Jueves 25 de abril | Mar del Plata
28/11/2015

Un mundo con drogas: “Si no hay prohibición no hay tráfico”

El editor de la revista THC, Emilio Ruchansky, cuestiona el paradigma prohibicionista de las drogas y plantea la alternativa de la regulación. “Vamos a tener que instalar el tema desde la sociedad civil y llevarlo al Congreso”, dice.

Un mundo con drogas: “Si no hay prohibición no hay tráfico”
Emilio Ruchansky, el autor de Un mundo con drogas en su presentación en Mar del Plata.

El paradigma prohibicionista de drogas se sostiene en conceptos que no se discuten en la sociedad: la drogadependencia es una enfermedad, chicos mueren por drogas, existe el narcotráfico y el Estado lo combate en una supuesta guerra. Partiendo de esas bases, el libro Un mundo con drogas, del periodista y editor de la revista THC, Emilio Ruchansky, rompe con esas ideas hegemónicas al intentar instalar la alternativa de la regulación de las drogas ilegales.

Un mundo con drogas es un libro sobre reducción de daños y regulaciones de drogas ilegales que implican principalmente dos plantas esenciales en América como son el cannabis –la marihuana- y la hoja de coca –cocaína- y, también, la amapola que es con la que se saca la morfina y heroína.

Para escribir el libro, Ruchansky recorrió Suiza, Holanda, España, Estados Unidos, Bolivia y Uruguay así conocer en profundidad los ejemplos que cuestionan el paradigma prohibicionista

“La teoría holandesa del consumo de droga señala que la puerta de entrada a las drogas duras es el dealer, no la marihuana. En cambio, en Suiza existen salas de consumo controlado donde los usuarios sacan turno, se inyectan heroína, cocaína. Es fuerte, es polémico, pero funciona. Ambos ejemplos se basan en un mundo con drogas, vos aceptás que la gente se droga y no la encerrás en una comunidad terapéutica o manicomio y le das un lugar para que consuman”, dice Ruchansky.

Cuando vos permitís que las personas que tienen algún problema consuman, su vida deja de girar en torno a comprar. Porque si vos consumís heroína por 20 años, te prostituís, robás, trabajás hasta que tal vez te echan. Son adicciones que involucran dependencia física”, explica el autor del libro y aclara que Un mundo con drogas “no esconde el nivel de enfermedad por las drogas, pero más del 90% del consumo de todas las drogas es recreativo, no problemático. En ese sentido el libro abre la puerta a cómo podemos regular”.

 -¿La regulación frenaría al narcotráfico?

-Hay unos primeros estudios económicos sobre el impacto de las legalizaciones tanto en cuanto a regulaciones a nivel médico, como en California. Por ejemplo, en al menos 23 estados en Estados Unidos ya acceden a marihuana de manera medicinal y por supuesto que los carteles ganan menos plata y se lava menos plata, ya que la plata siempre quedaba en el lugar de distribución, es mentira que queda en donde se produce. El narcotráfico genera una economía muy poderosa y todavía no tenemos ejemplos de cuán grande puede ser el golpe de la regulación porque tenemos economías muy incipientes.

-El caso más cercano de la regulación en el consumo de marihuana sería el de Uruguay ¿todavía no hay datos de cómo fue el impacto allá?

-Uruguay es muy incipiente, pero ya tiene el 40% del cannabis cultivado en Uruguay. Es decir, 40% menos a aduaneros, transas, policías, jueces, terratenientes paraguayos y brasileros. Se les saca mercado a esa gente y además empezará a pagar impuestos. Hay traslado de billetes de una economía ilícita a una economía lícita. Y el pibe que hoy vende en una villa puede ser un pibe que cultiva y vende legalmente.

-A nivel global ¿se avanza en una dirección que regule el consumo de las drogas?

-Están pasando muchas cosas. Chile está debatiendo, Ecuador permite el autocultivo, en Cánada ganó un presidente que quiere legalizar y regular, Estados Unidos, Obama dijo que está a favor de la despenalización para consumo personal. THC

-¿Y en Argentina?

-Para atrás. Vamos a tener que instalarlo nosotros. Se acabó el período de negociación parlamentaria. En 2012 casi sale la despenalización de la tenencia. Lo frenó la iglesia, comunidades terapéuticas e intereses oscuros.

-¿Cuál sería la alternativa a instalar?

-Falta regulación y vamos a tener que instalarlo desde la sociedad civil. No veo un partido grande que lleve este planteo. Hace fala un consenso social, le han podrido la cabeza a la gente. Le han dicho que los narcotraficantes viven en las villas y no viven en las villas. Los políticos no van a hacer nada por nosotros en este tema. La sociedad civil es la que tiene que salir a pedir la regulación. Reclamar regulación es reclamar el fin de la guerra.

Emiliano

-¿Por qué hablar de “regulación” y no de “legalización”?

-Tenemos que usar la palabra de regular. ¿Regulamos el tabaco? Sí, no hay publicidades en televisión. Bueno regulemos el alcohol también ¿por qué tengo que ver propagandas de cerveza en todas partes? Si yo sé que el alcohol puede generar adicciones tan duras y pesadas como la heroína. La adicción al alcohol puede ser peligrosa y sé que el cannabis no genera adicción. El máximo problema que te puede generar el cannabis es al operar maquinaria pesada. El alcohol te deja chicos muertos en las guardias. ¿Dónde están los muertos por la marihuana? Ni siquiera el paco mata. Mata el hambre, la pobreza y matan los dealers de las villas.

-¿No estás minimizando la problemática del paco?

-Si uno lo ve desde el punto de vista médico, el alcohol es mayor problema. El paco se fuma muy poco en Argentina y se puede erradicar ya que tiene que ver con un subproducto de la cocaína. En Rosario, por ejemplo, no hay. Nunca fue un problema de salud enorme la droga, no se contagia.

-Sin embargo la sociedad culpa muchos de sus problemas a la droga –violencia, delincuencia-.

-La guerra de la droga no es tirarle misiles a panes de cocaína. La guerra de la droga es meter presa a gente pobre, a hombres, mujeres y mulas. Y los pitufos, que hoy tenemos a miles de nuevos policías que están creados bajo un paradigma que para ellos el consumo personal de droga es delito, porque la ley lo sigue diciendo. Más droga que van a controlar, más chicos que van a ir a comisarías. La Argentina viene mal, está atrasada en todo lo que es políticas de drogas, sobre todo al no haber despenalizado.

-Pero ya por plantar marihuana no es tabú.

-Tenemos jueces que no van a procesar por tener tres plantas, el problema es que te van a allanar la casa por tres plantas, te va a entrar la policía a tu casa, te estigmatizan, podés perder el trabajo. No es solamente un mal momento. Te quedan antecedentes penales.

-Claro, no te procesan, pero sigue estando prohibido plantar.

-Hay mucha gente que le conviene la prohibición: a la policía, aduaneros y ese es el tema. Somos rehenes de esta gente, son los que nos meten miedo por los medios todo el tiempo. Al mismo tiempo si cultivas te meten preso. “No cultives, vení a comprarnos”, ese es el mensaje que da el Estado a la sociedad. Vos querés salir del mercado negro y te meten preso por no comprarle a los narcotraficantes.

-¿Por qué crees que la “guerra contra el narcotráfico” se transformó en banderas política?

-Es un esquema de guerra permanente en donde se quiere generar un fantasma que no hay, como si hubiera un gran problema de narcotráfico, como si estuviéramos en México o Colombia. Tenemos que pedir medidas reales: regulación y tratamiento para reducción de daño y no solo bajar el abstencionismo.

-¿La lucha contra el narcotráfico es un negocio en sí mismo?

-Como dijo el expresidente uruguayo Pepe Mujica, alimenta a la burocracia planetaria dedicada al tema droga y el supuesto combate. Gracias a que las prohibieron tendrán negocio y trabajo toda la vida. Si no hay prohibición no hay tráfico, el más prohibicionista es el más cómplice.

A pesar de que las leyes se mantienen estáticas, la sociedad cambia y lo que antes era mal visto pasa a ser aceptado. El caso del autocultivo es así. “Con la revista THC le sacamos el miedo a la gente, se puede cultivar, es mucho mejor cultivar, hay que tomar riesgos, conviene asociarse con un amigo. Se puede salir del mercado negro, consumir algo mejor y sin pagar. El autocultivo se está instalando y llegó para quedarse”, considera Ruchansky, quien plantea una alternativa en este mundo con drogas en que todos vivimos.

Que las drogas existen en el mundo a esta altura nadie lo puede negar, sería idiota hacerlo. No analizar otras alternativas a esta realidad, también.

Ver más: , , , , , ,

28/11/2015