Sábado 20 de abril | Mar del Plata
13/09/2015

Santa Celina: un barrio entre la naturaleza y la urbanización

Está ubicado en una de las zonas más altas de la ciudad y alberga a cientos de familias. En los últimos años se incrementó la población, de la mano del Procrear. Sin embargo, son frecuentes los robos en las obras en construcción.

Santa Celina: un barrio entre la naturaleza y la urbanización
(Fotos: QUÉ Digital)

Ubicado en una de las zonas más altas de la ciudad, el barrio Santa Celina alberga historia y naturaleza y en los últimos años ha crecido en base a la urbanización. Sobre tierras propiedad de Guillermo Atila Aráuz Peralta Ramos -nieto de Jacinto Peralta Ramos, hijo del fundador de la ciudad- cientos de familias se instalaron en el sector ubicado al fondo de la calle Talcahuano, pasando Mario Bravo, y en cercanías al Cementerio.

En el último tiempo, y gracias al Procrear, la zona vivió un auge, en base a la presencia de terrenos libres y la posibilidad de construcción. Sin embargo, los robos en las obras se convirtieron en una constante: faltantes de materiales, cimientos tirados abajo, ausencia de elementos y el miedo y la intranquilidad de quienes tienen puesta la ilusión en acceder a su propia vivienda, pero se encuentran con el delito.

Stella Maris Constantini vive hace 20 años en la parte más alta del barrio, conocida como El Balcón. Desde la ventana de su casa no solo ve gran parte de la ciudad, sino también el mar. Y desde esa misma ventana, tanto ella como su marido y sus hijos vieron cómo, año a año, el barrio Santa Celina fue creciendo y se fue convirtiendo en uno de los lugares preferidos para quienes buscan tener su propia casa, pero prefieren la tranquilidad de la naturaleza a lo ajetreado de la ciudad.

Stella Maris y su familia vivieron prácticamente en soledad, a excepción de su vecino Guillermo Peralta Ramos, durante más de 15 años y con total tranquilidad. Ella asegura que el barrio es seguro, pero que los problemas relacionados con los robos en el Procrear sí son una constante. La policía, si bien entra y recorre las calles, no puede hacer demasiado porque los hurtos se dan por las noches.

SANTA CELINA (1) PROCREAR

“Sé que algunos de los que tienen obras pensaron en pagarle a un persona para que vigile y se encargue de recorrer las obras, pero eso sale dinero y todos sabemos que cuando se está en construcción cualquier gasto imprevisto complica mucho las cosas”, explicó Stella Maris y lamentó que, muchas veces, los barrios más alejados queden relegados ante la ausencia del Estado, en función de aquellos espacios más cercanos al casco urbano.

UN BARRIO DE HISTORIA RECIENTE

Las tierras que componen el barrio son propiedad del arquitecto Guillermo Peralta Ramos, quien hace unos 50 años se encargó de llevar adelante el proyecto de urbanización del lugar, que luego sería aprobado y, entonces, nacería Santa Celina. Aunque algunos pueden asegurar que por las distancias y las características de algunas de las casas se podría tratar de un barrio residencial, Stella Maris remarca que se trata de un lugar que fue creciendo en base a los trabajadores, que con esfuerzo fueron construyendo sus viviendas.

SANTA CELINA (2)

El plano que fue aprobado y que daría lugar al nacimiento del barrio Santa Celina.

Recientemente al barrio llegó el gas natural -aunque las conexiones no fueron iniciadas- pero el principal problema es que Obras Sanitarias no llevó el agua potable en su totalidad. Las familias dependen de la sociedad de fomento y de la posibilidad de tener una cisterna para acceder al recurso hídrico. En el caso de esta familia, esta situación les valió una serie de reclamos judiciales que terminaron a su favor, pero las obras nunca llegaron y hoy continúan accediendo al agua por red tan solo tres veces por semana.

En su momento desde Obras Sanitarias habían asegurado que trabajaban “en las gestiones necesarias para la futura incorporación del barrio Santa Celina al radio servido por Obras Sanitarias, proyectando las obras y gestiones legales necesarias a seguir”. Sin embargo, esto todavía no llegó y tan solo -detallaron desde OSSE- “se reforzó la vinculación  con la Asociación Vecinal de Fomento, quien recibe agua en block por entrada del Acueducto Sur y por la Impulsión de Lomas del Golf y recibe controles periódicos y materiales necesarios para las tareas de mantenimiento y reparación del sistema existente en el barrio”.

Otro de los problemas que aqueja a los vecinos tiene que ver con los basurales. Si bien en el recorrido del servicio de recolección de residuos la zona está incluida y los camiones pasan tres veces por semana, el problema son los propios marplatenses. Es que, según denuncia Stella Maris, en numerosas ocasiones los habitantes del  lugar se encontraron con que llegan a a los terrenos camiones con, por ejemplo, pañales usados y los desechan sin ningún tipo de problema en los espacios verdes.

A eso, se suma la falta de señalización, algo no menor en un barrio que, por sus características, puede convertirse en un laberinto para quien no lo conoce. “En su momento se había empezado una idea de señalizar con colores y habíamos propuesto que se pintaran los postes de luz cada algunas cuadras del color correspondiente para identificar las calles, pero eso nunca se hizo”, se lamentó la vecina, que además agregó que en muchas ocasiones las calles, al ser en su mayoría de tierra, también se presentan intransitables ante la falta de granza, en especial, cuando hay fuertes lluvias.

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13/09/2015