Martes 23 de abril | Mar del Plata
10/06/2016

La insólita justificación: “No podemos permitir desmanes”

Esa fue la respuesta del gobierno respecto a la expulsión de Juan Pablo Ramos, el joven de 25 años que falleció en la calle y quien había sido retirado del operativo municipal tras golpear a un empleado, en el marco de una crisis por sus adicciones.

La insólita justificación: “No podemos permitir desmanes”
(Foto: QUÉ Digital)

Una vez más, y a menos de dos semanas de la muerte de Ángel Mansilla –el hombre en situación de calle que falleció en Luro y La Pampa las condiciones de extrema vulnerabilidad a las que están expuestas las personas que no tienen un techo en la ciudad se cobró otra vida. Juan Pablo Ramos murió en la madrugada en el hall de un edificio y el Municipio justificó su expulsión del Operativo El Puente: “No podemos permitir que en un estado alto de consumo o ansiedad producto de la falta de otras cosas provoque desmanes con el resto de las personas”.

Las palabras, que de alguna manera y aunque no lo quieran admitir reflejan las falencias del sistema de asistencia, pertenecen a Nadia Contreras, una de las coordinadoras del ahora denominado Operativo El Puente, antes Operativo Frío, y fueron dichas mientras el cuerpo sin vida de Juan Pablo permanecía tirado en la calle.

Según explicó la funcionaria, el joven había pasado por el operativo tras ser “levantado” de la zona de Aragón y la Costa. “Había sido atendido por nuestro grupo de empleados: teníamos conocimiento de sus adicciones y hace dos días había tenido un inconveniente porque estaba bastante conflictivo y golpeó al personal municipal”, indicó Contreras.

En ese momento, y según su relato, “se convocó al 911 ya que en esa situación tuvo que ser retirado del parador por su agresividad, dado que le había provocado un golpe bastante profundo a uno de los empleados y además había producido ciertos altercados con el resto de las personas”.

Entonces, la respuesta del Municipio ante una persona con un grave problema de adicciones -producto de la situación de vulnerabilidad en la que vivía- fue depositar nuevamente a esa persona en la calle, donde finalmente murió.

“Este muchacho había sido sumamente agresivo y había golpeado al personal municipal. No podemos permitir que en un estado alto de consumo o ansiedad producto de la falta de otras cosas provoque desmanes con el resto de las personas”, argumentó la trabajadora, en relación a lo sucedido.

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10/06/2016