Viernes 29 de marzo | Mar del Plata
19/06/2018

Día del Teatro Marplatense: tan efímero que se vuelve eterno

Se conmemora cada 19 de junio por ser el día en el que desaparecieron Gregorio Nachman y Luis Conti en 1976. Eduardo Nachman recuerda a su padre en QUÉ Digital.

Día del Teatro Marplatense: tan efímero que se vuelve eterno
(Foto: Facebook Dario Ponce de León)

El 19 de junio se celebra el Día del Teatro Marplatense ¿El motivo?: la desaparición forzada de Gregorio Nachman y Luis Conti en el contexto de la última dictadura cívico militar. Este martes, a modo de homenaje, a las 20 en el Séptimo Fuego (BolÍvar 3675) se proyectará la película documental “Gregorio por Nachman” y se recordará a los tres actores desaparecidos: Luis Conti, Gregorio Nachman y Carlos Waitz.

Mar del Plata en momentos duros se pone hostil -fría, húmeda, desangelada- sobre todo aquel 19 de junio de 1976Hacía tiempo el teatro independiente asumía un rol frente al autoritarismo y el terrorismo de estado. No se quedaba dentro del circuito cerrado de las salas en el centro y salía a escena en las villas. Había cobrado fuerza e identidad gracias a los actores y directores que involucraban el cuerpo en la acción como Luis Antonio Conti, el actor balcarceño que se había instalado en la ciudad para dedicarse al teatro profesionalmente. El edificio donde vivía enmudeció; ese 19 de junio lo detienen y secuestran.

26 de enero de 1977 -plena temporada – y en el teatro “La Botonera” se presentaba Israfel, un cuento de Poe interpretado por dos actores. Carlos Waitz (22 años) estaba preparado para subir al escenario, la adrenalina estaba allí presente y Juan Vitali -que hacía de Poe-  estaba en escena, su personaje bebía hasta la muerte junto al tabernero. El clima de repente cambió. Un ruido de pasos fuertes y sonido de llaves atravesó la sala, mientras continuaba la escena para los espectadores.
El actor continúa sus líneas pero al mismo tiempo, por el rabillo del ojo vé  como el dueño del teatro, acompañado por un grupo de tareas ingresa a la parte de camarines.
–      ¿El tabernero?–  interpeló uno.
Y Waitz nunca salió a escena, en el registro sombrío figura como el único actor secuestrado en plena función de una obra.

Así de oscuro y nefasto fue aquella noche previa  al día del padre, cuando secuestran a Gregorio Nachman. “Él había salido justamente a comprar carne para el asado junto con mi madre y mi tía. Se lo llevaron en un Peugeot 504 verde claro, que manejaba José Francisco Bujedo, un oficial de inteligencia marina que ahora tiene prisión domiciliaria”, rememoró Eduardo Nachman en una entrevista con resumenlatinoamericano.org.

Y continuó: “En aquel momento, fuimos a buscarlo por todas partes, y cuando llegamos a la comisaría cuarta, tristemente célebre por las torturas que sufrían allí los detenidos, nos dijeron: “Ah, ¿buscan a Nachman? ¿judío? ¿Y además actor? o sea, puto. Y encima, zurdo… ¿Para qué buscan?”. Eso nos dijeron los policías…”

 

Eduardo Nachman eligió plasmar todo el acopio de material sobre la historia de su papá en el escenario del Centro Cultural Séptimo Fuego a través del biodrama -recibió un Estrella de Mar al mejor espectáculo marplatense, y una mención en el Premio José María Vilches-. El fuego de la memoria se propaga función a función y continúa dejando huella con la película – documental “Gregorio por Nachman”. Eduardo  comunica a través del teatro y el cine la historia de su papá que como una ráfaga de viento sacude al espectador con su historia.

–      Para aquellos que desconocen ¿cómo era la relación de tu papá con el teatro marplatense?

–      Mi papá llegó a Mar del Plata en los 60’ producto de haber ganado un par de concursos. Uno como director del teatro de Universidad y después como director de la Comedia Municipal; ganó por concurso hasta que vino el Golpe de Onganía y la levantaron. Se aquerenció acá y  hasta que lo secuestraron. Siempre llevó adelante el teatro marplatense, es más fue uno de los gestores del impuesto del 5% que le corresponde dejar a los elencos de Buenos Aires que venían acá y se llevaban toda la plata.Y ese 5% servía para promocionar el teatro acá. Por otra parte, promocionó que muchos artistas marplatenses trabajasen en elencos de Buenos Aires  y así lo hizo en varios elencos profesionales.

– Desde el estreno teatral hasta las proyecciones del documental y con todo el reconocimiento que obtuvieron ¿Qué sentimientos predominan en vos?

-De las emociones que predominan en mí tiene que ver la emoción de revivir cada noche que damos el espectáculo la vida de mi viejo, es eso fundamentalmente. Tenerlo vivo, porque reivindicamos su vida y no una lápida. Y por otro lado, la felicidad de que haya gente que se contacte con la obra de mi viejo porque aprendí eso de él: “El teatro es efímero pero eterno”. En esa época no se filmaba, no tenemos filmaciones pero sí tenemos muchas fotografías de las obras que él puso. Pero de él actuando muy poco.

gregorio x Nachman

–      ¿Trabajar con lo que te legó tu papá colaboró en reconstruir tu propia historia?

–      No es el legado sino más bien la herramienta que él utilizó, que yo abracé hace un tiempo y que llevamos a cabo en el escenario. Me parece que el  mejor homenaje es ese ¿no? El escenario.

Y me ayuda a reconstruir mi historia porque en realidad la historia y la de mi viejo porque hay testigos que presencian la obra, se acercan y nos cuentan cosas. Y también me reencuentra con mi historia; con mis hijos que adquieren la vida de mi viejo en acto y no solamente contada por mí, y además mis sobrinos. Porque cada uno vive el dolor a su manera y una sobrina me dijo, después de ver la obra, que se había encontrado con mi viejo porque el suyo -mi hermano- con  su propio dolor le contó bastante poco.

–      En una nota comentaste que tu papá decía: “Si la gente no va al teatro, el teatro tiene que ir a la gente”. ¿Considerás que es una herramienta de transformación social?

–      Sí, mi viejo decía eso porque en ese momento la actividad teatral se basaba en las salas del centro y había poca actividad barrial. Entonces  mi viejo inauguró esta manera de llevar obras de teatro de los centros culturales a las villas. Y el teatro puede ser una de las herramientas de transformación social. En el caso de él fue optando por otras variables y las saludo. En su caso si fue una militancia cultural y no partidaria; pero bueno solidario y honroso de eso.

–      Dentro del contexto sociocultural que estamos atravesando ¿Cómo ves el desarrollo del teatro independiente en Mar del Plata?

–      Me parece impresionante la cantidad de grupos de teatro, me parece super saludable. Creo que hay que verlos, no solo un escenario para que lo vean pocos sino para que lo compartamos entre todos. Celebro al Séptimo fuego como un centro cultural autogestivo e independiente de los partidos políticos siempre comprometido  en la mayoría de las  puestas con una visión política determinada: de abajo y a la izquierda.

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19/06/2018