Vendedores ambulantes: “Muchos no terminaron el secundario”
Por segundo año se dicta el Plan Fines en la sede del Sivara. Unos 40 trabajadores de la playa, el estadio y la calle volvieron a estudiar. “Es la primera salida laboral para muchos que no completaron el secundario”, agregaron desde el gremio.
La venta ambulante fue y es para muchos una salida laboral inmediata, digna. Un oficio que si no se hereda, se aprende en la calle a los golpes, a fuerza de la necesidad de subsistir, prácticamente sin reconocimiento público ni promoción de derechos. En Mar del Plata, entre las playas, el estadio “José María Minella” y la vía pública, son cientos los que viven a diario de esta actividad. “Muchos no terminaron el secundario”, afirmaron desde el Sindicato de Vendedores Ambulantes de Mar del Plata (Sivara) a horas del inicio de un nuevo ciclo lectivo del Plan Fines para los trabajadores del sector.
El Plan de Finalización de Estudios Primarios y Secundarios (Fines) está específicamente diseñado para brindar a jóvenes y adultos que no han podido terminar su escolaridad el apoyo y las herramientas necesarias para culminar sus estudios. Es impulsado por el Ministerio de Educación de la Nación y adhiere al mismo la Dirección de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires a través de sus consejos escolares.
Hace tiempo, haber completado o no el secundario es sinónimo de puertas al mundo del trabajo que pueden abrirse tan rápido como cerrarse sin el título en mano. Y para buena parte de los vendedores ambulantes, la venta en la calle fue el pasillo de salida de una o varias puertas que se cerraron.
Un grupo de unos 15 vendedores ambulantes terminó en 2015 su primer año de estudio dentro del Plan Fines en la sede local del Sivara. En los próximos días comenzarán el segundo año, mientras que otros 20 trabajadores del rubro arrancarán desde cero el ciclo.
Entre las casi 40 personas que se inscribieron en el Plan Fines que se dicta en el gremio hay jóvenes y adultos, hombres y mujeres, vendedores ambulantes que van de los 18 a los 65 años, según explicó Ariel Greco, referente del Sivara, en diálogo con QUÉ.
De los casi 500 afiliados, buena parte trabaja en la venta ambulante en las playas de Mar del Plata, mientras que otros se desempeñan en el estadio José María Minella, tanto en el Torneo de Verano de fútbol como en los partidos que Aldosivi y Alvarado juegan durante el invierno. Otros caminan por la calle, casa por casa, pasan por negocios, talleres y oficinas para subsistir.
Entre 50 y 60 vendedores ambulantes recorren las tribunas del Minella durante el Torneo de Verano de fútbol. En el resto del año, según el partido que se juegue, puede haber entre 10 y 20 vendedores. La prioridad -gracias al gremio- la tienen “los de todo el año” por sobre quienes provienen de otras localidades.
“Es mucha la gente que no terminó el secundario. Dentro de lo que es el mundo del trabajo, entre los vendedores ambulantes se nota mucho. Yo lo viví por mis viejos. De chico te toca laburar, porque venimos de padres que no tuvieron la oportunidad de estudiar y que no le daban prioridad a que nosotros lo hiciéramos, no por maldad sino por la manera en la que se criaron y nos criaron”, contó Greco.
El próximo lunes comenzarán su primer año del Plan Fines los recientes inscriptos. Cursarán lunes y miércoles de 18 a 22 dentro de la sede del gremio, en un espacio convertido en un aula con pizarrón y pupitres para que los estudiantes asistan a clases. Los martes y jueves a la misma hora, iniciarán su segundo año aquellos que ya completaron en 2015 la primera etapa.
A su turno, el secretario de Organización del Sivara, César Lencina, destacó que el Plan Fines “le permite a nuestros afiliados y a muchos ciudadanos cumplir con su sueño de terminar de estudiar, una etapa muy importante en la vida de las personas” y luego remarcó: “Somos conscientes que la educación es la mejor herramienta que tiene la sociedad, y que en definitiva es la que les permitirá crecer en su vida y proyectar sus sueños”.
CALIDAD LABORAL Y RECONOCIMIENTO
El Sindicato de Vendedores Ambulantes de Mar del Plata y Zona Atlántica, conducido hoy por José Lencina, se constituyó para suplir todo aquello que tiempo atrás faltó y que de a poco empieza a faltar menos.
El monotributo social, los aportes, la gestión de jubilaciones, la entrega de pecheras identificatorias y carnet habilitantes, la cobertura de una obra social (OAM), el seguro de accidentes de trabajo y la prioridad laboral para los vendedores de Mar del Plata frente aquellos que provienen de otros lugares. Son esos algunos de los logros y conquistas del gremio, pero todavía falta.
“Conseguimos la obra social para unos cien vendedores. Nunca habían tenido este tipo de cobertura. Avanzamos también en un acuerdo con un mecánico dental para que puedan acceder a mejorar su salud bucal, son pequeños grandes pasos”, continuó Ariel Greco.
Por último, adelantó: “Estamos trabajando en un proyecto para pedir permiso para diez vendedores ambulantes en los colectivos y que cada uno tenga pechera e identificación, además de una ordenanza que los habilite y el aval de la empresa. Queremos darle al vendedor una calidad laboral y un reconocimiento que no tiene. Hay mucho para hacer, hay que ir saldando materias pendientes”.
