Maratón privatizado
Por primera vez en 27 años, Cambiemos dejó en manos privadas la organización del evento internacional. Se cobraron recargos en la inscripción y se le prohibió a los medios difundir fotos mientras se disputaba. Corrieron 3 mil personas menos que en 2015.
Además de unos 3 mil corredores menos que en su edición anterior, el primer Maratón de Mar del Plata de la gestión de Cambiemos tuvo decisiones políticas inéditas: se privatizó y debieron realizarse dos licitaciones para designar a la empresa organizadora; en primera instancia la inscripción solo se hizo en Capital Federal; además, se le cobró un recargo a quienes abonaron con tarjeta de crédito y horas antes de su realización, insólitamente, se le prohibió a los medios de comunicación difundir imágenes de la carrera hasta que finalizara, pese a realizarse en un espacio público como la costa marplatense.
Tres meses antes de la fecha de la carrera, QUÉ dio a conocer la noticia: por primera vez en sus 27 años de historia, el Ente Municipal de Deportes (Emder) no se haría cargo integralmente de la organización -pese a tener los elementos físicos y el recurso humano para hacerlo- y dejaría buena parte de ella en manos de una empresa privada.
“Es una decisión política, no hay plata para gastar en el Maratón”, justificó el presidente del Emder, Guillermo Volponi. “Para mí es una pésima decisión que los vecinos de Mar del Plata tengan que pagar un maratón que corren 7 mil o 9 mil personas”. La falta de entrega de fondos del Municipio al ente y la deuda acarreada por la gestión anterior del área fueron otros de los argumentos para avalar la “privatización”, concepto que Volponi no aceptó.
“No la vamos a privatizar. La organizamos nosotros, pero vamos a buscar a una empresa que vaya y compre todo, nos asegure la logística del maratón, limpie, que compre las medallas, los rociadores, alquile los baños químicos, hidrate a los participantes, que pague el servicio médico, el vallado y haga todos esos gastos”, dijo.
¿Y el Emder qué organiza? “Nosotros la fiscalizamos y ponemos la dirección técnica y le armamos el circuito, cortamos el tránsito”, contestó Volponi, semanas antes de que luego de distintas notas críticas hacia su gestión, el Emder, un ente del Estado municipal, bloqueara en la red social Twitter a QUÉ y a periodistas de su redacción y de otros medios de la ciudad.
La Ordenanza Nº 22268 es la que regula la organización de la competencia y deja explícitamente en manos del Emder la organización integral del Maratón Ciudad de Mar del Plata. Fue aprobada y promulgada en junio de 2015, y fue acompañada por Carlos Arroyo desde su antigua banca en el Concejo Deliberante de la Agrupación Atlántica, según consta en el correspondiente acta de sesiones.
Críticas y cuestionamientos mediante, el 27º Maratón de Mar del Plata se licitó dos veces: la primera la ganó la multinacional francesa Havas Sports. El Concejo Deliberante solicitó que vuelva a licitarse por haberse presentado una sola oferta. La multinacional se volvió a presentar, pero también lo hizo Pegsa, una empresa del exrugbier Agustín Pichón. Fue ésta la que ganó y organizó la carrera.
Insólitamente, en primera instancia las inscripciones en forma presencial solo podían hacerse en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El Club de Corredores -también parte de la organización- invitaba a los interesados a viajar hasta su sede porteña para anotarse. En las primeras semanas no hubo puntos fijos en Mar del Plata para inscribirse.
La inscripción costó entre $300 y $400 según la categoría y la otra alternativa para evitar el viaje a Capital Federal fue pagar con tarjeta de crédito o bien a través de Pago Fácil, aunque en ambos casos la inscripción contempló un recargo de entre $25 y $27 que corrió por cuenta de quienes se inscribieron.
Una vez habilitada la inscripción para el Maratón en el natatorio municipal, la polémica siguió. Horas antes de la realización el evento deportivo internacional, se comunicó que no podría ser reflejado al momento ni durante todo su desarrollo por los diarios digitales a partir de una decisión de la organización de prohibir la publicación de cualquier tipo de foto. Es decir, por fuera de los derechos de televisación que se entiende que pertenecieron a la empresa ESPN que los adquirió, los medios de Mar del Plata no pudieron mostrar con una foto lo que pasaba en directo en las propias calles de la ciudad.
A partir de esta decisión QUÉ intento tener algún tipo de explicación para sus lectores por parte de las autoridades del Emder, pero eso no fue posible pese a los numerosos llamados.
A CORRER
Desde bien temprano en la mañana, el 27 de noviembre hubo movimientos en toda la costa marplatense con los corredores que fueron arribando al lugar de largada (y posterior llegada), sobre la avenida Peralta Ramos a la altura de Güemes. El tránsito en la costa desde la Base Naval hasta la avenida Constitución permaneció cerrado hasta las 17.
A las 7 se produjo la gran concentración de atletas, que largaron los 42,195 kilómetros del Maratón y los 21,097 kilómetros del Medio Maratón. En tanto, a las 10 fue el punto de partida de los competidores de los 10 kilómetros. Participaron en total unos 6 mil atletas.
Ulises Sanguinetti y Mariel Alasia, fueron los destacados en los 42 kilómetros mientras que Florencia Borelli y Gustavo Frencia, por un lado, y Agustín Cichilitti y Belén Casetta, por otro, se impusieron en las competencias de los 21K y 10K.
En total, se entregaron $191.400 en efectivo: $36.000 entre los ganadores de los 10 kilómetros, $60.400 para los de 21 kilómetros y $95.000 entre quienes se impusieron en los 42 k.
Frente a la prohibición en torno a la publicación de fotos durante el desarrollo del Maratón, QUÉ contó cómo se vivió la carrera desde adentro: un periodista relató su experiencia tras cumplir los 10 kilómetros.
