“Josefina quiere seguir su vida, el abusador tiene que estar preso”
Lo afirmó la hermana de la joven de 22 años abusada en Playa Los Lobos. Este domingo cortaron la Ruta 11 para exigir la detención del violador, que habría premeditado su accionar. “No fue un hecho de inseguridad”, remarcó.
La violación de una joven de 22 años el jueves pasado en Playa Los Lobos no fue un hecho de inseguridad. La aclaración, marcada por la familia, no es menor ni casual. El ataque premeditado por el abusador que hasta el momento no fue identificado impulsó este domingo a vecinos, familiares de la víctima e integrantes de distintas agrupaciones a salir a la calle para exigir la detención del violador, cortar la Ruta 11 y pegar carteles en la parada de colectivo en la que Josefina, estudiante de Trabajo Social, fue sorprendida, golpeada y luego llevada a un descampado de la zona para ser abusada.
Atribuir esta violación a la escasa presencia de efectivos policiales en la zona de Chapadmalal -cierta y preocupante a la vez- implica un fuerte desconocimiento en materia de abuso sexual y violencia de género, según entiende el entorno de la víctima.
Quienes este domingo cerca de las 11 se concentraron en la costa para primero cortar la ruta a la altura de la estafeta y desde allí marchar con carteles hasta la parada de colectivo en la que Josefina fue atacada, hicieron fuerte hincapié en que si bien existirían “zonas liberadas” y la presencia de móviles policiales es insuficiente, el abuso no está fundamentado en la ola de delitos que conforman la problemática de la inseguridad.
“Vino mucha gente del barrio y expusimos lo que pasó. Josefina es muy fuerte y lejos de callarse o abandonar sus estudios quiere salir adelante y seguir con su vida. Queremos que se identifique y se detenga al responsable de este abuso, que tiene que estar preso”, indicó María, hermana de la víctima, en diálogo con QUÉ.
Josefina tiene 22 años. El jueves pasado se encontraba en la parada de colectivo ubicada en la intersección de la Ruta 11 y la calle 5. Cerca de las 10.30, con muy poca circulación de autos en ese momento, fue sorprendida por un hombre de unos 40 años que tenía el rostro parcialmente cubierto con un gorro y un cuello. La joven solo pudo escucharle la voz y verle los ojos. La golpeó, la llevó a un descampado y abusó de ella.
Los detalles del hecho dan cuenta de que el abusador habría premeditado el hecho. Llevaba agua tibia que usó para limpiar el cuerpo de la víctima, le exigió lavarse la boca, la indujo a tomar una pastilla que ella solo ingirió parcialmente y que luego debilitó sus fuerzas, le habló y le robó su ropa interior antes de darse a la fuga sin ser visto por otras personas ni captado por ninguna cámara de seguridad.
La concentración de este domingo creó el escenario propicio para que otras mujeres víctimas de casos de violencia revelaran parte de sus historias.
“Cuando expusimos lo que pasó algunas chicas empezaron a contar sus situaciones, porque violencia de género somos todos conscientes de que hay en este barrio, en el siguiente, en toda Mar del Plata, en todos lados”, sostuvo la hermana de Josefina, quien horas después de lo ocurrido radicó la denuncia en la comisaría de la Mujer.
Durante la manifestación, otra joven se atrevió a denunciar que una semana atrás en la misma zona, hombres que iban en una Traffic intentaron llevársela por la fuerza sin lograrlo. El hecho pasó socialmente desapercibido y se expuso con crudeza este domingo “sin certezas” de que haya vinculación entre su caso y el de Josefina.
Las paredes de la parada de colectivo en la que la joven fue atacada quedaron impregnadas de mensajes similares a los que los manifestantes llevaron consigo, tales como “Tu dolor es mi dolor”, “Nadie es alguien sino todos”, “Amamos la vida” y “Basta de violencia machista”.
Los vecinos, familiares e integrantes de distintas agrupaciones que se hicieron presentes en esta convocatoria, como Las Rojas y Nuevo MAS, además de representantes del Foro de Seguridad, se comprometieron a seguir movilizándose en la zona del hecho para exigir justicia y que se detenga al abusador.
Algunos de los vecinos decidieron sumarse para mostrar su indignación por los recurrentes hechos delictivos de los que son víctimas, principalmente robos violentos bajo distintas modalidades, pero los organizadores insistieron en la importancia de subrayar que el abuso ocurrido el jueves “no fue un caso de inseguridad”. Mientras tanto, buscan pistas para poder identificar al violador.
“Josefina no pudo reconocerlo pero no creemos que sea de la zona. Lo que sí sabemos es que estaba preparado por cómo actuó”, completó María, su hermana, y reclamó que se investigue (el caso quedó en manos de la fiscal Andrea Gómez) y se detenga al autor de la violación.
