Submarino: los familiares, entre la fe y la desesperanza
Ayuno, rezos y contención mutua son algunos de los gestos entre quienes permanecen en la Base Naval y piden no perder las esperanzas. Otros muestran su dolor al considerar la muerte de los tripulantes.
El anuncio de la detección de una explosión proveniente del submarino ARA “San Juan” significó el jueves pasado un punto de quiebre en la espera para algunos familiares. Es que la desesperanza de algunos que ya dan por muertos a los tripulantes y la fe de otros que mantienen su expectativa de que vuelvan con vida se cruzan en una Base Naval que sirve de contención para todos ellos.
Como muestra de la fe y la esperanza que mantiene un grupo de familiares que permanece en la Base Naval, este domingo Marta Vallejo, hermana de Celso Oscar Vallejos, sonarista del ARA San Juan, anunció el inicio de un ayuno “hasta que aparezcan los tripulantes” del submarino, y pidió “al país que se una”.
“Es un sacrificio que yo doy”, sostuvo y contó que “hasta que vuelvan los 44” no ingerirá ningún alimento sólido, y sólo lo hará con líquidos. “Yo creo que van a volver, estoy totalmente convencida, sé que ellos obviamente no deben estar pasando un buen momento, pero sé que están bien, internamente lo siento”, expresó.
Por su parte, la madre de otro de los tripulante pidió también en diálogo con la prensa “no perder las esperanzas” de que los 44 tripulantes sean rescatados. “Nosotros nos quedamos hasta el final, hasta tener un resultado”, contó Nicolás, hermano de otro de los submarinistas que se hospeda en un hotel dispuesto por la fuerza.
Una situación particular se vivió este lunes cuando llegó a la Base Naval Itatí Leguizamón, la pareja de Germán Suárez, uno de los submarinistas, quien tras conocerse la detección de la explosión el jueves pasado no dudó en afirmar: “No nos dijeron que están muertos, pero es una suposición lógica”.
Tras ello, y sus distintas declaraciones en los medios en ese sentido, este lunes los familiares le hicieron saber su malestar, y ella lo quiso contar a la prensa luego de que le pidieran, según explicó, que se retirara. “Me acerqué para saber si había alguna novedad, entré y me empezaron a agredir el 90% de las familias, me quisieron pegar, me dijeron que me calle, que no abra la boca, que si quiero hablar que hable por mí”, sostuvo y agregó: “Me dijeron que yo pienso así, pero que respete que ellos piensan que los van a encontrar”.
