Sábado 20 de abril | Mar del Plata
18/05/2019

“Aristófanes y sálvese quien pueda” invita a reflexionar desde el humor

El grupo de teatro independiente “Esto que somos” sale a escena a la gorra este domingo a las 20 en el Club del Teatro y QUÉ Digital entrevistó a su directora, la actriz y docente Rosita Pelaia.

“Aristófanes y sálvese quien pueda” invita a reflexionar desde el humor
(Fotos: Esteban Trímboli / prensa "Aristófanes y salvese quien pueda")

Una obra de teatro puede tener muchos condimentos y no decir nada, pero hay grupos locales que marcan la diferencia desde la elección de la dramaturgia, la puesta en escena y el abordaje de las temáticas. Tal es el caso de “Aristófanes y sálvese quien pueda”, una obra del grupo independiente Esto que somos que tras una buena temporada vuelve a presentarse este fin de semana para que el público reflexione y se deje atravesar por la ironía y el humor.

“Creo en el uso de la risa, en la comicidad, no como burla sino como reflexión y apuntar al espectador y que se pregunte¿de qué me estoy riendo?’ es ponerle la lupa a aquellas que son conductas livianas sobre las que no reflexionamos, sobre las que no pensamos y se repiten al infinito pero que no se pasan por el tamiz  de la observación”, expresó para QUÉ Digital Rosita Pelaia, directora, actriz y docente en la Escuela de Arte Dramático Municipal (EMAD).

“Aristófanes y sálvese quien pueda” se presenta este domingo a las 20 en el Club del Teatro, Rivadavia 3422, y la entrada es a la gorra. La obra cuenta con la dirección de Rosita Pelaia, la asistencia de Lucía Lange, la música en vivo de Axel Fabrizio Otárola y las actuaciones de Sergio Bausela, Santiago Cobos Royo, Marcos Mattos, Flaco Basirico, Gisele Diñeiro, Martín Pironi, Bruno Caminiti, Ceci Piazza y Carla Butti.

Este grupo de teatro independiente y autogestivo decidió investigar a Aristófanes, exponente griego de la comedia, y notó que en sus obras se repetía la idea de un viaje en busca de posibles soluciones. En paralelo, el grupo realizó un trabajo de adaptación, dramaturgia escénica e improvisación de tres obras del autor, lo que les permitió actualizar el contenido y resignificarlo.

Por eso durante toda la obra, el espectador quedará cautivo con las disparatadas conversaciones de las ranas que abordan diversos tópicos del cotidiano, mientras tres héroes intentan salvar al mundo con las soluciones que les aportará este viaje sin retorno. ¿Lo lograrán?

Siempre decimos que las obras hay que dejarlas andar por diferentes espacios, diferentes localidades. No todos los públicos, los días y horarios son iguales. Se la recomendamos a todas las personas que tengan ganas de repensarse un poco pero desde un lugar de humor, es fundamental.

Aristofanes y salvese quien pueda ranas

– Luego de una temporada convocante ¿con qué expectativas llegan a la función del domingo en el Club del Teatro?

– La temporada la vivimos con una felicidad muy grande, en estos tiempos haber tenido que poner todas las funciones “localidades agotadas” realmente fue una sorpresa, evidentemente funcionaba el boca a boca lo cual nos dio la pauta de que la gente, de alguna manera, iba diciendo que estaba bueno ver la obra y se iban acercando.

El cambio de espacio implica verla en otro sitio para ver qué otras cosas aparecen. Cada cambio de espacio representa una lectura diferente, en cuanto a los altos, los anchos, los largos. El cambio de espacio, me arriesgo a decir que lo comparto con todas las personas del grupo, se vive como un estreno; todo nos atraviesa, los olores, las luces, las alturas. Todo es distinto en otro lugar y es otra obra. Y eso es lo que tiene de maravilloso el teatro y también el desafío de adaptarse, realmente poner el cuerpo en presente y en ese presente distinto hacer las adecuaciones que corresponden. Las expectativas son altísimas en general en cuanto al deseo.

 – ¿A quién le recomendarían la obra y por qué?

– Siempre decimos que las obras hay que dejarlas andar por diferentes espacios, diferentes localidades. No todos los públicos, los días y horarios son iguales. Se la recomendamos a todas las personas que tengan ganas de repensarse un poco pero desde un lugar de humor, es fundamental.

– Cuando decidieron hacer la obra ¿qué estaban buscando?

– Cuando terminamos “¿Ya se hizo usted su fotografía?”, la obra anterior, nos sentamos como grupo a hablar de proyectos, de qué queríamos decir, qué necesitábamos. Atentos a los deseos, necesidades de todo el grupo, elegimos y una voz muy fuerte del grupo, muy necesaria levantó esto de que necesitábamos hacer una comedia y que por supuesto, inevitablemente era una comedia para interpelar y no quedarnos con lo grosero del sentimiento de liviandad al que normalmente se le da a esa palabra.

 – ¿Por qué la selección de Aristófanes?

– Elegimos Aristófanes porque en principio es humor, porque él era un comediante. Segundo porque una de las características que atravesaba su obra, cuando nos pusimos a investigarla, era que era un crítico de su realidad; las burlas, ironías y exageraciones tenían que ver con cosas que ocurrían. En realidad era un comediante, un comediógrafo absolutamente político. Como es en realidad todo acto artístico: todo acto de comentario o de escritura es un acto político.

Aristófanes fue elegido porque queríamos investigar un autor griego, queríamos hacer comedia y necesitábamos trabajar libremente sobre los textos, que fue lo que hicimos.

Además es un escritor cuya autoría ya forma parte de lo que se llama dominio público, así que la autorización del uso de sus obras está descartada, y eso no ocurre con muchos autores nacionales. Los autores internacionales están prácticamente prohibidos para cualquier elenco latinoamericano o por lo menos marplatense. Por lo menos para nosotros está prohibido pagar cualquier derecho.

Y por otro lado, los autores nacionales tienen, con todo derecho, la exigencia de respetar a rajatabla y eso hace que sea muy difícil cuando uno se da cuenta que no puede representar una obra al pie de la letra, al menos como grupo no podemos. Siento que una obra siempre se actualiza, no solo por ser una obra antigua sino que se actualiza en la forma de ser y de pensar entre los miembros de ese elenco que la lleva adelante.

Aristofanes

Programa de las funciones en temporada

 

Aristófanes tiene varias obras en donde a partir de un viaje en busca de determinadas cosas se generan situaciones relacionadas con el encuentro de ese objetivo. Hicimos un trabajo de dramaturgia sobre tres de las obras que coinciden en un armado de un viaje en busca de determinadas soluciones o en busca de determinados objetivos.

 – ¿En qué momento ingresó la idea de la música en vivo y el uso de máscaras?

– Desde la dirección siempre tuve, frente a esta cuestión de traer a la actualidad una obra de la antigüedad de Grecia, la visión, imagen, la necesidad, el deseo de pensar que los actores iban a cantar, aunque no fueran cantantes; de hecho es así.

Algo que me quedaba muy claro era que la utilización de las máscaras iba a darse a partir de la elección de que la figura central del trabajo de dramaturgia para nosotros eran las ranas y necesitábamos que esa humanizada animalidad estuviese puesta en máscaras. Convocamos a una persona (Luisina Placenti) que nos dio un taller que nos hizo construir nuestras propias máscaras, cada integrante del grupo construyó las propias. El resultado para nosotros es hermoso, revelador y de mucho aprendizaje.

Y por la música en vivo convocamos a Axel Otarola para que hiciera la música original de la obra y que los actores pudiesen cantar. Él hizo una contrapropuesta, de hecho es actor además de músico, de estar en escena. Nos pareció maravilloso y un regalo por no solo de tener la música en vivo, sino un actor más.

 – ¿Sienten que el humor y la ironía colaboran a interpelar al espectador desde un lugar quizás más amable en la actualidad que vivimos?

– Creo en el uso de la risa, en la comicidad, no como burla sino como reflexión y apuntar al espectador y que se pregunte ¿de qué me estoy riendo?’ es ponerle la lupa a aquellas que son conductas livianas sobre las que no reflexionamos, sobre las que no pensamos y se repiten al infinito pero que no se pasan por el tamiz  de la observación para poder corregir infinitos hábitos cotidianos. En este caso, estas formas de hacer que tenemos están depositadas en las conductas de las ranas durante toda la obra.

 Ponerlos bajo la lupa para podernos pensar y podernos transformar, no señalando con el dedito. La risa actúa de esa manera, es intelectual y es reflexiva cuando se la plantea como tal  y es nuestra intensión. Es poner el dedo agudo sobre cuestiones y determinadas conductas pero en un clima amable, que haga soltar la risa.

Es necesaria la risa que nos quita de lo violento, el mensaje direccional que nos permite en principio autocriticarnos y a partir de ahí generar la crítica de aquello que no nos gusta por un buen camino, el camino de la risa, la ironía que nos expone. Los primeros en ponernos bajo esa lupa somos nosotros mismos como grupo, y asumiéndonos en un principio como las ranas de nuestra obra como para cambiarnos y transformar con el arte.

Ver más: , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , ,

18/05/2019