Viernes 19 de abril | Mar del Plata
28/08/2016

Agroecología: “No es una alternativa, es la única forma de producir”

En su paso por la ciudad, el licenciado en Ciencias Químicas, Juan Garberi, se refirió a las consecuencias del consumo de alimentos con agroquímicos y a la complicidad entre gobierno, “la academia” y transnacionales.

Agroecología: “No es una alternativa, es la única forma de producir”
(Foto: archivo / QUÉ Digital)

Negar, a esta altura del partido, los efectos nocivos de la exposición prolongada a los agroquímicos sería negar una verdad comprobada, científicamente hablando. Sin embargo, y pese a los avances logrados a fuerza de organización vecinal, todavía queda mucho por trabajo por realizar en cuanto a conciencia social respecto al consumo de alimentos con agroquímicos

 “La agroecología no es una alternativa, es la única forma de producir agricultura desde todo el punto de vista, empezando por la salud y también por la rentabilidad”. La frase pertenece a Juan Garberi, licenciado en Ciencias Químicas con postdoctorado en Biología Molecular, exmiembro de la carrera de Investigador del Consejo Nacional de Investigaciones (Conicet) y, como dato saliente, excompañero de facultad del actual ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Baraño.

De paso por Mar del Plata para participar de la Cátedra Abierta de Soberanía Alimentaria en la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMdP), Garberi dialogó con QUÉ y habló sobre agroecología, agroquímicos, salud y la complicidad entre el gobierno, la “academia” universitaria y las transnacionales.

En ese sentido, el reconocido profesional consideró que pese a la postura de los funcionarios políticos y de los propios productores, es posible (y rentable) producir sin utilizar agroquímicos ni sustancias nocivas para la salud. “Desde el punto de vista de la producción general la agroecología es absolutamente sustentable”, consideró y reparó en el hecho de que durante miles y miles de años “fue agroecológico el proceso”.

“Recién hace 20 años que las transnacionales ingresaron los transgénicos y generaron este sistema, porque las mismas empresas que venden los transgénicos -los químicos que usan para enfermarnos- después nos venden los medicamentos para curar las enfermedades que ellos producen”, graficó.

ENTREVISTA AGROQUÍMICOS

Juan Garberi, en su paso por la ciudad (Foto: QUÉ Digital)

Sobre esto último, Garberi dijo que el mundo atraviesa un proceso de concentración de capital “como nunca antes visto”. “Debemos ser claros, a nivel global el proceso económico está concentrado en 70 familias: y en lo cotidiano y en lo concreto, esto tiene que ver con que yo no quiero en mi mesa, no en la mesa de mis seres queridos, ningún tipo de veneno”, planteó, respecto a la importancia del conocimiento popular.

Y en ese sentido, destacó la importancia de que cada persona, desde su lugar, comience a generar un cambio. “Cada uno de nosotros puede tener su huerta y empezar a cultivar de esa manera; eso ya sería un avance impresionante”, propuso y ejemplificó la situación con un dato para nada alentador: “El arroz, el maíz, las galletitas, las verduras, todo tiene químicos; el tomate, solamente, tiene 17”.

“La realidad es que los alimentos que consumimos y compramos en las ciudades y que no son de productores agroecológicos están contaminados con químicos que nos enferman y nos matan. Lo que pasa es que no es traumático, no es espectacular el proceso. Entonces no se visibiliza, no se ve”, se lamentó y habló de las numerosas muertes, enfermedades, abortos espontáneos y nacimientos con malformaciones producto de esta situación.

 COMPLICIDAD Y CONCENTRACIÓN DE CAPITAL 

Para el especialista, actualmente “hay complicidad de los funcionarios y de la ‘academia’ con las transnacionales que producen, venden y lucran con estos químicos” ¿Por qué? Porque pese a que hay “infinidad de estudios internacionales y nacionales que acreditan científicamente la acción teratogénica, mutagénica, cancerígena y neurotóxica” de estas sustancias, muchos políticos todavía hablan de la inexistencia de estudios que avalen las denuncias de ambientalistas, trabajadores, médicos y profesionales.

Al respecto, el también referente de la Mutual Sentimiento advirtió: “La ciencia no es la ciencia del poder, la ciencia es el conocimiento y el conocimiento es universal. Y esto está, quien quiera ver los datos puede ver los datos de la realidad que evidencian con claridad la acción de enfermedad y muerte. Todo lo otro es un proceso de complicidad”.

Sobre esto último, Garberi habló de la existencia de un proceso “de carácter criminal, genocida y ecocida. “Si Barañao y sus cómplices salen a decir públicamente que el glifosato no produce cáncer a pesar de que hasta la Organización Mundial de la Salud (OMS) termina diciendo que el glifosato produce cáncer, entonces cuando la gente escucha que la academia dice que no pasa nada lo cree”, expuso.

Consultado respecto al rol de la organización popular a la hora de contrarrestar esta situación, el profesional sostuvo que pese a todo “los emergentes no se pueden evitar ni ocultar”. “Esto es un tsunami, la única salida posible es el cambio y el cambio empieza con la apropiación por parte del pueblo del conocimiento”, enfatizó e hizo hincapié en el hecho de que vivimos en un proceso que “mata, enferma a las personas y destruye el medio ambiente”.

“Este proceso económico de carácter extractivista es un proceso que tiene que ser modificado, porque podemos discutir cualquier proceso económico, lo que no es discutible desde ninguna perspectiva es un proceso económico que enferma y mata”, completó y entendió que es momento de “dejar de mirar para el otro lado”.

NO ES AMBIENTALISMO, ES SENTIDO COMÚN

En el marco de su visita a la ciudad, Garberi se refirió también a las concepciones de ambientalismo y fundamentalismo, en el marco justamente de la desacreditación constante que existe hacia la problemática. “Nosotros somos emergentes de la naturaleza, somos naturaleza, nos podemos creer más o menos pero somos eso. Entonces todo lo que hace daño a la naturaleza nos hace daño a nosotros”, expuso, sobre la concepción original de esta visión.

Y en esa misma línea, consideró que “no podemos no tener en cuenta a la naturaleza, porque estar sanos, no enfermarse, tener vida significa estar en armonía entre nosotros y con el medio ambiente”. “Es sentido común, vale desde cualquier perspectiva y no es una cuestión de ambientalismo; yo no sé si soy ambientalista, soy miembro de la academia por mis títulos, pero no encuadro en eso, encuadro en la defensa de la vida”, finalizó, respecto a la necesidad de intervención de la sociedad en general.

Ver más: , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , ,

28/08/2016