“La luz está cara porque no subieron igual los salarios”
Lo dijo Guillermo Moser, reelecto en Mar del Plata como presidente la Federación de Trabajadores de Luz y Fuerza. Cargó contra los legisladores al analizar el veto de Macri.
En Mar del Plata, Guillermo Moser fue reelecto este jueves en Mar del Plata como presidente de la Federación Argentina de Trabajadores de Luz y Fuerza (FATLyF) para seguir conduciendo los destinos de la organización sindical del sector energético por cuatro años más.
A una semana de que el presidente Mauricio Macri vetara la ley que horas antes había aprobado el Congreso para retrotraer las tarifas a noviembre del 2017, el referente a nivel nacional de los trabajadores de la energía eléctrica habló con QUÉ Digital y si bien no avaló el veto, corrió el eje de la discusión y aclaró que “las tarifas tenían que subir”, pero advirtió que “lo que no aumentó igual fueron los salarios”.
Según el dirigente que se alejó de la CGT tras la creación del triunvirato, el tema tarifario “afectó a la Argentina a nivel país, a toda su gente”, como así también “la inflación y los consecuentes impuestos a los servicios”.
Sin embargó, ratificó que “las tarifas tenían que subir”, aunque confió que el gobierno no escuchó a la Federación: “Nosotros dijimos que tenía que ser escalonada la suba. No fue la manera. Pero lo que nos preocupa a nosotros de la Cámara de Diputados y de los legisladores es que se ocuparon de las tarifas recién cuando tocaron a Capital Federal”, lanzó Moser y remarcó que “en el interior se paga el 100% de las tarifas y en Capital el 40%; es medio ingrato que pase esto”.
Claro está que miles de usuarios se ven imposibilitados de pagar las boletas de luz o de gas que llegan a sus casas por los grandes aumentos aplicados. “Sí, la luz está cara”, dijo Moser, “es cierto, pero está cara porque no hubo los mismos aumentos en los salarios, que siguen bajos”.
El dirigente gremial Moser señaló como ejemplo que “si las tarifas suben un 40% pero los salarios con suerte suben un 15%, la luz va a estar cara y es injusto”, aunque rápidamente reparó en que “los medicamentos también aumentaron una barbaridad pero de eso no se dice nada”.
La cuestión de fondo, a su entender, no es el veto de la ley ni le ley que aprobó el Congreso en sí misma: “El tema es que si no aumentamos los salarios y quedamos atrás de la inflación mientras suben los servicios, siempre el que pierde va a ser el trabajador”.
La Federación acordó meses atrás en paritarias un aumento salarial del 15% (11% en marzo y un 4% en junio) con la condición de volver a sentarse a negociar en septiembre.
Para Moser, haber cerrado este acuerdo “es una tranquilidad”, pero al mismo tiempo “estamos preocupados por la situación en general y por la inflación que no frena”, dijo.
