Ana Prada: “El éxito es que la gente se vaya contenta”
La cantautora uruguaya se presentará el domingo en el Teatro Auditorium y repasará la trilogía de su autoría. En una charla con QUÉ habló de la composición, canciones, el éxito y la memoria.
Psicóloga por mandato familiar. Música por convicción. La uruguaya Ana Prada canta con la libertad de los que quieren del mundo algo mejor y con esa voz tan melódica, tan frágil, tan femenina, tan fuerte, parece que lo consigue. Se presentará el domingo en el Teatro Auditorium con Soy Otra, su último disco y el que que finaliza su trilogía debut como compositora.
Ana habla y encanta. Es de esas personas que hablan y parece que las palabras forman parte de una risa natural, de una dulzura que no se consigue por Internet. Y entonces Ana se ríe y, suelta, dice que Soy Otra (2013) le parece “un disco muy bonito, muy libre; canciones arregladas con mucha libertad”.
“Soy Otra nos tiene muy contentos la verdad”, cuenta la cantante sobre su último trabajo: “Es un disco muy interesante, que la gente lo va descubriendo poco a poco, pero también de golpe, ya que se editó en 10 días. Creo que tiene mucho hilo en el carretel para tocar, sobre todo en vivo”.
Soy Otra es el último disco de la trilogía compuesta además por Soy Sola (2006) y Soy Pecadora (2011). Son 10 canciones que funcionan como un manifiesto personal sobre lo que siente. “El amar es una trampa Para conservar la especie, la verdad. No nos vamos a escapar. Y ahora entrada a los 40 me entere ¡y cambié!”, canta Ana en “Soy Sola”, canción que abre y da nombre al disco.
-¿Sos otra después del disco?
-Nunca he sido tan yo misma como después de este disco. La trilogía me llevó a ponerle este nombre.
-¿Cómo fue hacer este trabajo?
-Conjugó una cierta madurez en este trabajo de ser compositora, de meterme en ritmos más latinoamericanos, no tan regionales. Mucho trabajo del productor artístico Ariel Polenta. Se grabó en Buenos Aires con toda la banda, que trabajó con la camiseta puesta. Es un disco muy sentido, muy querido.
Querer lo que uno hace, parece una obviedad, pero Ana lo dice de una forma tan sincera y feliz, que más que una obviedad es plantar una bandera. Querer lo que uno hace.
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Ana Prada empezó su carrera como cantante en los ’90, en la banda La Caldera junto a su primo Daniel Drexler. Después formó parte de los coros del “Negro” Rada y su otro primo, Jorge Drexler.
Durante años fue intérprete, hasta que se largó a componer como solista en 2006 con la salida de Soy Sola.
-¿Cómo te sentís como compositora?
-Cuando uno elige la canción de otro ya la conoces, la viste, la estudiaste, la miraste por arriba y por abajo. Aunque cuando uno compone a veces se expone más porque son emociones más vinculadas con lo que uno siente. Como compositora, en ese sentido, me siento en pañales, estoy todavía dando mis primeros pasos.
-¿Es más jugado interpretar una letra ajena y hacerla propia o escribir una canción y cantarla?
-Cuando uno elige interpretar la canción de otro elige una canción, unas palabras que ya sabes que te representan en su totalidad. A veces uno se juega más que componiendo una canción de uno mismo.
-Hace poco editaste un disco con Teresa Parodi ¿Te gusta trabajar con otra compositora?
-También tengo muchas coautorías, sí. Me gusta mucho trabajar con otra persona, otro músico, otra impronta musical. Te enriquece, te aporta, te pone en otro lado, te une con otra persona. Es muy enriquecedor.
-¿Qué significa para vos una canción?
-Es un resumen de un momento, de un estado de ánimo, de una sensación. Una emoción puesta en palabras con armonía.
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Ana Prada cuenta que no viene de una familia de músicos como uno se imagina al saber que sus primos son Jorge y Daniel Drexler. “Debimos estudiar y luego ser músicos”, dice y aclara: “Fue como un proceso de primero cumplir el mandato familiar y luego ser libre y hacer lo que uno quiera”.
Ana es psicóloga y Jorge y Daniel, médicos. “No hay otras generaciones de músicos, no somos los Carabajal”, bromea.
-¿Qué etapa de la música disfrutás más?
-La música tiene etapas todas disfrutables. La etapa de composición es muy linda, una está con la parabólica de los sentimientos prendida. La etapa de plasmar eso en un disco y que quede registrado es otro viaje totalmente distinto, en el que yo siempre he trabajado con productores artísticos. De todo ese universo de estar con los músicos, meterse con los músicos en estudio.
-¿Y el vivo?
-Ese es el otro viaje, muy lindo y quizás el más disfrutable de la música. Uno se enfrenta con esas canciones, con esa herramienta, a un público que no sabe cómo va a reaccionar. Puede reaccionar divino o no. Nosotros hemos tenido suerte de que la gente nos aplaude, nos quiere, nos alienta. Me la han hecho re fácil.
-Con tus canciones se lo pusiste fácil a la gente.
-Acá en Argentina nos reciben con un amor y cariño increíbles. Vamos a festejar, a seguir tocando a llegar hasta el último pueblito. Pa’ compartirlo con la gente y pasar un buen rato y que las personas que fueron hasta el concierto se vuelvan más contentas a su casa ¿no? De eso se trata, nada más que eso.
-¿De poner a la gente contenta?
-¡Eso es el éxito para mí! Que la gente se vaya contenta, que la música sirva para algo. Para darle una emoción, una alegría, llevarle un mensaje a la gente. Y nada más, todo lo demás son figuritas de colores, son puro cuento.
El éxito de poner a las personas contentas, esa es Ana Prada, su guitarra y sus canciones.
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Ana se encuentra preparando un cuarto disco con canciones propias. Ese es un objetivo del año: hacer canciones y grabar. Igual, aclara que seguirá girando por Latinoamérica y que también quiere hacer un DVD. “Pero sobre todo el cuarto disco”, dice antes de perderse en sus planes.
Este domingo por la noche la cita es en el Auditorium; a las 21,30 estará Ana con su guitarra, la banda, y las canciones, esos valsecitos, carnavalitos, chacareras y milongas que en unos minutos con su voz pintan el mundo, lo vuelven un lugar mejor.
-Gracias por tu tiempo, Ana.
-¿Venís al show?
-Sí.
-Avisame y dame un abrazo.
Poner contenta a la gente, sacarle una sonrisa. El éxito de Ana Prada.
MEMORIA
-Venís a Argentina a tocar justo en el fin de semana largo por el 24 de marzo ¿Significa algo esta fecha para vos?
-Por supuesto, yo soy militante del Espacio 609 de la lucha de “Pepe” Mujica. Soy amiga de Pepe. Por favor nunca más. Las nuevas generaciones han quedado más lejanas en el tiempo. Yo nací en el ’71, me comí toda la dictadura. Amigos de mis padres presos o exiliados, mi abuelo exiliado. Las nuevas generaciones no vivieron eso, hay que trabajar mucho en la memoria, transmitir lo que vivimos para que no vuelva a pasar. Nunca más.
-¿Cómo ves la situación de la región?
-Yo creo que la democracia, si bien no es la herramienta mejor, por lo menos por ahora es la mejorcita que vamos teniendo. Con sus bemoles y con su cantidad de cosas que deberíamos mejorar, sobre todo si vos querés una democracia, tenés que fortalecer la cultura. Que la gente sepa lo que vota y por qué lo vota.
-Educar al soberano.
-Si vos le das el poder de voto esa gente tiene que tener una base cultural por lo menos de pensamiento crítico fuerte y ese es el trabajo y desafío más grande que nos toca. Las democracias dependen de la educación de sus pueblos y en eso hay que profundizar. Y la educación a través de las artes y la cultura es fundamental para incluir a los que están afuera, integrarlos al sistema y seguir generando conciencia.
