Jueves 25 de abril | Mar del Plata
21/12/2015

Diciembre: Arroyo, entre denuncias y renuncias

El flamante intendente asumió en una sesión en la que no estuvo Pulti y llamó al consenso. En sus primeros días hubo presentaciones por malversación de fondos y hasta abandonó la gestión el secretario de Seguridad.

Diciembre: Arroyo, entre denuncias y renuncias
(Foto: archivo / QUÉ Digital)

La sorpresa por el triunfo en agosto y luego en octubre ya había quedado atrás: el 10 de diciembre Carlos Arroyo asumió como nuevo intendente de Mar del Plata en el marco de una sesión del Concejo Deliberante a la que no fue el jefe comunal saliente, Gustavo Pulti. En las primeras semanas llegaron las quejas por el estado financiero encontrado que derivaron en presentaciones judiciales de un lado y del otro, y lo más llamativo: el secretario de Seguridad se fue del cargo.

Arroyo arrancó su gestión con un discurso en el Concejo Deliberante en el que apeló a la “bondad de Dios”, pidió “cesar con la división del pueblo”, dijo que su administración sería “horizontal” y que su objetivo era llevar adelante un “gobierno de consenso”.

Mi administración va a ser horizontal, vamos a consultar permanentemente

Ese mismo día estalló el primer conflicto en las manos de Arroyo: los guardavidas no cobraron lo prometido por la gestión de Pulti, y amenazaron con un paro que horas más tarde concretaron. Tras ello llegó un encuentro con las autoridades de la Secretaría de Economía en el que se comprometieron al pago de lo adeudado y se destrabó el conflicto.

Justamente el secretario de Economía, José Cano, no dejó pasar muchas horas para alertar sobre la situación encontrada, habló de números en rojo con $743 millones de déficit y $636 millones de deuda, y días más tarde el gobierno anunció una presentación judicial para que se investigue la posible comisión del delito de malversación de fondos.

Aquel llamado a la unidad de Arroyo no prosperó por lo menos en esos primeros días: Gustavo Pulti apareció en escena con un comunicado en el que anunció que él mismo se presentó en la Fiscalía General para pedir que se investigue su gestión.

Y mientras de números y deudas era de todo lo que se hablaba apareció el primer escándalo para Arroyo a tan solo una semana: la renuncia de su secretario de Seguridad, Julio Razona, al que había convocado tan solo una semana antes de asumir en el gobierno. Y entonces, entrelineas se evidenció la explicación de por qué Arroyo tardó tanto en presentar a su equipo: simplemente porque no lo tenía, aunque intentó demostrar lo contrario.

JULIO RAZONA

“Tuvimos diferencias personales y de criterio”, dijo Arroyo tras la salida al tiempo que Razona denuncio públicamente  haber encontrado “nichos de corrupción muy importantes” y sostuvo haber sufrido “falta de apoyo político”.

Donde manda capitán no manda marinero

D e esta manera, una vez más entró en juego Acción Marplatense –que ya anticipó que en su rol de oposición no dejará pasar una- y fue otra vez a la Justicia para pedir que Razona dé explicaciones formales sobre la corrupción de la que habló.

Así las cosas y mientras empezaron a aparecer los nombres de los posibles sucesores de Razona, el gobierno concretó otros anuncios en busca de “ahorrar” recursos: suspendió los brindis oficiales de fin de año y ordenó que los funcionarios utilicen sus propios celulares y no los de la flota comunal.

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21/12/2015