros de altura para colocar una media sombra y así evitar que se derritieran unos chocolates que estaban a la venta.

Damián se negó, era peligroso y además estaba ocupado, pero tuvo que hacerlo igual. Él y uno de sus compañeros de mantenimiento subieron al techo, sin ningún tipo de protección. Estaban uno a cada lado de una viga y el techo donde Damián pisó se desplomó y cayó al piso.

ACCIDENTE HERGO 01

Damián quedó en el suelo, inconsciente, sangrando, ante la mirada de sus compañeros de trabajo y de clientes del mayorista. Luego de tres meses del accidente, Damián agradece que solo él se cayó, ya que al menos él estaba en blanco y su compañero de mantenimiento no.

Un policía de la bonaerense que trabajaba en el mayorista llamó inmediatamente al 911 para pedir una ambulancia, bomberos, ayuda. A ese policía, cuenta Damián, la empresa lo echó justamente por contar el accidente.

Hergo me quería meter en un contenedor y tirarme”, concluye Damián.

 LESIONES, VÍCTIMA DE LA DESIDIA 
Damián no puede mover el brazo derecho por la fractura en la cúpula radial del codo y se lo tienen que operar. Además le cuesta respirar por la nariz ya que se le rompió el tabique y tiene que recibir otra operación para que le acomoden el hueso. Tiene, también, una operación programada para que le arreglen una muela fracturada y sufre dolores en el tobillo y la rodilla que también se quebró.

La lesión que me mortifica es la del codo. Me iban a operar el 14 de marzo, pero me pararon la operación. Después de tanto tiempo y tanta rehabilitación decidieron operarme ahora y la pararon. Me hicieron mal tratamiento”, cuenta Damián.

Campos, cuando se accidentó, fue llevado al Hospital Interzonal, donde lo atendieron los médicos y lo internaron. Su obra social del sindicato de la Uocra le cubría internación y tratamiento en el Hospital Privado de la Comunidad, pero, como estaban mal los papales no lo podían trasladar allí.

Si no fuese por mi exencargado todavía estoy en el Interzonal. Él fue, se peleó con todo el mundo y movió todo para que cumplieran y me trasladaran”, asegura.

HERGO 00

Damián se sostiene el brazo derecho, que no puede mover por las lesiones. (Foto QUÉ Digital)

Damián dice que desde la Uocra “no hicieron nada”. “El médico del sindicato me dijo que estaba perfecto y se dio cuenta a los dos meses que tenía fracturado el tobillo. Jamás recibí nada de ellos. Decían que era normal que sintiera dolor”, dice el trabajador que figura afiliado a ese sindicato.

Para ejemplificar el accionar del sindicato y Hergo, Damián cuenta que un día, cuando salió de rehabilitación, Hernández se le acercó con un documento para que él lo firmara. Ese documento aseguraba que Campos estaba capacitado para “todo tipo de trabajo” y que había hecho cursos de capacitación para trabajos en la altura. “El papel ya tenía el sello de la Uocra y figuraba como todo eso lo había hecho antes del accidente”, agrega el abogado Romero.

Mi familia es del campo, de Lobería, eso me perjudica, porque por ser del campo se quieren aprovechar y te ven como a un ingenuo”, entiende Damián.

 SOLIDARIDAD ENTRE COMPAÑEROS, LA OTRA CARA DE LA DESIDIA 

Damián dejó de cobrar en enero y, tras eso, no pudo pagar más el cuartito que alquilaba en el Centenario. Estuvo por volverse a Lobería, al campo junto a su familia, pero sus compañeros de Hergo le tendieron una mano y más.

Entre algunos compañeros me mandaron plata. Los que más me ayudaron eran los más pobres, como yo. Los de alto rango ninguno. Ni el gerente, ni encargados superiores. De esos nada. Los que eran como yo hicieron una vaquita y me mandaron plata que me sirvió muchísimo”, cuenta Damián, agradecido.

Ahora Damián vive con unos compañeros en el Puerto. Ellos lo ayudan, lo bancan. Incluso las madres de algunos le cocinan. “Me ayudan mucho, pero no es lindo que te estén manteniendo”, dice Damián, mientras se toca el codo que no puede mover, el codo del brazo derecho que es el motor de sus trabajos.

Campos dice que “se sabía” que los dueños de Hergo “eran así” y se señala a él mismo como un caso ejemplo. “El tema es que estábamos sometidos a diferentes presiones para no perder el trabajo”, explica.

“Quiero que se me mejore el codo. Mi trabajo es en base a mi brazo. Esta mano es mi todo y así está. Con la mano así no puedo hacer nada, no puedo trabajar no puedo ni andar en la bicicleta”, concluye Damián, que solo quiere estar bien para volver a tener su vida normal.

PASOS LEGALES

El abogado Marcos Romero explicó que tienen lista la demanda por la situación laboral de Damián Campos, es decir por percibir “gran parte” de su sueldo en negro. Además, avanzaron en la investigaciones de las sociedad que administran Hergo, para delimitar las responsabilidades. En cuanto al accidente, Damián seguirá con los tratamientos hasta que le den de alta los médicos de la ART y los de él, ahí se establecerá un índice de incapacidad para iniciar una demanda por daños y perjuicios por accidente laboral.

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12/03/2016