Sin agua potable, sin luz y tapados de barro
Así viven los vecinos del barrio Parque Palermo en un tramo de la calle Fitte. Aseguran que las tareas necesarias no llegan y que cada vez que llueve se inundan. Sobre la avenida Tetamanti hay una obra frenada hace más de un mes.
A unas cuadras del enorme Polideportivo del barrio Las Heras, las condiciones en las que viven los vecinos de Parque Palermo están muy lejos de ser buenas: una cuadra, por ejemplo, no tiene agua potable, las luminarias están todas rotas y cada vez que llueve las casas se inundan y el barro vuelve intransitable la zona. Por eso, los habitantes del lugar decidieron manifestarse con un corte en la intersección en las avenidas Mario Bravo y Tetamanti a la espera de respuestas porque el reclamo no es nuevo.
La concentración de los vecinos derivó en varios cortes de calles en la zona, pero el principal fue en Mario Bravo y Tetamanti, donde se observa un importante zanjón en medio de la calle sin ningún tipo de señalización en el marco de una obra que empezó hace unos cuatro meses y que hace uno y medio que no avanza: se la ve abandonada.
A unos metros de eso, la calle Fitte a la altura del 3200, es una calle que para el gobierno, según cuentan los vecinos, “no existe en el mapa” y por lo tanto no pueden ejecutarse obras. Así, en esa zona no hay agua potable, las calles presentan un estado desastroso y las luces no andan, un combo que los vecinos no aguantan más.
En la zona viven trabajadores, gente humilde, algunos mayores, y salir de sus casas ante una lluvia menor como la de esta semana se vuelve casi imposible. “La gente no puede vivir así”, repiten los vecinos, enojados por la falta de respuestas. Es que, según aseguran, hace unas semanas un camión municipal pasó por el lugar para “mejorar” la zona, pero fue para peor. “Pasaron y rompieron una manguera que tenemos conectada con el agua”, dijo una vecina y todos se lamentaron de que aún así el estado de la calle tampoco mejoró.
Otro de los vecinos, que vive sobre Tetamanti hace doce años y que ya puso el cartel de venta, se quejó por la respuesta que recibió desde Obras Sanitarias tiempo atrás. “Me dijeron que haga un pozo o que si no pague $25 mil pesos para que puedan extender la red”, apuntó.
“Arroyo va a tener que tapar la zanja”, graficó otro de los habitantes de la zona en referencia a la obra inconclusa sobre la avenida, y el descontento con que nadie se haya acercado del gobierno municipal, con excepción del titular de la Oficina de Asistencia a la Víctima, Gastón Herrera.
LO URGENTE
Soledad vive con su pareja, que hace 25 años tiene su casa en el barrio y que hace changas. Está embarazada de cuatro meses. Su casa está ubicada en Fitte, esa calle que les dicen oficialmente que no existe en los mapas. La joven cuenta que cuando llueve, su casa se llueve, que tiene que poner el balde cerca de su cabeza para dormir o que tiene que correr la cama. Dice que está cansada, que ha tocado muchas puertas y que encima no puede ni salir a la calle cuando llueve.
Soledad es una de las vecinas que más se queja, que muestra su descontento, que exige respuestas. Pide poder vivir bien, que al menos alguien empiece trabajos “en serio” en la zona y que alguien la ayude a vivir en una casa sin filtraciones.
