Miércoles 17 de abril | Mar del Plata
05/02/2023

Circo Servian, un show musical con destrezas circenses para cautivar a Mar del Plata

La historia de una familia que sigue apostando al circo como estilo de vida y que, tras once años, volvió a hacer temporada en la ciudad.

Circo Servian, un show musical con destrezas circenses para cautivar a Mar del Plata
(Fotos: Qué digital)

El circo Servian es uno de los éxitos del verano en Mar del Plata. Con funciones diarias el show circense combina una historia familiar de más de 100 años, entre destrezas y música con “El Gran Sueño”,  con el que logra cautivar a marplatenses y turistas a partir del trabajo de un centenar de personas que trascienden a los Yovanovich.

Después de once años, Servian desembarcó nuevamente en la ciudad. Desde diciembre la imponente carpa emplazada en avenida Edison y Juan B. Justo presenta una propuesta dinámica en un show que combina música, circo y teatralidad. Con un espectáculo teatral-musical al “estilo Broadway”, la familia Yovanovich y un elenco de 50 artistas conquistan a grupos de familias que viven o visitan la ciudad.

“El gran sueño del circo Servian” se puede disfrutar de lunes a jueves -excepto martes- a las 22. Los viernes, sábados y domingos realizan dos funciones a las 19 y a las 22. Además de una tercera función diaria los días de mal tiempo a las 16. Las entradas desde $1.100 se pueden adquirir a través de Ticketek o directamente en la boletería.

El de los Yovanovich es un show atravesado por la música y el virtuosismo circense que busca concientizar sobre el cuidado del medio ambiente. Con alrededor de 50 personas en escena durante dos horas mantiene expectante a adultos como a las infancias.

Es una propuesta multicultural donde no hay chistes hablados como sucedía tradicionalmente y donde se destaca la presentación de la compañía de bailarines Malevo con dirección de Ginett Servian, más la coreografía y protagonismo de Franco Rau. Además, una de las revelaciones es Mariano Caprarola, que junto a trapecistas y artistas circenses demuestra que no le tiene miedo a los desafíos.

LA FAMILIA “SERVIAN”, UNA HISTORIA CIRCENSE

Una hora antes de que comience la función de circo, la fila ya comienza a tomar forma en las inmediaciones del predio, que tiene su ingreso por Juan B. Justo. Desde allí, el olor a pochoclos y algodón de azúcar se siente en el aire y la ansias por ver a las y los artistas marca el tiempo de espera del público infantil. Mientras tanto, la familia que llevó sus raíces al apellido artístico se prepara en el detrás de escena para brindar un espectáculo que pasó de generación en generación y que, además de la esencia familiar, respeta la identidad cultural del circo.

La historia circense es antigua y fue el pueblo romano el que le puso nombre a las actividades recreativas dentro de un espacio circular. Posteriormente, ya en la Europa medieval, este tipo de espectáculos públicos volvió a ser protagonista. Pasaron los siglos y a inicios del 2023, cuando las pantallas de celulares y tablets se apagan, la magia del circo vuelve a cautivar a toda la familia.

Fiel a esas raíces, el espectáculo de circo Servian acontece en una carpa Canobbio, de origen italiano y fabricada con lona de última generación, con capacidad para 2.000 personas en butacas de origen francés, y un sector VIP creado para vivir de cerca una experiencia que comienza con puntualidad. Así, en el ingreso y mientras las miradas están absortas en las motos que circulan con gran velocidad por un globo de acero, Jorge Yovanovich supervisa la función vestido con ropa al mejor estilo “texano”.

Desde su llegada a la Argentina hace 117 años, la familia “Servian” renueva sus espectáculos y busca llegar al público de diferentes maneras pero con la pasión circense latente. “Mi bisabuelo era gitano yugoslavo, vinieron de Serbia después de la Primera Guerra Mundial, escapando. Eran todos artistas callejeros, hacían payasadas y amansaban a los animales. Emigraron para América, tanto es así que tenía tías y tíos mexicanos y brasileros”, comenta Jorge para Qué digital en el intervalo de la función.

Ya asentada en Argentina pero aún sin una carpa en la que llevar adelante sus performances, la familia Yovanovich comenzó a trabajar de forma ininterrumpida. “Vinieron con oro y compraron carros para trabajar de pueblo en pueblo. Después mi abuelo con mi papá hicieron la carpa, en ese tiempo era todo muy pobre, muy escaso y no había mucha experiencia de los circos”, recuerda.

“A los cuarenta años, mi papá se separó de su compañía familiar. Ahí, con mi mamá y sus hijos, comenzó a trabajar en la calle, en los bares y en las escuelas por monedas. Creció mucho hasta que llegó a tener el circo del canguro boxeador que llevamos a Susana Giménez, mientras que mi hermano se encargaba de los monos chimpancé”, describe Jorge Yovanovich.

Fui payaso a los ocho años cuando entré a la pista. También equilibrista, trapecista y arrojador de cuchillos, y me ocupé de armar las carpas y manejar los camiones. Mi papá me dijo un día: ‘ahi tenés el circo, hacete cargo’

A los 20 años Jorge Yovanovich conoció a Elena y, después de dos meses de novios, decidieron casarse hace 50 años. Pero como un patrón del ámbito, la historia se repitió y en este caso Jorge, a los 40 años, decidió separarse de su padre y comenzó con su propia carpa. Así comenzó a hacer funciones con “Circo Super Servian” y “Los hermanos Servian”. Ahora, “Servian, circo” es la última propuesta de una familia que selló un legado circense homenajeando sus raíces serbias.

Además de sus cuatro hijos –Ivana, Cristian, Ginett y Gabriela– hoy en día la familia se completa con ocho nietos que también son parte del show.

“Hacía números de cuchillos y me hacía llamar ‘Servian’, y cuando nació mi hijo le puse ‘Cristian Servian’”, aclara sobre el nombre que le dio popularidad a la compañía. Con 70 años, Jorge sigue siendo parte de la familia circense aunque no esté en escena, pero sí detrás de todos los detalles. “Le dí el poder a mis hijos pero las riendas las sigo llevando por experiencia. Ahora hay unas 100 personas trabajando, pero en escena son 50″, explica.

Así el circo Servian visitó diferentes pueblos en Argentina, hasta que sus integrantes conocieron a Flavio Mendoza quien los hizo crecer en popularidad. Después de once años, regresaron a Mar del Plata con un show apto para todo público. “Vendemos alegría y reunimos a la familia, esto es salud”, define.

Pero más allá de la esencia, no todo sigue igual. Algo que reconoce el “dueño del circo” es la capacidad de adaptarse a los nuevos tiempos: ya sin animales y diversidad de artistas, el circo es una buena opción para disfrutar en familia. “En el 2010 regalé todo, porque no había una ley que prohibiera animales en los circos, era según el pueblo. Me cansé y tenemos otra mentalidad más moderna. El circo Du Soleil nos enseñó mucho“, reconoce.

Después de la pandemia y once temporadas, este verano el Circo Servian volvió en Mar del Plata para hacer eso que llevan en la sangre, y tras haber recorrido miles de kilómetros por Mendoza, Buenos Aires y La Plata. “Nos arriesgamos a venir porque sabemos lo que tenemos, un buen espectáculo con buena gente”, afirma. Actualmente, en Argentina conviven alrededor de 70 circos y Jorge vaticina que “el sol sale para todos pero hay que cobrar una entrada acorde al show. Divertirse es reír y eso alarga la vida”.

Ver más: , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , ,

05/02/2023