Mar del Plata sin tren: pasan los meses, el servicio no vuelve
Pese a los anuncios y las pruebas, que se realizan desde noviembre sin pasajeros, la circulación de las unidades continúa suspendida desde agosto de 2015. Con la temporada en marcha, no parece haber indicios de una reactivación.
Pese a los anuncios, la expectativa y el inicio de las pruebas sobre las vías, lo cierto es que Mar del Plata continúa sin tener servicio de trenes y, por el momento, no pareciera haber indicios de una reactivación. “No hay una fecha prevista, están haciendo las pruebas”, había dicho hace algunas semanas el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y el paso de las días, efectivamente, le dio la razón.
Según pudo saber QUÉ, aunque el propio gobierno aseguró en su momento que el regreso de las unidades se concretaría durante la temporada, lo cierto es que prácticamente finalizando enero lo que faltan son, justamente, certezas. “Falta decisión política”, dijeron algunas de las fuentes consultadas, quienes repararon en el buen estado de las vías, pese a las críticas.
En ese sentido, los trabajadores que se desempeñan en el sector recordaron que a principios de noviembre, cuando ya se cumplía más de un año sin el tren, desde el gobierno nacional habían anunciado que el mismo volvería a funcionar desde diciembre con un servicio directo desde Plaza Constitución y otro con paradas intermedias en doce localidades bonaerenses.
Sin embargo, eso no sucedió, y las razones son poco claras, aunque el principal punto de conflicto estaría centrado en la duración de los viajes; actualmente, las unidades realizan el trayecto Mar del Plata – Capital Federal en casi 7 horas y media y el objetivo es bajar la duración y llevarla a no más de 6 horas y media.
De todas formas, y en lo relativo al estado de las vías -tras las críticas del gobierno bonaerense a la gestión anterior-, lo cierto es que desde el inicio de las pruebas a la actualidad no se registraron accidentes ni complicaciones que evidenciaran inconvenientes en el estado de las vías. “Hubo en el primer servicio una vía un poco torcida en la zona de Dolores, pero después no hubo otro problema: no hubo ni descarrilamiento ni ninguna situación anormal”, señalaron a QUÉ las fuentes consultadas.
En cuanto a los obstáculos en relación a la duración del viaje, el problema radica en la falta de una decisión concreta: la de aumentar la velocidad en aquellos lugares en los que las vías están en mejores condiciones, lo que permitiría reducir la duración del viaje. Y en ese marco, la circulación de poco tonelaje en los durmientes nuevos también se presenta como un problema: “Hasta que no pase cierta cantidad de tonelaje por esas vías no se puede aumentar la velocidad”.
