Babasónicos y una selección de éxitos bajo una “alerta emotiva”
La banda de Adrián Dárgelos se presentó en el Museo MAR en el marco de la celebración por los 50 años del rock argentino. “Entramos en el espacio sonoro de una forma un tanto más sutil”, describe su baterista, Diego Castellanos.
“Para que siete personas toquen y no se aburran, tiene que estar pasando algo divertido, y nos concentramos en lo que pasa entre nosotros. Y si eso nos divierte a nosotros, va a estar bien”. A minutos de salir al escenario montado en uno de los costados del Museo MAR en el marco de los festejos por los 50 años del rock argentino, Diego Panza Castellanos, baterista de Babasónicos, le pone palabras a lo que va a pasar en breve y que los tuvo bajo el título “Impuesto de Fe” recorriendo el país en 2016. Entonces, habla de una “alerta emotiva”, de “sutileza” y de una “búsqueda rica”, y resume lo que le brindan a miles de personas a lo largo de poco más de un hora.
Babasónicos volvió a la ciudad para presentarse gratis en el ciclo de recitales organizados el Ministerio de Cultura de la Nación y mientras se está por inaugurar una muestra del fotógrafo Martín Bonetto que refleja el camino de la banda. En la previa, mientras Panza Castellanos dice que no se detienen a mirar en qué parte de la historia del rock nacional están sino que sólo miran “hacia adelante”, Daniel Melero se relaja luego de bajar del escenario, que antes también pisó Juan Ingaramo.
La banda llegó en plan “Impuesto de Fe”, el material que forma parte del proyecto “Desde Adentro” que consta de una selección de sus canciones más representativas y reversionadas. “No se modifica nada en el punto en que somos todos los mismos y tratamos de generar un espacio musical que nos divierta. Porque la música lo bueno que tiene es que está todo inventado pero siempre es copado ponerse a inventar algo, probar”, dice el músico.
El Colmo, Irresponsables y El Pupilo fueron las tres primeras canciones con un habitual Dárgelos en movimiento, como un contorsionista en modo slow motion. Las canciones se suceden todas en formato “contrapropuesta”, tal como define a las reversiones Castellanos
“Ese concepto de minimalismo o simplificar llevó a que tanto desde lo musical como desde lo instrumental sea una sustracción de la música y tratamos de ir tocando lo menos posible, que haya más espacio, que genere otra forma”, describe a un show que presenta una atmósfera abstraída de sonidos potentes y basados en la sutileza, la suavidad.
Desfachatados, Puesto y Los calientes, fueron otros de los tanto éxitos que sonaron en ese plan sutil.Y Castellanos, termina por explicar: “Ya sabemos cómo es el rock, subís el volumen o tocás fuerte, se llena todo el espacio, se arma una masa como que invade y cuanto más fuerte, mejor. Acá es desde otro lado, entrás en el espacio sonoro de una forma un tanto más sutil, pero como todos estamos enfocados en una búsqueda, hace que el resultado sea muy rico porque todos estamos sobre una cierta alerta emotiva”.
