Revictimizados por el espionaje ilegal: 'Esto pasó' Revictimizados por el espionaje ilegal: 'Esto pasó'

Revictimizados por el espionaje ilegal: "Esto pasó"

Autor: Sebastián Alí. Fotos: Lucho Gargiulo — 30 de diciembre de 2021

Son los últimos días de 2018. Desde hace unas semanas Hugo Amadeo dejó de trabajar para mantener un acampe en el centro de Mar del Plata para exigir respuestas por los marineros desaparecidos del buque pesquero Rigel, entre los que se encuentra uno de sus hijos. Necesitaba plata y decidió llamar a su otro hijo para pedirle algo de dinero y así poder seguir sosteniendo la medida de fuerza frente a Catedral junto a otros familiares.

Tres años después, esa llamada grabada por agentes de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) es solo uno de los archivos a los que accedieron las víctimas del espionaje ilegal, en una causa que encuentra desde diciembre al expresidente Mauricio Macri procesado junto a la cúpula de la AFI, funcionarios y agentes por el seguimiento contra familiares de víctimas de hundimientos de los buques pesqueros Rigel, Repunte, y del submarino ARA San Juan. "Esto no es política, esto es la realidad. Esto pasó", recalca Hugo, mientras el manoseo de una causa con alto voltaje político lo hace descreer de la Justicia, pero mantiene el convencimiento de que alguien tiene que pagar por haberlos revictimizado.

Septiembre de 2020. La interventora de la AFI, Cristina Caamaño, presentó ante la Justicia Federal con asiento en Mar del Plata una denuncia por tareas de espionaje ilegal realizadas al menos desde 2018 por parte de la base marplatense de la AFI contra familiares de víctimas de hundimientos. La denuncia se nutre de archivos hallados -en el marco de una causa que investiga acciones similares de la AFI en torno a las "Bases AMBA"- que tras la gestión de Cambiemos no se llegaron a destruir. Ahí se inició el largo camino de la causa, que comenzó en la Justicia Federal de Mar del Plata, pasó al Juzgado de Dolores y todo indica que, tal como busca el macrismo, pasará a los tribunales de Comodoro Py donde se tramitan las otras causas vinculadas al espionaje ilegal.

Días después, tanto Hugo como Guillermina Godoy y Mateo Navarrete, familiares vinculados a la lucha por Justicia en el Rigel y solidarios con el resto de las luchas portuarias, se presentaron ante el fiscal Daniel Adler cuando la causa todavía estaba en Mar del Plata, y ahí pudieron acceder al material que la AFI había almacenado sin intervención de la Justicia y que, se presume, estaba dirigido al expresidente como responsable de fijar los lineamientos estratégicos y objetivos generales de la política de Inteligencia Nacional, y también porque se presume que era el destinatario de los informes confeccionados.

"Para mí fue algo que no lo podía imaginar porque soy un ciudadano común, simplemente un padre que como los demás familiares encaramos una lucha por nuestros hijos desaparecidos. Pero una noche fue que nos enteramos que también habíamos sido víctimas de esto", se lamenta Hugo, todavía hoy buscando explicaciones por tal vulneración contra quienes reclamaban desde el dolor. "El fiscal me preguntó si había notado algo, yo le dije al fiscal que las preguntas las tendría que hacer yo, porque honestamente no entendía lo que me estaba pasando", continuó.

Desde entonces, Hugo y su familia empezaron a atacar cabos. En los procesos de lucha, casi siempre está la sospecha de estar siendo víctima de algún seguimiento pero esta vez, tal como se lo advirtieron a Hugo en más de una oportunidad en esos años, esas sospechas se volvieron realidad y salieron a la luz. "Después de esto sí pude relacionar cosas que me pasaron. Pero hasta ahí yo era un ciudadano común y corriente, como lo soy, y no imaginaba jamás lo que podía suceder".

A partir de ese momento, Hugo empezó a relacionar distintos sucesos que le ocurrieron durante esos años. Por ejemplo, recuerda que en vísperas de la marcha que iban a realizar en Rawson el 9 de octubre de 2019 -a 16 meses del hundimiento y cuando el juez de Rawson, Gustavo Lleral, firmó la manda para que bajen los buzos al casco del Rigel- sintió que lo estaban siguiendo, e incluso una de las personas que estaba con él en aquel momento en Puerto Madryn, le advirtió por el comportamiento de un auto negro que circulaba con tres personas a bordo en inmediaciones al departamento donde se alojaban, y que incluso uno de ellos los saludó en el edificio. "Ojo que estos son de los servicios", le alertaba.

Pero no sería el único episodio vivido por aquel entonces: unos dos días antes de la marcha se quedó solo con su hijo, y al otro día descubrió que le habían abierto el departamento. "No escuchamos nada. Pensé que me habían robado, pero solo tenía todo revuelto. No me llevaron nada. Estaba todo tirado. Ni siquiera me robaron la plata que tenía guardada. La vieron, pero no se la llevaron", recuerda.

Los episodios que empezó a hilvanar Hugo llegan, también, al acampe que durante cien días protagonizaron en el centro de Mar del Plata en busca de respuestas del por entonces gobierno de Cambiemos, un acampe por el cual pasaron muchos de los hoy oficialistas de los que esperan respuestas. "Un día un tipo nos estaba sacando fotos, desde en frente de la plaza durante el acampe. Después pasaba una camioneta, también, filmando nuestros movimientos. Hoy puedo relacionar todo esto. Pero cuando el fiscal me preguntó si había sentido cosas raras, le dije que no, porque para mí en ese momento que vengan con un celular o me saquen fotos era normal, era la idea hacer lo nuestro visible. Recibíamos a todos los que venían. Muchas veces nos dijeron que tengamos cuidado", reitera.

Entre los archivos que el fiscal le mostró, se encuentran fotografías de una marcha de familiares del ARA San Juan en la Base Naval de Mar del Plata donde, como solían hacer, acompañaban con otras víctimas de las tragedias marítimas: "Me mostraron fotos mías acá y caminando por la calle. Tienen escuchas mías hablando con familiares, de cuando estaba en el acampe. Me grabaron las llamadas en las que le pedía plata a mi hijo porque en el acampe estuve tres meses sin trabajar o porque me quería ir a descansar un día a mi casa, o llamados a Guillermina (Godoy)", enumera.

LAS "SECUELAS" DEL ESPIONAJE ILEGAL

"Nunca en mi vida pensé que me iba a pasar algo así. Es algo aberrante. Hoy no tengo miedo, porque sé quién soy y no soy ningún terrorista, somos familiares como los del ARA San Juan o el Repunte, somos gente que estamos buscando justicia, nada más. Pero atiendo el teléfono, y cuando hace ruidos raros ya no quiero hablar, tengo la sensación de que me están escuchando. O veo algún movimiento raro y también me persigo. Hoy eso me quedó", reconoce Hugo sobre la horrible sensación de, además de haber perdido a su hijo, ser vulnerado de esta manera.

De todos modos, el daño del espionaje lejos está de ser una cuestión individual, porque no solo hicieron seguimiento a una persona, sino que los archivos incluyen a familiares: "No solamente yo soy víctima de un seguimiento aberrante y terrible, sino también todo el entorno familiar. Ellos lo sufrieron también. A mí no me cierra que nos haya pasado esto. No puedo entenderlo. Está bien que con Guillermina y Mateo podemos ser las caras visibles. Habrán pensado que estos viejos no estaban haciendo solos la movida del acampe o querían ver si había alguien atrás. Pero lo hicimos nosotros, los familiares", continúa.

Un hecho que sintetiza esa revictimización que sufrieron con el espionaje pasa por el recuerdo de sus hijos. Tanto Guillermina Godoy -mamá del tripulante Nahuel Navarrete- como Estella Vazquez -esposa de Hugo y madre de Jonatan Amadeo- sorpresivamente sufrieron la eliminación de todos los archivos de sus celulares, perdiendo valiosos recuerdos como, sin ir más lejos, la voz de sus hijos. “Estella a veces se ponía a escuchar los audios. Fuimos a las empresas a ver si podíamos recuperar algo, pero nada”, relata Hugo, en otra de las experiencias que vinculan al espionaje realizado sobre sus propios celulares.

Más allá de la sensación de vulnerabilidad, Hugo reitera que no le da miedo que lo escuchen porque no tiene nada para esconder, pero no por ello esconde su enojo con todo esto que le toca vivir y que se suma a la lucha que impulsa desde el 9 de junio de 2018: "Da mucha bronca. Porque no tenían presupuesto para cumplir con lo que estábamos demandando nosotros, que bajen los buzos y recuperen a los chicos, pero sí tenían para esto. Somos ciudadanos”.

Espiarnos a nosotros, los familiares de hundimientos, ¿por qué? ¿Por qué este tipo, este desgraciado que no soporto ni verlo por televisión, pudo ordenar o permitir que se hiciera semejante cosa?

El espionaje ilegal que sufrieron, abrió una vía más para fortalecer el vínculo con los familiares de los submarinistas, con quienes ya estaban juntos en las calles de Mar del Plata, al punto que integran la querella encabezada por el abogado Luis Tagliapietra: "Hubo un motivo más para unirse. A los familiares del ARA ya los veníamos acompañando, porque estamos juntos, compartimos el mismo dolor, la misma lucha y el mismo pedido de justicia. De diferentes formas, pero juntos”.

“QUE VAYAN PRESOS LOS QUE FUERON PARTE DE ESTO”

A pesar de todo lo que le toca vivir, si hay algo que destaca en Hugo es su firmeza y convicción. Y así como luchará el resto de su vida por sentar un precedente en torno al hundimiento del Rigel, también promete hacerlo para que el espionaje que sufrieron no quede en la nada, convencido además de que la responsabilidad por los hechos llega hasta los más altos mandos del gobierno nacional.

"Estoy convencido que este tipo sabía realmente hasta lo último. Nos degradó totalmente. Yo cuando la causa fue a Dolores tenía tranquilidad. Ahora que me enteré que posiblemente vaya a Comodoro Py y no tengo muchas expectativas. Yo le pedí al juez (Martín) Bava que por favor separara la parte política de todo e hiciera justicia como tiene que ser. Hoy parece más complicado. Y estoy un poco descreído de la Justicia. Confiaba plenamente, pero fijate que (Macri) fue citado a declarar un montón de veces, recusó al juez, y él tiene un sistema fuerte. Ojalá, le pido a Dios, que vayan presos los que fueron parte de esto", sintetiza Hugo sobre los vaivenes que la causa tuvo a lo largo del año y que promete seguir teniendo en los próximos meses.

"Anhelo que se haga justicia. Que la justicia sea independiente como tiene que ser, que la separe de los políticos y sea quien sea Macri o cualquier político que tenga que ir preso, que vaya preso. Y ojo, sin hablar de política. Yo no tengo banderas políticas. Yo tengo una sola bandera que es la bandera de mi hijo, de mis hijos, que flamea en el Puerto y que llevamos a las marchas. Están las pruebas. Está el informe de la Bicameral. No es persecución política como dicen. Se dio que esto avanzó en año electoral y lo citan a declarar en épocas de elecciones, pero esto no es política, esto es la realidad, esto pasó. Están las pruebas", cerró.