Puerto: otro reclamo, otras indemnizaciones
Unos 60 trabajadores que fueron despedidos de la empresa Costa Brava mantienen tomada hace tres días la planta. Otro grupo protesta frente a la casa de una de las empresarias. Otra muestra de “impunidad” en el sector.
“El obrero que se cague”, dice uno de los trabajadores sobre el pensamiento empresario que prima en el puerto. Lo dice un trabajador que mantiene otra toma en el puerto. En Mar del Plata hay otra empresa tomada por los trabajadores, que hace tres días reclaman el pago de sus correspondientes indemnizaciones, luego de haber sido despedidos en diciembre. En Mar del Plata nadie se hace cargo de lo que los empresarios del puerto hacen con los trabajadores.
“Se llenan los bolsillos ellos y se olvidan de todo”, dice otro de los obreros que forma parte de la toma de la planta de Costa Brava, empresa que envió los telegramas de despido a unos 50 fileteros en diciembre, quienes todavía esperan poder cobrar lo que les corresponde.
El reclamo se inició el martes con la toma de la planta ubicada en el puerto y con una protesta montada frente al domicilio de una de las empresarias, Karina Di Leva, en Arenales casi San Lorenzo.
Los trabajadores cuentan que Di Leva fue la responsable de enviarles los telegramas y que también tiene su cuota de responsabilidad el empresario Guillermo Di Costanzo, quien compró Costa Brava con la deuda incluida. La deuda alcanza a 60 trabajadores, entre los representados por el Sindicato Obrero de la Industria del Pescado (SOIP) y por el Sindicato de Empleados de Comercio. Los primeros reclaman en su mayoría por sus indemnizaciones, y los otros, por sueldos adeudados desde hace más de seis meses.
Los trabajadores aseguran que Di Costanzo les había ofrecido el pago del 50% de la indemnización hasta en diez cuotas y luego bajó a un 30%. Por eso, dicen que ahora “no se mueven del 100%”.
El problema, como siempre, no es nuevo ni se dio de un día para el otro. Los trabajadores relatan que desde 2011 vienen con inconvenientes, como “todo el puerto”. Han llegado a cobrar de a $500 o $1000 y han estado hasta un año bajo el sistema de “garantía horaria”, que asegura un cobro mínimo ante la falta de trabajo.
Frente al domicilio donde se encuentra Di Leva, que cada tanto les hace gestos desde una ventana, los trabajadores ahí reunidos dicen que ahora están a la espera de que la Aduana habilite a la firma Guigus -que pertenece a Di Costanzo- para que pueda exportar desde Costa Brava y así podría reactivarse la actividad. Los empleados también dicen que eso es sólo una promesa entre tantas y que lo que quieren en concreto es su indemnización.
Algunos dicen que luego de esto no podrían seguir trabajando con Di Costanzo y algunos lo ven como una alternativa viable. Por lo pronto, esperan poder cobrar lo que les corresponde, algo no muy habitual en el sector portuario de Mar del Plata.
