Jueves 28 de marzo | Mar del Plata
24/09/2016

América Libre, diez años de sueños y construcción colectiva

Hace una década agrupaciones sociales y artistas tomaron un local desocupado de Anses y crearon un centro cultural con compromiso social. Ahora es parte del movimiento Patria Grande y festeja su aniversario.

América Libre, diez años de sueños y construcción colectiva
(Foto QUÉ Digital)

Hay que hacer lo imposible porque lo posible ya está hecho”, la frase linda en esta oportunidad es de Martín, uno de los que, junto a otros militantes sociales y artistas, hace 10 años tomaron un local abandonado de Anses 20 de Septiembre y San Martín y fundaron el centro cultural América Libre.

El América Libre es un centro cultural que busca transformar la comunidad para mejor. Es un espacio donde funcionan cooperativas, una biblioteca popular, talleres y se presentan cada semana obras de teatro, espectáculos de danza y música. El lugar, además, es parte del movimiento Patria Grande.

10 años parece que fuera toda la vida”, dice Martín, que tenía 18 años cuando tomaron un edificio abandonado que se venía abajo y lo transformaron en un centro cultural con presencia social. De ese día pasó una década, con mucha militancia, con intentos de desalojo, con crecimiento y maduración, tanto en lo personal como en lo colectivo.

10 años y ver la cantidad de artistas que salieron de acá, la cantidad de militantes que se formaron acá. Las compañías de teatro, los proyectos que han nacido y crecido acá. Que se desarrollan, se preservan”, repite Martín y se lo repite, como una forma de convencerse de que todo ese tiempo que pasó es cierto.

El América Libre tiene que ver con la concepción de la cultura, para Martín y el resto de las personas que dirigen el lugar la cultura es algo intrínseco de la sociedad, es el quehacer cotidiano. Y el centro cultural para ellos es eso que se hace todos los días y no se puede separar de lo que son, ni de la ciudad que quieren.

Mucha emoción pensar en estos 10 años”, remarca Martín y agrega: “Lo que hemos logrado, lo que hemos constituido y el desarrollo que hemos tenido tiene mucha fortaleza para también encarar un proyecto de ciudad, que ese es un poco el gran aprendizaje que nos dimos en estos espacios”.

Si nos ponemos a ver nuestras expectativas siempre queremos más, porque también somos ansiosos y ambiciosos de querer vivir en un mundo mejor y de construirlo, no solo de desearlo. En eso ponemos todo”, asegura.

10 años y en esa década Martín dice que el América Libre les da “a pauta de que el cambio que quieren es posible. “Hay que hacer lo imposible porque lo posible ya está hecho. No es solo una frase linda, se puede hacer en la realidad”.

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10 AÑOS

Hasta el 2006, en la esquina de 20 de Septiembre y San Martín –frente a la Plaza Rocha– había un edificio de Anses que llevaba 9 años abandonados. Si un edificio gubernamental es deprimente y kafkiano, abandonado mucho peor. Y en el marco del Primer Congreso Argentino de Cultura, buscando recuperar espacios públicos en desuso para la promoción de la cultura, fue que un grupo de artistas, trabajadores, estudiantes universitarios, organizaciones sociales y profesionales tomaron el lugar.

Cuando llegamos al lugar lo primero que buscamos fue generar la aceptación del barrio, explicarles que no veníamos a tomar este lugar y nada más. Entramos con reformas, con un festival, invitando a los vecinos a formar parte. Fuimos a hablar casa por casa. Los vecinos han agradecido la vida que se le dio al barrio. En cierta parte nos hacemos cargo de la zona, cuidamos a los vecinos, nos relacionamos. Hacerse cargo del barrio como nuestro barrio”, dicen los integrantes del América Libre.

Al poco tiempo de tomar el lugar, la Justicia intentó desalojarlos, pero no tuvo éxito y el América Libre tuvo el apoyo de distintas organizaciones sociales y artistas.

Otro intento de desalojo fue por parte de la barra brava de Chacarita”, dice Martín que ahora se puede dar el lujo de recordar ese momento entre risas. Esa situación se dio cuando el América Libre ya tenía consentimiento de parte de las autoridades del Anses para que se desarrollara.

“Fue una época en que la barra de Chacarita ya había tenido una situación en el Hospital Italiano de Capital Federal de apriete a trabajadores y justo jugaba Aldosivi Chacarita y a la pasada vinieron a pegarnos un apriete de parte del PJ (Partido Justicialista) de que este lugar ‘era de ellos’. Fue un amedrentamiento que en su momento generó tensiones”, recuerdan.

No nos paró hasta acá nada y es muy probable que no nos pare nada tampoco”, expresan.

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-¿Cuál fue una de las experiencias más fuerte?

-Sin dudas la que tuvo que ver con el desalojo de la gente del barrio El Martillo en 2009. Si bien el doble nombre del América Libre es “La casa del pueblo” fue la casa de una cantidad de familias que ante el desalojo que sufrieron y la falta de respuestas por parte del Estado y la Justicia el América Libre terminó dejando un poco de lado sus actividades netamente artísticas y pasando a tener otro tipo de vida y desarrollo que también era un desafío, el tema de la convivencia.

-¿Cómo hicieron para convivir en el centro cultural?

-Recibimos unas 40 familias, como 200 personas. Fue el momento de mayor caos. 17 de abril de 2009 fue el desalojo y estuvieron como un año. Es lo que después da nacimiento al barrio 15 de Enero. Era estratégico estar acá porque había movilizaciones a la Municipalidad casi todos los días. La bronca estaba intacta desde el día de la violencia que fue ese operativo de desalojo del barrio El Martillo, de que no había ninguna intención de dar respuestas a la situación habitacional, sino que venía por otro lado, con una mano muy represiva.  Toda esa lucha formó cantidad de cooperativas de viviendas.

Desde ese 2009 de conflictos, el trabajo en conjunto entre el América Libre y la organización social Los Sin Techo empiezó a crecer. Paralelamente se creó el movimiento 15 de Enero y, desde hace 2 años, tanto el América Libre como las organizaciones sociales se suman al movimiento nacional Patria Grande.

-¿Cómo fue dejar de ser un centro cultural independiente y ser parte de un movimiento más grande?

-Generó mucho debate. Era un paso que necesitábamos dar. En los límites que teníamos y entendiendo que muchas de las cosas que proponíamos acá se proponían en otros lados y que la unidad que se iba desarrollando a nivel nacional era un incentivo para construir una nueva síntesis de distintas experiencias, pero que nos necesitamos todos para construir esta idea de del poder popular y la patria liberada.

-¿Por qué “necesitaban” dar ese paso?

-Entendimos que nuestra organización social tenía que tener un desarrollo político y si se quiere empezar a entender también la construcción de la política en nuestro estado que existe hoy para construir el que soñamos mañana. Tiene que ver con ese desarrollo de pasar del movimiento social a la institucionalidad sin perder el movimiento social jamás.

-¿El América Libre no pierde pluralidad al ser parte de Patria Grande? ¿Excluye a quienes no forman parte de ese movimiento?

-El América no dejó de ser el América, el América creció, maduró. No dejamos de ser ese centro cultural. Seguimos siendo lo mismo en una etapa de crecimiento. No hace falta que alguien sea militante de Patria Grande para ser parte del América Libre.

LA FALTA DEL FAMOSO COMODATO

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Al América Libre todavía le falta el comodato, un papel en el que el Estado acepta ceder el espacio por determinado tiempo para que se realicen determinadas acciones, en este caso para que funcione el centro cultural.

“En la parte legal tenemos legitimidad para funcionar como centro cultural. Tenemos convenios con el Estado, tenemos convenio con la Universidad Nacional de Mar del Plata. Pero seguimos sin tener el comodato del espacio. Eso todavía no lo tenemos”, explican los integrantes del América Libre.

Falta una decisión política. Que firmen un papel. El comodato es lo que te cede el espacio por una cantidad de años y puede ser renovado. Nos habilitaría a pedir subsidio y nos daría seguridad”, asegura Carmen, quien coordina el área de teatro.

El reconocimiento del espacio lo tenemos. Los concejales lo saben. Hemos promovido la ordenanza de centros culturales. Conocimiento de que existimos hay. Falta la decisión política”, remarca y agrega que el lugar, al ser un espacio de Anses, depende del gobierno nacional.

24 HORAS DE FESTEJOS 

Los festejos por los 10 años del América Libre comenzaron hace meses, con eventos, recitales, obras de teatro y todo tipo de actividades. El día simbólico para celebrar la década del centro cultural es este sábado 24 de septiembre con 24 horas de actividades ininterrumpidas.

Primero una toma del edificio simbólica, para recrear ese momento de 2006. Luego, desde las 9 de la mañana del sábado y hasta las 9 de la mañana del domingo, actividades de todo tipo: murga, circo, danza, teatro, música y cualquier otra cosa que pueda pasar, para festejar que lo imposible se está haciendo y que cumple 10 años.

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24/09/2016